IGLESIA PENTECOSTAL UNIDA DE COLOMBIA LA PINTADA ANTIOQUIA COLOMBIA

SOMOS UNA PAGINA CRISTIANA PARA LA HONRA Y GLORIA DE JESUCRISTO

lunes, 25 de enero de 2010

Explicando a los Trinitarios el Significado Bíblico de Hijo de Dios

Por Julio César Clavijo Sierra



Para conocer a Cristo, debemos entender muy bien lo que significa Hijo de Dios. Así estaremos dentro de las Sagradas Escrituras y evitaremos la corrupción por las doctrinas inventadas por los hombres.

Cierto escritor, contaminado por los errores del dogma trinitario, dice lo siguiente:

“¿Es posible negar la preexistencia del Hijo de Dios y llamarse cristiano? De ninguna manera. En el sistema doctrinal cristiano, la preexistencia del Hijo de Dios es tan importante como su Deidad. Cualquier sistema doctrinal que niega una de ellas se sitúa de facto en el campo herético” [1]

Al leer dichas declaraciones, podemos apreciar que cuando aquel hombre habla de un “Hijo eterno” o un “Hijo preexistente”, lo hace por desconocer la Palabra de Dios, por imaginarse que hay más eternos que el Padre eterno (negando la Escritura), y porque reinterpreta la Biblia con el escrito extrabíblico conocido como “El Credo de Atanasio”, especialmente aquella porción que dice:
“eterno el Padre, eterno el Hijo, eterno (también) el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no son tres eternos, sino un solo eterno” [2]

Para refutar ese error, debemos remitirnos al Libro de los libros. La Palabra de Dios.

En primera instancia, en las Sagradas Escrituras, el concepto de hijo de Dios, está ligado con los ángeles y con los hombres obedientes a la Palabra de Dios. El título siempre nos habla de la creación especial de Dios.

Los ángeles son llamados hijos de Dios (Job 1:6, 2:1, 38:7).

De otro lado, Adán fue llamado hijo de Dios (Lucas 3:38); la descendencia de Set fue llamada los hijos de Dios (Génesis 6:1-4); y el pueblo de Israel fue llamado hijo de Dios y primogénito de Dios (Éxodo 4:22).

Este título también indica creación espiritual, pues todos los hombres no son hijos de Dios, sino únicamente aquellos que creen en el nombre de Jesús, son lo que reciben el poder de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12). Todos los que nacen de nuevo, del agua y del Espíritu (Juan 3.3-7), han nacido por la voluntad de Dios (Juan 1:13), tienen a Dios por Padre (Romanos 1:7, 1. Corintios 1:3) y llegan a ser hijos de Dios (Mateo 5:9, Lucas 20:36, Romanos 9:8, Gálatas 3:26, Filipenses 2:15, 1. Juan 3:2). El Padre ha demostrado su gran amor para que seamos llamados hijos de Dios (1. Juan 3:1), congregando en su iglesia a los hijos de Dios (Juan 11:52), y por eso todos los que son guiados por el Espíritu, estos son hijos de Dios (Romanos 8:14-21).

Aplicado a Jesús, el título Hijo de Dios, indica que el Dios único fue manifestado en carne como el hombre perfecto (Efesios 4:13), el hombre que debe ser nuestro modelo (Juan 13:15) y como quien debemos desear ser (Romanos 8:1, 15:17). Así como los hijos participaron de carne y sangre, el Padre también participó de lo mismo (Isaías 9:6, Miqueas 5:2) presentándose como el Hijo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es decir al diablo (Hebreos 2:14-15). El Dios invisible (1. Timoteo 1:17), al que nadie ha visto ni podrá ver (1. Timoteo 6:16), tomó un tabernáculo de carne para hacer su morada en medio de nosotros, y por eso el Padre moró o habitó en el Hijo (Juan 14:10), y en el cuerpo de Cristo habita toda la plenitud de Dios (Colosenses 2:9), porque esto agradó al Padre (Colosenses 1.19). Por medio de su manifestación como el Hijo (el hombre perfecto), el Padre se ha dado a conocer (Juan 1:18), porque el Hijo es la imagen del Dios invisible (2. Corintios 4:4, Colosenses 1:15), el resplandor de la gloria de Dios y la imagen misma de su sustancia (Hebreos 1:3). El Hijo es el medio que Dios escogió para hablarnos en estos postreros días (Hebreos 1:1-2).

