IGLESIA PENTECOSTAL UNIDA DE COLOMBIA LA PINTADA ANTIOQUIA COLOMBIA

SOMOS UNA PAGINA CRISTIANA PARA LA HONRA Y GLORIA DE JESUCRISTO

martes, 2 de febrero de 2010

ACADEMICOS CONFIESAN QUE LA TEORIA DE LA TRINIDAD NO ES BIBLICA


Académicos Trinitarios Confiesan que La Teoría de la Trinidad no es Bíblica

Por Julio César Clavijo Sierra
Con un fragmento del capítulo 1 del libro "Un dios Falso Llamado Trinidad"


La Trinidad es el dogma que proclama que Dios es la unidad de tres "algos" (como dice el neotrinitarismo) o tres personas divinas (como dice el trinitarismo clásico), que son coiguales y coeternas, y que han compartido su gloria y un amor mutuo desde toda la eternidad. No obstante, dichas declaraciones trinitarias no se encuentran en la Biblia. No hay ni una sola porción de la Escritura que diga que Dios existe como la unidad de tres "algos" divinos. Ninguna porción de la Escritura hace cualquier declaración trinitaria. Si los trinitarios realmente amaran la Escritura, solo podrían aceptar lo que ella declara explícitamente: Que hay un solo Dios que es Espíritu (Juan 4:24) y que se manifestó en carne [la manifestación en carne es llamada el Hijo - Lucas 1:35] para venir a salvarnos por amor a nosotros (Isaías 9:6, Mateo 1:23, 1. Timoteo 3:15-16). El trinitarismo es una herejía que esconde de los hombres el misterio de la piedad o de la misericordia de Dios.

El trinitario promedio asume que la trinidad está en la Biblia, porque ha sido engañado para que piense que los Credos Ecuménicos (especialmente el Credo de Atanasio) son una correcta conclusión de la enseñanza bíblica sobre Dios. Por eso cuando ellos leen la Biblia, ya no permiten que la Biblia hable por sí misma (Sola Escritura), sino que la reinterpretan acomodándola a su dogma preconcebido. Por eso cuando ellos leen en la Biblia cualquier referencia a Dios como Padre, como Espíritu, o a su manifestación en carne como el Hijo, ellos asumen ilegítimamente que estas son referencias al "Padre trinitario", al "Hijo trinitario" y al "Espíritu trinitario" que aparecen en el Credo de Atanasio, y por eso no han podido entender el correcto significado de las referencias bíblicas a Dios por medio de aquellos títulos.

No obstante, los propios académicos trinitarios son conscientes de que ninguna parte de la Escritura expresa los argumentos trinitarios, pero lamentablemente aceptan dogmáticamente aquella doctrina aun sin apoyo bíblico. Reconocidos escritores trinitarios (de las corrientes católica y protestante), han afirmado que el dogma de la trinidad no es parte del Texto Sagrado, sino que es el resultado de un desarrollo muy posterior a la fecha en que la Biblia fue terminada de escribir.

El escritor trinitario Pablo Santomauro, intentando refutar nuestros planteamientos, lo único que logró fue convertirse en víctima de sus propias palabras, dándonos la completa razón cuando acepta que ninguna parte de la Biblia expresa que "hay un Dios en tres personas distintas". También cuando sin ningún temor por la Palabra de Dios, se atreve a decir que la enseñanza que la Biblia nos revela acerca de Dios es infantil, embrionaria o como un capullo de doctrina que necesitó madurarse con el pensamiento de hombres que vivieron en un periodo extrabíblico hasta poder formular que Dios era una trinidad. Además cuando concluye que la doctrina infantil de la Biblia, debe ser interpretada con los ojos maduros de los Credos Ecuménicos que son la flor doctrinal. Las declaraciones de Pablo Santomuaro deben ser rechazadas por cualquiera que crea que la Biblia es la revelación definitiva, madura y completa de Dios, y por ende no era susceptible de ningún desarrollo posterior. Veamos algunas palabras de Pablo Santomuaro.