“El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios (Hebreos 1:3), porque la asombrosa belleza de Dios, junto con todas sus perfecciones, se han hecho visibles únicamente en Cristo. El Hijo es la imagen misma de la sustancia de Dios (Hebreos 1:3) porque el Hijo es Dios Padre manifestado en carne (Juan 14:9). Así, no hay nada en Dios que no esté en Cristo, de manera que quien quiera ver al Padre sólo tiene que mirar a Cristo (Juan 10:30). En Hebreos 1:3, la palabra traducida como imagen viene del griego “kharaktér” que es un vocablo que designa la marca grabada que, como en un sello, representa los rasgos distintivos o característicos de algo. Por eso, Cristo es la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15), Dios está completamente revelado en Cristo y por eso en Cristo habita de manera corporal toda la plenitud de Dios (Colosenses 2:9)”
[3]

Dios prometió establecer el trono de su reino eterno, sobre el cual se sentaría un hombre justo, descendiente de David, y por tratarse del hombre perfecto, sería llamado Hijo de Dios. La promesa dada a David fue: “y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantaré de tu descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmaré su reino. El me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente. Yo le seré a Él por Padre, y Él me será a mi por hijo; y no quitaré de Él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti; sino confirmaré su trono eternamente y para siempre” (1. Crónicas 17:11-14). En la distancia se vislumbra al Mesías, quien daría el claro cumplimiento a esta profecía. Cristo, el Hijo de Dios, según la carne proviene del patriarca David, pero según su gran dignidad, es Dios sobre todas las cosas (Romanos 9:5).

El Hijo de Dios, siendo el hombre perfecto, sólo empezó su existencia real el día en que fue engendrado, pues estaba profetizado que sólo hasta el día de su engendramiento, Dios confesaría, “mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy” (Salmo 2:7). La palabra “hoy”, hace claridad sobre un tiempo específico en el que aparecería uno llamado Hijo de Dios. Así, de acuerdo con la Palabra de Dios, está claro que el Hijo fue engendrado en el tiempo y no en la eternidad. Se llama Hijo de Dios, porque Dios engendró en la virgen María, a esa humanidad en la cual Él mismo se iba a manifestar (Mateo 1:18-20). El Santo ser que nació fue llamado Hijo de Dios (Lucas 1:35). Dios no envió a ningún “Hijo preexistente” que habitaba en los cielos, pues el Hijo nació de mujer y bajo la Ley (Gálatas 4.4). No hay ningún “Hijo Eterno” (término extraño a la Biblia), pues el Hijo fue engendrado, mostrando claramente que tuvo un principio. La Biblia habla del Hijo engendrado, no de un “Hijo eterno”. Sin embargo, la Biblia si nos enseña que el Padre eterno se manifestó en carne como el Hijo (Isaías 9:6, 1. Timoteo 3:16), y por eso Hebreos dice: “Mas del Hijo dice: Tu trono oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino” (Hebreos 1:8).

Jesús como Padre ha existido desde toda la eternidad (Isaías 9:6, Miqueas 5:2, Juan 1:1-2), pero como el Hijo tuvo un comienzo y nació como un niño (Isaías 9:6, Lucas 2:7). Jesús como Padre nunca cambia (Hebreos 13:8), pero como el Hijo creció mentalmente, físicamente, espiritualmente y socialmente (Lucas 2:52). Jesús como Padre echa fuera demonios (Mateo 12:28, Juan 14:10), pero como el Hijo fue tentado por el diablo (Lucas 4:2). Jesús como Padre es el Pan de Vida (Juan 6:35) y alimentó milagrosamente a multitudes (Marcos 6:38-44, 52), pero como el Hijo tuvo hambre (Mateo 4:2). Jesús como Padre es el agua viva (Juan 4:14), pero como el Hijo tuvo sed (Juan 19:28). Jesús como Padre da reposo (Mateo 11:28), pero como Hijo se cansó (Juan 14:63). Jesús como el Padre calmó la tempestad (Marcos 4:39-41), pero como el Hijo durmió durante esa tempestad (Marcos 4:38). Jesús como el Padre contesta las oraciones (Juan 14:14), pero como Hijo oró (Lucas 22:41). Jesús como Padre sana los enfermos (Mateo 8:16-17; Juan 14:10, 1. Pedro 2:24), pero como Hijo fue herido (Juan 19:1-3). Jesús como Padre levantó de entre los muertos a su propia humanidad que tomó para manifestarse en carne (Juan 2:19-21; 20:9), pero como Hijo Él murió (Marcos 15:37, Romanos 5:10). Jesús como Padre perdona el pecado (Marcos 2:5-7), pero como Hijo Él fue el sacrificio para quitar el pecado del mundo (Hebreos 10:10-12). Jesús como Padre sabe todas las cosas (Juan 21:17), pero como Hijo no sabe todas las cosas (Marcos 13:32). Jesús como Padre tiene todo el poder (Mateo 28:18; Colosenses 2:10), pero como Hijo no tiene todo el poder (Juan 5:30). Jesús como Padre es el Rey de reyes (Apocalipsis 19:16), pero como Hijo es el Siervo Sufrido (Filipenses 2:7-8), etc.

“Lo que llega a parecer extraño o imposible si se aplica a un hombre común y corriente, llega a ser comprensible cuando se aplica a Jesús, quien al ser Dios manifestado en carne, es totalmente Dios y totalmente hombre. Cuando comprendemos que Jesús es simultáneamente el Padre y el Hijo, Dios y hombre, Espíritu y carne, alejamos cualquier turbación en el monoteísmo bíblico. Cuando leemos alguna declaración acerca de Jesús, debemos determinar si lo describe como Dios o como Hombre, o en otras palabras, como Padre o como Hijo. Las descripciones de Jesús como Padre o como Hijo, no deben llevarnos a pensar en dos dioses o en dos personas divinas, sino en el misterio de la piedad (1. Timoteo 3:16) o de la voluntad de Dios (Efesios 1:9), y es que Dios ha sido manifestado en carne”
[4]

Por no entender el significado bíblico de Hijo de Dios, los trinitarios andan en muchos errores y contradicciones. Por ejemplo, algunos declaran que cuando la Biblia dice que el Hijo murió (Romanos 5:10), que esto significa que una parte del dios trino murió. Un escritor trinitario hace gala de ese error, declarando:
“¿Es posible decir que Dios murió por nosotros? ¡Por supuesto! Si queremos ser más específicos, podemos decir que la 2da. Persona de la Trinidad, que es Dios, murió por nosotros” [5] Cuando aquel escritor trinitario sostiene que una de las supuestas personas trinitarias murió, lo que está exponiendo es que el dios trino es un ídolo y no el Dios eterno de la Biblia. Por el contrario la Santa Escritura enseña que cuando Cristo murió, murió como hombre y no como el Dios eterno, pues Dios no tiene ni principio ni fin y por lo tanto no muere. Dios fue manifestado en carne y fue en su humanidad que vio la muerte, nunca en su Divinidad.

Por no aceptar la clara verdad de la Escritura, el dogma trinitario declara otros exabruptos, como por ejemplo que el supuesto “Hijo trinitario” siempre fue omnipresente, pero aún así, al encarnarse no podía estar en todo lugar; que el “Hijo trinitario” siempre fue omnisciente, pero aún así no podía saberlo todo; y que el “Hijo trinitario” siempre fue omnipotente, pero aún así al encarnarse no tenía todo el poder. (Para mayor información, lea el libro titulado “La Trinidad; Un Dogma de Errores y Contradicciones” por Julio César Clavijo Sierra).