"…la doctrina de la Trinidad no aparece totalmente formada… en la Biblia" "…todo trinitario acepta que en el AT [Antiguo Testamento] la doctrina no aparece definida en una fórmula que podamos poner en un pizarrón [es decir, que pueda ponerse por escrito]". "Todo esto es una cortina de humo con el fin de evitar discutir si la doctrina [de la Trinidad] puede o no encontrarse en el Nuevo Testamento en la etapa de su infancia". "Clavijo trata de presentar a un autor (Scholwalter) como alguien que afirma que la Trinidad no está en el Nuevo Testamento ni siquiera en forma embrionaria. Como vemos en el texto inmediato, la realidad muestra lo contrario". "La formulación de la doctrina de la Trinidad [en los credos de Nicea (325 d.C.), Constantinopla (381 d.C.) y Atanasio (aprox. 470 d.C.)] es la flor que se abrió del capullo que se encuentra en la Biblia". "Las Formulaciones post-bíblicas de la Trinidad [en los credos de Nicea, Constantinopla y Atanasio] deben ser apreciadas como parte de la progresión histórica de la doctrina que fue revelada originalmente en el Nuevo Testamento". [Pablo Santomauro. La Deshonestidad Intelectual de los Pentecostales Unicitarios. Recursos Cristianos Iglesia Triunfante. http://www.recursosevangelicos.com/showthread.php?threadid=10595] [Nota: Para ver una refutación completa a ese artículo, lea el material titulado: "Pablo Santomauro y su Falso Testimonio de Deshonestidad Intelectual", que también se ha titulado "La Honestidad Intelectual de los Pentecostales del Nombre de Jesús", en http://www.pentecostalesdelnombre.com/honestidad_pentecostales.pdf]

A continuación colocamos un fragmento del capítulo 1 del libro "Un dios Falso Llamado Trinidad", que presenta a varios académicos trinitarios, tanto católicos romanos como protestantes, confesando que el dogma de la Trinidad no es bíblico. [Todos los resaltados de las citas, son nuestros]

EL ARGUMENTO TRINITARIO
-
Presentamos a continuación unas palabras que se encuentran en una reconocida obra de "teología", donde el escritor (quien es un destacado teólogo trinitario) asegura que ni la palabra trinidad, ni la "doctrina" de la trinidad se encuentran en las páginas de las Sagradas Escrituras. El escritor reconoce que la "doctrina" de la trinidad es una "conclusión sacada inductivamente", frase acuñada para justificar el uso de la imaginación (o reinterpretación) trinitaria. Además asegura que "la doctrina de la trinidad no se apoya exactamente en la misma base como las doctrinas formalmente enunciadas", por lo cual reconoce que la Biblia cuenta con doctrinas claramente establecidas de las cuales la trinidad no hace parte. Aun con todo y eso, expresa "reclamamos para ella una autoridad igual" y "Estas afirmaciones han de ser recibidas por todos los que conocen las Escrituras como regla de fe". Veamos esa declaración:

"Reconociendo que la palabra trinidad no se encuentra en el Texto Sagrado y que la doctrina que representa tampoco es enseñada directamente, el Dr. W. Lindsay Alexander afirma:


"Pero aunque una verdad no esté formalmente anunciada en la Escritura, puede estar implicada en las afirmaciones de la misma que llegan a ser la expresión propia y necesaria de estas afirmaciones. En este caso la doctrina es una conclusión sacada inductivamente de lo que anuncia la Escritura, así como una ley natural – como la de la gravitación – es una enseñanza de la naturaleza. Entonces, mientras admitimos que la doctrina de la trinidad no se apoya exactamente en la misma base como las doctrinas formalmente enunciadas de la Escritura; reclamamos para ella una autoridad igual sobre la base de que está implicada en los aciertos de la Escritura, y es la propia evolución y expresión de ésta. Como una doctrina es una inducción humana de las enseñanzas de la Escritura; pero siendo hecha imparcialmente la inducción, es tanto una enseñanza de Dios en su Palabra como lo es cualesquiera otra de las doctrinas que El ha anunciado formalmente allí.

Los fenómenos (para usar fraseología baconiana) con los que aquí tenemos que tratar son, por una parte, el hecho claramente revelado que hay un solo Dios; y, por otra parte, la no menos claramente revelada verdad de que hay tres a quienes se les asignan los atributos y las cualidades de Deidad en el más alto grado, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Estas afirmaciones han de ser recibidas por todos los que conocen las Escrituras como regla de fe: la cuestión es: ¿Cómo han de ser construidas como tales, sin hacer injusticia a ninguna, para obtener una justa y armoniosa expresión de la verdad completa contenida en ellas?" (System of Biblical Theology, I, 94, 95)"
[Lewis Sperry Chafer, D.D. litt. D. Teología Sistemática. Introducción al Trinitarismo. Tomo I. Volumen I. Capítulo XVII, pág. 279. Traducido por Veis Carballosa, Rodolfo Mendieta P, M. Francisco Liévano R.]