Por último, vale la pena recalcar que el conocimiento respecto al Hijo de Dios, solo puede conocerse a través de la revelación divina: “El les dijo: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne y sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (Mateo 16:15-17). También el Señor Jesús dijo: Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quien es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar (Lucas 10:22)


Notas

[1] Pablo Santomauro. “La Preexistencia de Cristo en Juan 1:1 y la Extraña Interpretación Unicitaria”

http://pastordanielbrito.wordpress.com/2009/01/05/la-preexistencia-de-cristo-en-juan-11-y-la-extrana-interpretacion-unicitaria/

Nota: Para una refutación de ese artículo, lea “La Trinidad y su Imaginación Politeísta de Juan 1:1”, escrito por Julio César Clavijo Sierra.
www.pentecostalesdelnombre.com/cara_a_cara.pdf

[2] Julio César Clavijo Sierra. Los Errores del Credo de Atanasio
www.pentecostalesdelnombre.com/atanasio.pdf

[3] Julio César Clavijo Sierra. Un dios Falso Llamado Trinidad. Pág. 357.
www.pentecostalesdelnombre.com/dios_trino.pdf

[4] Julio César Clavijo Sierra. Unicidad de Dios
http://unicodios.blogspot.com/2008/05/unicidad-de-dios.html

[5] Pablo Santomauro. Contestando Argumentos de los Pentecostales Unicitarios contra la Doctrina de la Trinidad - Parte 1
http://www.recursosevangelicos.com/showthread.php?threadid=10588

Nota: Para una refutación de ese artículo, lea el libro “La Trinidad: Un dogma de Errores y Contradicciones”, escrito por Julio César Clavijo Sierra.
www.pentecostalesdelnombre.com/trini.pdf

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domingo 7 de junio de 2009

Por Alfonso M. Suárez

Cada vez que las Escrituras Sagradas usan el término "Dios", es una referencia clara y general a su única (absoluta) naturaleza Divina, como el Espíritu Eterno (Hebreos 9:14), y eso está en completa armonía con lo que dice en Juan 4:24, "...Dios es Espíritu...", y también con Lucas 24:39, de que el espíritu (de los hombres o Dios), "...ni tiene carne, ni huesos...", por lo tanto, cuando usamos el término inspirado Dios, nos estamos refiriendo directamente a Él como ESPÍRITU; y es más, como Él no solo es "Espíritu", sino que su principal atributo perfecto y divino es SANTO, por eso es que las mismas Escrituras lo llaman:

"...Dios santo..." (Josué 24:19),

Y el "…Santo de Israel..." (Isaías 12:6),

Por ser Espíritu, es también el mismo Dios que puso su Espíritu (su presencia) en medio de su pueblo de Israel:

"..dónde [está] el que puso en medio de él [su pueblo] su Espíritu Santo? ..." (Isaías 63:11).

Y también angustiado, porque "...hicieron enojar su Espíritu Santo..." (Isaías 63:9).

De manera que, cuando las Escrituras hablan de "Dios" y del "Espíritu Santo", están hablando de UNO SOLO y EL MISMO, pues
Dios es Espíritu y su Espíritu es Santo, así tan sencillo.

Por eso cuando Joel profetizó que Dios dijo: "...derramaré de
mi Espíritu sobre toda carne..." (Joel 2:28), no se estaba refiriendo a que "otro" Espíritu vendría, sino que Él mismo Dios vendría a los corazones de los creyentes. La misma Biblia dice en la Unidad del espíritu y la Unidad de la fe, que no hay más que UN SOLO Espíritu (Efesios 4:3-6), por el cual todos los que hemos creído en esta dispensación de la Gracia, somos sellados para el día de redención. Pablo lo reconfirmó al decir:

"...Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y
el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones..." (2. Corintios 1:21-22)

Y como Pablo tenía la revelación del misterio de la voluntad de Dios o de la piedad, también podía decir:

"...Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones..." (Gálatas 6)

Porque el Espíritu del Hijo, es el sólo y único Espíritu Santo.

Y remata diciendo:

"...13 Porque por
un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu..." (1. Corintios 12:13)

Asi que no hay ni "dos" ni "tres" "Espíritu Santos", solamente Uno. También
el Espíritu Santo no es un pajarito o una paloma (símbolo usado como señal para Juan, no para recibirlo), y menos el Espíritu Santo es una "tercera persona", dentro de Dios, sino Dios mismo. Es el mismo Señor Jesucristo, ahora, en este tiempo de la Gracia, llenando nuestros corazones:

"...Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros...." (Juan 14:16-18).

Jesús, "...Dios, manifestado en carne..." es el Hijo; pero en su naturaleza Divina es el Espíritu de verdad (el Espíritu Santo), y solo Dios es la verdad.

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viernes 5 de junio de 2009

Por José de la Cruz Ríos
Tomado del Capítulo 9 "La Diestra de Dios"
del Libro Tratado Sobre La Divinidad


Literalmente y aplicada a las cosas de los hombres, "diestra" significa: "derecha"; ya sea para indicar una dirección, o un lado. Ejemplo, Gén.24:49, donde vemos que el criado de Abraham fue en busca de esposa para Isaac; él habla de "diestra" o "siniestra" (derecha o izquierda) como dirección (una de las dos) que debe tomar para seguir su camino.

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También leemos en 2ªSam.20:9, "Y tomó con la diestra la barba de Amasa, para besarlo"; claramente se refiere a su mano derecha.

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En 1ªRey.2:19, leemos que Salomón hizo traer una silla que se colocó a la derecha suya paraque en ella se sentase Betsabé, su madre, "la cual se sentó a su diestra", indicando el lado derecho. Ese es el uso que comúnmente le damos a la palabra "diestra".

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También es un uso que se le da al término aplicado a algunas de las manifestaciones de Dios. Ejemplo:

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Jesús como hombre tenía mano derecha, y lado derecho; es decir, una "diestra". En Mat.20:20-23, observamos que Jesús, además de tener una "diestra", también tenía "siniestra": una izquierda.

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La aplicación de la palabra "diestra" con relación a Dios en su Espíritu: en su Deidad, cambia de significado. Ya no indica simplemente un lado: a la derecha. La razón principal es, porque Dios es Espíritu. ¿Dónde está la "derecha" o la "izquierda" del Espíritu de Dios? Veamos algunos pasajes bíblicos donde hallamos la palabra "diestra" y el significado correcto de la misma, en referencia a Dios como esencialmente Espíritu y en referencia a hombres:

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- Ex.15:12, "Extendiste tu diestra; la tierra los tragó". Aquí, "diestra de Dios" es usada para indicar la realización de un acto portentoso: demostración de Gran Poder.

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- Sal.89:25, "Sobre los ríos su diestra". Aquí se indica el poder de David como rey y es algo muy especial.

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- Sal.89:42, "La diestra de sus enemigos".Es una referencia al poder de los enemigos del rey.

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- Sal.109:31, "La diestra del pobre". Se refiere al poder del pobre.

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Como puede notarse en los pasajes bíblicos citados, la palabra "diestra",aunque referida a hombres, significa lo mismo que para Dios, pero no es aplicada para señalar un lado físico-espacial del hombre, ni de Dios, sino que indica el poder que había en ellos, o les era atribuido. Es igual en lo referente a Dios. Otros textos sobre el mismo asunto:

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- Sal.110:1, "Siéntate a mi diestra". Aquí, "diestra" se refiere al poder y no a un lado.

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- Sal.144:8, "Diestra de mentira". Se refiere al poder de los extraños, o enemigos.

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Varios pasajes del Nuevo Testamento nos indican que Jesús se sienta o está a la "Diestra" de Dios:

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- Mat.26:64, "Sentado a la diestra de Dios".La referencia es a estar posicionado sobre el Poder Divino.

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- Marc.16:19, "Se sentó a la diestra de Dios". Indica que Jesús tomó el Poder de la Deidad.

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- Hch.2:34, "Exaltado por la diestra de Dios".Significa: por el Poder de la Deidad.

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- Hch.7:55-56, "A Jesús a la diestra de Dios". Señala al Trono del Poder de la Deidad.

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- Ef.1:20, "A su diestra en lugares celestiales". Es una referencia al Poder celestial.

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- Col.3:1, "A la diestra de Dios".Quiere decir en el Poder Divino.

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-Ap.1:17, "Puso su diestra".Se refiere a una manifestación del Poder Divino sobre el apóstol, para fortalecerlo.