LA TRINIDAD, NO SE ENCUENTRA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Seguidamente, vamos a presentar cinco declaraciones hechas por escritores trinitarios, que afirman que la trinidad es una enseñanza que no se encuentra ni es explícita en el Antiguo Testamento. Por favor, no pierda de vista que estas declaraciones provienen de escritores trinitarios.

Primera declaración:

"El Antiguo Testamento no nos dice que en Dios hay un Padre, persona distinta de las otras dos, dícenos que Dios es Padre… El impío, el que no observa la Ley de Yahvé, no puede ser llamado su hijo. El hombre justo, por el contrario, tiene a Dios por padre, es un «hijo de Dios»… Sobre unas 2.000 veces, en el Antiguo Testamento Dios es llamado «Elohim». Todo el mundo está de acuerdo en reconocer que este nombre, que es un plural, no significa nada en contra del monoteísmo de Israel. Por el contrario, los exegetas ven más bien en él un plural de intensidad o de excelencia y de majestad, significativo de que el Dios de Israel es el único Dios verdadero. Pero en modo alguno cabe sospechar en él una revelación, siquiera oculta, de la Trinidad. Los semitas carecían del sentido de tal misterio, para comprometerse en ese camino. Por la misma razón no se puede admitir tampoco que Génesis, 1, 26, donde Dios-Elohim dice: «Hagamos un hombre», sugiera una deliberación de las tres divinas personas. Si dicho plural es atribuido a Dios, es para subrayar que es un viviente y que, ante la importancia de la obra que va a realizar: el hombre, su libertad se determina bajo la guía del amor" [Bernard Piault. El Misterio de Dios, Uno y Trino. Capítulo 1. Versión en línea. Edit. Casl I. Vall. Andorra 1958. http://www.mercaba.org/FICHAS/TRINIDAD/misterio_dios_uno_trino_01.htm] "es una cosa buena para examinar la revelación que Dios hizo a las personas judías en el Antiguo Testamento. Nosotros no encontraremos en él una lección de Trinidad – no hay ninguna" [Bernard Piault. Enciclopedia del Siglo Veinte del Catolicismo. Qué es la Trinidad. Vol. 20]

Este escritor habla con toda honestidad. El Antiguo Testamento no trae ni una sola lección de trinidad. El pueblo de Israel jamás conoció esa enseñanza. La trinidad es una enseñanza ajena al Antiguo Testamento. Aún así, Bernard Piault, se refiere a una cierta sospecha de revelación oculta de la Triniiad, porque él intenta reinterpretar algunas porciones del Antiguo Testamento, para amoldarlas a las declaraciones del Credo de Atanasio.

Segunda declaración:

"La doctrina del Dios Triuno posee una historia asombrosa. Convencido que esta doctrina es una doctrina cristiana que se originó en la revelación divina, yo comienzo a estudiar en el registro auténtico de la revelación divina que se encuentra en los sagrados escritos del Antiguo y Nuevo Testamento ¿Qué nos cuenta el Antiguo Testamento sobre Dios? Nos dice que hay un Dios, un Dios maravilloso de vida, de amor, de rectitud, de poder, de gloria y de majestad, que es el creador y Señor de todo el universo, que está intensamente interesado en las diminutas personas de Israel. Nos cuenta acerca de su Palabra, de su Sabiduría, de su Espíritu, del Mesías que enviará, de un Hijo de Hombre y de un Sirviente Sufrido por venir. Pero no dice explícitamente nada, ni siquiera implícitamente, acerca de un Dios Triuno que es Padre, Hijo y Espíritu santo… en ninguna parte hace que nosotros encontremos cualquier doctrina trinitaria de tres personas distintas con vida divina y actividad en la misma Deidad" [Edmun J. Fortman. El Dios Triuno, pág. 6. Baker Book House, Grand Rapids, MI. 1972]
-
Aún cuando el escritor anterior afirma que está convencido de que la trinidad es una doctrina cristiana que se originó en la revelación divina, tiene que concluir que el Antiguo Testamento no habla ni de manera implícita, ni de manera explícita acerca del dios trino. Así, no puede afirmar más de lo que la Biblia enseña. Al mirar con sumo cuidado el Antiguo Testamento, no podemos concluir que en alguna porción se enseñe la "doctrina" trinitaria, pero sí podemos encontrar la preciosa verdad de que existe un Dios maravilloso de vida, de amor, de rectitud, de poder, de gloria y de majestad, que es el Señor de todo el universo.