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"Diestra" no significa solamente "derecha", o un lado, o una dirección física-literal. Bíblicamente el término tiene más de un significado; también se refiere a "poder".

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Ahora bien: si Dios es Espíritu (Jn.4:24), ¿cómo podría determinarse su "mano derecha", o "lado derecho"? Por ser Espíritu, Dios no tiene manos ni lados derechos o izquierdos. La Biblia dice: "A Dios nadie le vio jamás" (Jn.1:18). Luego entonces, ¿cómo saber a qué lado de Dios colocarse?

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Jesús a la "diestra" del Padre, significa que Él está apropiado de la Deidad."En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad (Col.2:9). ¡Él actuará sólo con el Poder de Su Divinidad! Interpretar la frase "la diestra de Dios" como "la mano derecha" física de Dios es un error. La descripción de Jesús a "la diestra de Dios", en la Biblia, es figurativa, o simbólica; a veces puede ser una expresión de sentido poético; pero nunca tiene un sentido físico o corporal.

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Bíblicamente la palabra "diestra" puede significar fuerza, importancia, poder y preeminencia.

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Creemos que Jesús no está sentado a un "lado derecho" físico –la derecha- del Trono de Dios, sino que Él detenta todo el Poder de Dios. ¡Eso es la Diestra de Dios! 1ªPed.3:22, "quien (Jesús) habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades."

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La expresión "se sentó" indica que la obra sacrificial de Jesús fue consumada: está acabada y completa.

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Por eso leemos así en Heb.1:3, "El cual siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas".

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Y en Heb.10:11-12, "Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios".

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De modo que "la diestra" demuestra y revela la Omnipotencia y la Deidad absoluta de Jesús, y justifica el mensaje de Un Solo Dios en Cristo.

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miércoles 3 de junio de 2009

Por Julio César Clavijo Sierra


En Juan 1, el Verbo o la Palabra de Dios, es una referencia a la Palabra Eterna o al Plan Eterno (que Dios tuvo antes de crear todas las cosas), de revelarse o darse a conocer al hombre (Salmo 119:89, Mateo 24:35, 1. Pedro 1:23). La Palabra o Razón de Dios, estaba con Dios y pertenecía a Dios, de la misma manera en que la palabra o razón de un hombre pertenece a ese hombre.


La Palabra Eterna estaba relacionada con Dios, y la Palabra Eterna era Dios mismo, porque todo el plan eterno consistía en la revelación futura de Dios. Desde la Eternidad, Dios planificó su revelación a los hombres, viendo claramente en un tiempo futuro su propia manifestación en carne, y por eso el apóstol Juan dijo que la Palabra (Logos, Verbo) era Dios mismo.


El concepto de Palabra de Dios, expresa la comunicación de la mente y de los propósitos de Dios al hombre por medio de su auto-revelación. (Jeremías 7:1, Oseas 1:1, Joel 1:1, Miqueas 1:1, Sofonías 1:1). Por eso la Palabra es el Dios que se revela o se da a conocer al hombre, siendo la misma revelación de Dios, la autoexpresión de Dios, o Dios en su acción reveladora.


Dios reveló al hombre ese plan de manera progresiva. Así, el Antiguo Testamento es revelación divina, pero como preparación, como promesa, como profecía, como sombra y figura de lo que habría de venir (Hebreos 8:5); mientras que el Nuevo Testamento es la plenitud de la revelación divina, pues en él, Dios nos habla por medio de su Palabra (Verbo, Logos) hecha carne (Juan 1:14). En la plenitud del tiempo, Dios puso carne en su Palabra (Gálatas 4:4); Él se reveló en carne en la persona de Jesucristo. 'El verbo se hizo carne' (Juan 1:14). 'Dios se manifiesto en carne' (1. Timoteo 3:16). La Palabra eterna se reveló en el Hijo engendrado. Jesucristo es la Palabra Divina hecha carne, que resume todo lo que Dios deseaba decirnos. Jesucristo mismo confesó: "La palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió" (Juan 14:24).


En estos últimos días Dios decidió hablarnos por Cristo el Hijo (el Hombre perfecto) quien es el que da razón a la existencia del universo (Hebreos 1:2). Dios se pronunció a sí mismo por medio de la Palabra que sale de su boca, y por eso el capítulo 1 de Juan, nos enseña que la Palabra de Dios creó todo cuanto existe, y que la Palabra fue hecha carne y habitó entre nosotros como el hijo unigénito del Padre, el varón perfecto (Efesios 4:13).


Nota


Para mayor información, lea el artículo “La Trinidad y su Imaginación Politeísta de Juan 1:1”, y vea la enseñanza en video “Unicidad de Dios - Juan 1 - Verbo de Dios”, por Julio César Clavijo Sierra.

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lunes 1 de junio de 2009

Por Alfonso M. Suárez

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén. (2. Corintios 13:14).

Las EPÍSTOLAS ó CARTAS APOSTÓLICAS, no fueron escritas por trinitarios, ni para trinitarios, porque en todo el tiempo de la iglesia primitiva y de los apóstoles, no existía el dogma católico romano de la "trinidad", de manera que ellos no escribieron a ningún creyente "trinitario" pues todos eran del Nombre de Jesús, ¡Aleluya!

Cuando los apóstoles: Pablo, Pedro, Juan, Santiago (Jacobo) y Judas (hno. de Jacobo) escribieron sus cartas, las dirigieron a congregaciones ya establecidas por toda la tierra de Israel comenzando desde Jerusalén, etc., y por muchas partes del entonces Imperio Romano; y fueron escritas también a líderes fieles como Timoteo y Tito, con el único propósito de darles instrucciones a los que habían sido arrepentidos, bautizados en su Nombre y llenos con el Espíritu Santo, sobre cómo vivir la nueva vida en Cristo en lo relacionado a:

- cómo adorar
- cómo ser fieles en todo
- cómo ser ejemplo
- como enseñar
- cómo confiar
- cómo ser "...santos y sin mancha en este mundo..."
- cómo estar alertas para su venida
- etc.

De manera que las epístolas son para nosotros, los que hemos creído y obedecido, para que sepamos cómo vivir la vida cristiana, hasta que el Señor de la Iglesia venga por nosotros. Amén!

Pero en el Siglo III, con el surgimiento (ó aparecimiento) de "otra doctrina", que fue catalogada por sus propios seguidores como un "misterio inexplicable", se introdujo una "nueva" terminología, que desembocó en lo que ya todos conocemos como "teología trinitaria", la cual hízo una revisión arbitraria de la Santa Escritura, y finalmente esa nueva corriente "cristiana", instituyó de manera oficial el dogma de trinidad, apoyada por el gobierno pagano de Roma, y catalogaron a esa falsa enseñanza, como la doctrina central del cristianismo, en los años 325 d.C. y 381 d.C. respectivamente. Luego, en el Siglo V, se promulgó en su forma definitiva por medio del Credo de Atanasio, y así ha quedado 1500 años después de haberla establecido.

Dentro de ese océano de términos y reinterpretaciones trinitarias de las Escrituras, apareció el término
"doxología", para decirnos que significaba sencillamente una corta alabanza a Dios al final de un escrito, un himno o párrafo relativo a la Divinidad.

Pero, lo que no está bien es ir más allá de lo que las terminaciones de esos escritos o párrafos dicen, para enseñar erróneamente un concepto falso a los creyentes, como lo hace el siguiente artículo tomado de un sitio católico romano:

"...Los ejemplos más tempranos son dirigidos a Dios el Padre solo, ó para Él a través del Hijo (Romanos 16:27; Judas 25; I Clemente 41;Mart. Poly., xx; etc.) y en dentro (en) o con (syn, meta) el Espíritu Santo (Mart. Polyc.,xiv, xxii, etc.) La forma del bautismo (Mateo 28:19) había establecido un eje de nombrar las Tres Personas en orden paralelo..."
http://www.newadven t.org/cathen/ 05150a.htm

La anterior declaración católica romana, ya distorsiona el término sencillo "Doxología", para rodearlo de una "declaración" trinitaria, que los apóstoles no le dieron a las terminaciones de sus escritos que dirigieron a las iglesias y a algunos líderes cristianos.