Tercera declaración:

"Trinidad: (1) En el Antiguo Testamento. Como reconocen la mayoría de los padres de la iglesia, el dogma cristiano de la trinidad, no fue conocido por el Antiguo Testamento. Algunos santos padres y muchos teólogos creen hallar el dogma cristiano en aquellos pasajes de la Escritura que introducen a Dios hablando en plural (Gén. 1:26, 3:22, 11:7, Is. 6:8), en las teofanías bíblicas (Gén. 16:7-13, 18:1-22, 21:11-13), en la invocación «santo» tres veces repetida (Is. 6:3) o en el sal. 77:7s, así como en Dt. 6:4. Con más frecuencia consideran padres y teólogos al ángel de Yahvéh, la palabra de Dios y, sobre todo, la sabiduría de Dios como personas divinas o hipóstasis, y los lugares correspondientes como una revelación, siquiera inicial, del Hijo de Dios. De igual modo entienden también los pasajes en que se habla del Espíritu Santo de Dios (Is. 62,1, Sal. 51:13; sab. 1:5, 7:22, 9:17, cf. Dan 4:5s 15, 5:11s). Sin embargo, como los métodos de la exégesis filológica e histórica prohiben introducir en la interpretación del Antiguo Testamento ideas del Nuevo Testamento, todos los datos citados han de interpretarse con la mayor reserva y a lo sumo pueden estimarse como preparación remota del dogma cristiano de la revelación bíblica progresiva." [Herbert Hoag. Diccionario de la Biblia. Edición castellana preparada por el R.P. Serafínde Ausejo, O.F. M, CAP. Profesor de Sagrada Escritura. La base de la presente edición es el Bibel – Lexicon que publicó en alemán el Dr. Herbert Hoag. págs. 1967-1968. Editorial Herder. Barcelona 1978. Trinidad]

Esta porción trae declaraciones bastante interesantes. El escritor afirma que la mayoría de los llamados "padres de la iglesia", que son los padres de la iglesia católica, con todo y ser trinitarios, afirmaron que el dogma de la trinidad no fue conocido en el Antiguo Testamento. También afirma que los pocos "padres" que creyeron encontrar esa enseñanza en el Antiguo Testamento, hicieron lo mismo que han hecho algunos teólogos, y es hacer interpretaciones bastante reforzadas de algunos textos, en los que introducen el dogma de la trinidad que supuestamente aprendieron del Nuevo Testamento. No obstante, esta última declaración, es solo un intento desesperado de justificar el dogma extrabíblico de la trinidad, pues este no se encuentra ni el Antiguo ni en el Nuevo Testamento.

Cuarta declaración:

"La exégesis católica viene a coincidir en estos dos puntos: a) La Trinidad no pertenece a la fe del pueblo de Israel por no haber sido propuesta con la suficiente claridad en el Antiguo Testamento. b) En algún modo se le preparaba para recibirla, en cuanto ciertos elementos del misterio están indicados, tanto que en el Nuevo Testamento nos da la plena exposición de la doctrina contenida en el Antiguo Testamento." [Enciclopedia de la Biblia (Sexto Volumen Q-Z). pág. 1107. Ediciones Garriaga, S.A. Barcelona, Segunda Edición, 1969]

Esta declaración trae verdad y mentira. La verdad que contiene, es que afirma que la trinidad no pertenece a la fe del pueblo de Israel y tampoco fue propuesta en el Antiguo Testamento. La mentira que contiene, es que da a entender que la trinidad si está plenamente expuesta en el Nuevo Testamento, pero esta declaración es falsa, pues en ningún lugar del Nuevo Testamento se encuentra si quiera, la más sencilla declaración trinitaria que afirma: "un Dios en tres personas".

Quinta declaración.