"En esos... versículos [2. Corintios 13:14], el apóstol Pablo anima a los hermanos a tener gozo, a perfeccionarse en la fe, a que se consuelen y se animen los unos a los otros, y a que vivan en armonía y paz manteniendo la comunión los unos con los otros (2. Corintios 13:11). Esa comunión entre hermanos
solo es posible si nos mantenemos en la gracia de Dios que fue provista a la humanidad, cuando Dios fue manifestado en carne. Sólo aquel que vive bajo la gracia puede tener un adecuado conocimiento del amor de Dios, quien hizo todo lo necesario para proveernos su grande salvación. Además, la comunión con Dios y con los hermanos sólo es posible por el bautismo del Espíritu Santo que Dios ha dado a los que le obedecen (Hechos 5:32), “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo… y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” (1. Corintios 12:13). Así, nada de ese texto es trinitario, pues la trinidad es una enseñanza ajena a la Escritura." (Julio César Clavijo Sierra. Un dios Falso Llamado Trinidad. p. 407-408. www.pentecostalesdelnombre.com/dios_trino.pdf )

Deseamos mostrarles cada una de estas "doxologías", para que usted mismo note que nunca hubo una "insinuación" ó "repetición" trinitaria de ninguna "persona" divina y distinta como lo afirma la reinterpretación de la Biblia hecha por el catolicísmo romano, y ahora evangélico-trinitaria. Antes por el contrario, frecuentemente se hace referencia a la gracia, a la paz y a la fe, que hemos recibido desde que Dios se manifestó en carne como Jesucristo.

Párrafos finales de cada una de las epístolas escritas por los apóstoles:

Doxología final: Romanos 16:27
"...al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén"

Doxología final: 1. Corintios 16:22-24
"El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene.
La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros. Mi amor en Cristo Jesús esté con todos vosotros. Amén"

Doxología final: 2. Corintios 13:14
"
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén."

Doxología final: Gálatas 6:18
"Hermanos,
la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén."

Doxología final: Efesios 6:23-24
"Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén."

Doxología final: Filipenses 4:23
"
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén."

Doxología final: Colosenses 4:18
"La salutación de mi propia mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones.
La gracia sea con vosotros. Amén."

Doxología final: 1. Tesalonicenses 5:18
"
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén."

Doxología final: 2. Tesalonicenses 3. 18
"
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén."

Doxología final: 1. Timoteo 4:20-21
"Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe.
La gracia sea contigo. Amén."

Doxología final: 2. Timoteo 4:22
"El Señor Jesucristo esté con tu espíritu.
La gracia sea con vosotros. Amén."

Doxología final: Tito 3:15
"Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe.
La gracia sea con todos vosotros. Amén."

Doxología final: Filemón 1.
"
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén."

Doxología final: Hebreos 13:20-25
"Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno...Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan.
La gracia sea con todos vosotros. Amén."

Doxología final: Santiago 5:19-20
"Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados."

Doxología final: 1. Pedro 5:14
"Saludaos unos a otros con ósculo de amor.
Paz sea con todos vosotros los que estáis en Jesucristo. Amén."

Doxología final: 2. Pedro 3:18
"Antes bien,
creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén."

Doxología final: 1. Juan 5:20-21
"Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén."

Doxología final: 2. Juan 1:13
"Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan. Amén."

Doxología final: 3. Juan
" La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda tú a los amigos, a cada uno en particular."

Doxología final: Judas
"Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén."

Doxología final: Apocalípsis 22:20-21
"El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén."

Como ustedes notarán la expresión "...
la gracia...", es decir, la bondad, la benevolencia, la benignidad de Dios, es la más usada en cada una de las expresiones de Pablo, a la cual encomienda a todos los hnos, para enfatizar el perdón, la misericordia y el amor que Dios le demostró a él, cuando era un asesino y blasfemo. Nunca Pablo ni los demás usaron esas terminaciones de sus cartas para "enfatizar" ninguna "trinidad", menos para hablar de "tres" personas divinas y distintas, que ellos nunca conocieron ni predicaron.


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