"La revelación de la Trinidad es algo específico del Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento hay sólo insinuaciones o, por mejor decir, indicios que, a la luz de la revelación del Nuevo Testamento, y según las interpretaciones de los Padres a algunos pasajes, pueden tomarse como gérmenes de explicitación de lo que es la misteriosa vida divina...
1. Antiguo testamento. Diversos Padres de la Iglesia han querido ver en los textos en que se emplea el plural con relación a Dios (especialmente en los textos del génesis que narran la creación) y en algunas teofanías un preanuncio de la Trinidad. No parece, sin embargo, que ahí se encuentre una insinuación del misterio (se trata más bien de un plural mayestático); de modo que los comentarios patrísticos deben ser interpretados como acomodaciones hechas a la luz del Nuevo Testamento."
[Ediciones Rialp. Sección Trinidad Santísima I. Sagrada Escritura, Tradición y Magisterio. A. Revelación del Misterio Trinitario Gran Enciclopedia Rialp: GER Editor: Madrid: Rialp, 1989-1991 imp.]

Esta declaración trae inmersas verdad y mentira. La verdad que contiene, es que afirma que en el relato de la creación en el que Dios dijo: "hagamos al hombre" no se está hablando de ninguna trinidad, sino que se trata más bien de un plural mayestático. La mentira que contiene, es que afirma que algunas declaraciones del Antiguo Testamento pueden tomarse como el origen o el inicio para la idea trinitaria que según ese escritor, sí aparece clara en el Nuevo Testamento. Tal y como hemos expuesto, la "doctrina" de la trinidad no aparece ni explícita ni implícitamente, ya sea en el Antiguo o en el Nuevo Testamento. Ninguno de estos dos Testamentos expresa si quiera la más sencilla declaración trinitaria que dice: "un Dios en tres personas". La trinidad es una enseñanza falsa. (Para mayor información, vea el Capítulo 12. Pasajes Controversiales del Antiguo Testamento).

LA TRINIDAD NO SE ENCUENTRA EN EL NUEVO TESTAMENTO

A continuación veremos cinco declaraciones de escritores trinitarios de las ramas protestante y católica que afirman que la trinidad no se encuentra en el Nuevo Testamento. No perder de vista que son escritores trinitarios.

Primera declaración:

"Por otro lado, el NT no habla realmente de triunidad. Nosotros la buscamos en vano en la formula triádica del NT. ... La Cristiandad temprana, sin embargo, no tiene el problema de la Trinidad todavía en vista" [Gerhard Kittel. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, Vol. 3, pág. 108. Copyright © 1964 Wm. B. Eerdmans Publishing co.]

Este escritor, dice cosas ciertas. El Nuevo Testamento no habla acerca de la trinidad. Todo el que quiera buscar la trinidad en el Nuevo Testamento no hace más que buscarla en vano. Algunos han creído que la trinidad se encuentra en Mateo 28:19, donde la Escritura dice: "bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo", pero ese versículo jamás dice que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo sean tres personas distintas y un solo Dios verdadero. Solo eso sería trinidad y la Biblia no dice eso. Contrario a lo que piensan muchos trinitarios, el texto lejos de hablar de la trinidad lo que hace es ratificar que hay un solo Dios, pues habla de un solo nombre y por lo tanto identifica a un solo ser. Ese ser es el Dios único y su nombre es Jesús. El cumplimiento de dicho mandamiento se puede apreciar en Hechos 2:38 y otras muchas citas, que nos enseñan que el bautismo del verdadero cristiano, es en el nombre de Jesús. (Para mayor información vea el capítulo 4. Mateo 28:19 y el Bautismo en el Nombre de Jesús)

Segunda declaración:

"La Trinidad. El Nuevo Testamento no contiene la doctrina desarrollada de la Trinidad. A la Biblia le falta la declaración expresa de que el Padre, el Hijo, y el Espíritu santo son iguales, y por consiguiente, en igual sentido, el propio Dios" [Colin Brown,. Nuevo Diccionario Internacional de Teología del Nuevo Testamento. Vol 2, pág. 84. Zondervan Publishing House]

Esta declaración es excelente para nuestra discusión. El Nuevo Testamento no contiene ninguna "doctrina" trinitaria. El Nuevo Testamento no hace ninguna confesión trinitaria como más adelante apareció en los credos extrabíblicos.

Tercera declaración.

"La Trinidad no es, por supuesto, una palabra Bíblica. Como tampoco lo son triunidad, trino, trinal, subsistencia, ni esencia. Sin embargo las empleamos, y a menudo es de mucha ayuda, al tratar de expresar esta doctrina que esta tan llena de dificultades. Adicionalmente, esta es una doctrina la cual, en el Nuevo Testamento no esta explícita aunque a menudo se dice que esta implícita en el Antiguo Testamento y explícita en el Nuevo. Pero explícito significa "caracterizado por una expresión total y clara," el cual es un adjetivo difícil de aplicar a esta doctrina. Sin embargo, la doctrina nace de las Escrituras, por lo tanto es una enseñanza bíblica." [Charles Caldwell Ryrie. Teología Básica. pág. 60. Chicago: Moody Publishers]

La declaración anterior, trae verdad y mentira: La verdad que contiene, es que la palabra trinidad y sus conceptos equivalentes no son palabras bíblicas. También dice la verdad cuando afirma que esa doctrina está repleta de dificultades. Eso es completamente cierto. La mayor dificultad de esa doctrina es que no es bíblica y por lo tanto es una doctrina falsa que no se puede sustentar con la Escritura. De igual manera dice la verdad, cuando afirma que esa doctrina no es ni explícita ni implícita dentro de las Sagradas Escrituras.

Sin embargo, miente completamente, cuando afirma que esa doctrina nace de las Escrituras y que por eso es una enseñanza bíblica. Una enseñanza solo es bíblica si está en la Biblia y se puede encontrar en ella sin la ayuda de interpretaciones reforzadas. El hecho de que algunos hayan tomado las Escrituras y las hayan torcido con sus interpretaciones dogmáticas para inventarse al dios trinitario, no quiere decir, que por el hecho de que ese invento se originó en una adulteración del Texto Sagrado, sea una doctrina bíblica.

Cuarta declaración:

"Típicamente, las palabras, triunidad y trinidad son usadas para ayudarnos a expresar una doctrina que es escritural, aunque repleta de dificultades para la mente humana. De nuevo, Es necesario enfatizar, que esta es una doctrina que no esta explícitamente declarada ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento, pero que esta implícita en ambos." [J. Hampton Keathley, III, Th.M. Artículo: "La Trinidad"
http://www.bible.org/foreign/spanish/discipleship/camino1/trinidad.htm ]

Esta declaración trae verdad y mentira: La verdad que contiene, es que la "doctrina" de la trinidad no está declarada explícitamente en ninguno de los dos Testamentos. La otra verdad, es que esa doctrina está repleta de dificultades, y eso ocurre precisamente porque no es una enseñanza bíblica. La mentira que contiene, es que la trinidad está supuestamente implícita en los dos Testamentos, pero esa declaración es sencillamente una falacia. Lo implícito no puede contradecir lo explícito. La Biblia dice que Dios es uno, pero la trinidad afirma que es tres en uno, contradiciendo las declaraciones explícitas de la Escritura. Dios está interesado más que ningún otro en que los hombres sean salvos y por eso reveló la Escritura. Si Él no dijo nada claro acerca de la trinidad, es porque esa enseñanza sencillamente no es bíblica. Lo más grave de todo, es que la "teología" trinitaria, aún sabiendo que esa "doctrina" no aparece en la Biblia, reclama para ella la categoría de la doctrina principal de la supuesta fe cristiana.

Quinta declaración:

"Hasta donde el Nuevo Testamento está interesado, uno no encuentra en él una doctrina real de la Trinidad... Hay sin embargo, al mismo tiempo, en el Nuevo Testamento, los rudimentos de un concepto de Dios que era susceptible de desarrollo extenso y de clarificación, a lo largo de las líneas doctrinales" [Bernard Lohse. Una Breve Historia de la Doctrina Cristiana. Págs. 37, 39. Philadelphia: Fortress 1966]

La declaración anterior trae verdad y mentira: La verdad que contiene, es que el Nuevo Testamento no trae ninguna doctrina real de la trinidad. La mentira que contiene, es que asegura que la idea de Dios que presenta el Nuevo Testamento era susceptible de desarrollo. No, eso es falso, y es un gran pecado argumentar eso. La idea de Dios que se presenta en la Biblia no es susceptible de ningún desarrollo, y simplemente debe creerse como se enseña en la Escritura sin llegar a inventar nada. El desarrollo adicional al que se refiere dicho escritor, fue el invento de la idea trinitaria, con la cual ese escritor simplemente ratifica que aquellos que desarrollaron la trinidad tuvieron que pensar más allá de lo que está escrito. Si pensaron más allá de lo que está escrito, entonces cometieron el pecado de torcer las Escrituras para su propia perdición (Apocalipsis 22:18)

LA TRINIDAD NO SE ENCUENTRA EN TODA LA BIBLIA

La trinidad no es ninguna doctrina bíblica. Hasta los mismos teólogos trinitarios lo han reconocido. Sin embargo creen y confían en esa enseñanza, ya que han querido ser sabios en su propia opinión. Sin embargo, la Biblia nos enseña que antes de ser sabios en nuestra propia opinión, debemos temer a Dios y debemos apartarnos del mal (Proverbios 3:7).

Vamos a mostrar cinco declaraciones hechas por teólogos trinitarios de las ramas católica y protestante, donde ellos declaran que la "doctrina" de la trinidad no está en la Biblia.

Primera declaración:

"El Antiguo Testamento… no dice explícitamente nada o de una manera implícita que hay un Dios triuno que es Padre, Hijo, y Espíritu santo…No hay ninguna evidencia de que algún escritor sagrado sospechó de la existencia de una paternidad y filiación divinas dentro de la Deidad. Incluso, querer ver en el Antiguo Testamento, sugerencias o señales de la trinidad de personas, es ir más allá de las palabras expresadas por los escritores sagrados

obviamente, no hay doctrina trinitaria en los sinópticos y los Hechos. Pero hay restos de la estructura triádica del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en ambos…Los escritores del Nuevo Testamento nos dicen que hay sólo un Dios, el Creador y Señor del universo, quien es el Padre de Jesús. Llaman a Jesús el Hijo de Dios, Mesías, Señor, Salvador, Verbo, Sabiduría. Le asignan funciones divinas de creación, salvación, juicio. Algunas veces le llaman Dios explícitamente…Nos dan en sus escritos un plan triádico básico y fórmulas triádicas. Ellos no hablan en términos abstractos de naturaleza, sustancia, persona, relación, circumincessio, misión, pero presentan en su propio estilo las ideas detrás de estos términos. Ellos no dan ninguna declaración formal ni ninguna formula de la doctrina de la trinidad, no se encuentra ninguna enseñanza explícita de un Dios en tres personas divinas co-iguales. Pero sí nos dan un trinitarismo elemental, la información de la que la doctrina del Dios Triuno puede ser formulada… En los sinópticos y en Hechos existen trazas del patrón triádico de Padre, Hijo y Espíritu. La expresión más clara de este patrón se encuentra en la fórmula baptismal donde Mateo presenta a los tres juntos como una tríada y una unidad al mismo tiempo. Pero en ninguna parte nosotros encontramos cualquier doctrina trinitaria de tres personas distintas en la vida divina y activas en la misma Deidad" [Edmund J. Fortman. El Dios Triuno, págs. 6, 14-16. Baker Book House, Grand Rapids, MI. 1972]

Mejor declaración no podría hacerse. Ni el Antiguo ni el Nuevo Testamento se habla acerca de la trinidad. En ninguna parte de las Sagradas Escrituras nosotros encontramos alguna "doctrina" trinitaria. En este fragmento encontramos que:

Edmund Fortman reconoce que en ninguna parte del Antiguo o del Nuevo Testamento nosotros "encontramos cualquier doctrina trinitaria de tres personas distintas en la vida divina y activas en la misma Deidad". Además reconoce que ninguno de los escritores del Nuevo Testamento "dan una declaración formal o fórmula de la doctrina de la Trinidad, ni una enseñanza explícita de que en Dios hay tres personas divinas co-iguales".

Edmund Fortman, reconoce que los autores del Nuevo Testamento nunca utilizan alguno de los términos abstractos que fueron inventados para poder formar la trinidad. (Recordemos que para los trinitarios, la doctrina de Dios que contiene el Nuevo Testamento no está formada, sino que es un embrión o capullo de doctrina). Fortman dice de los autores del Nuevo Testamento: "Ellos no hablan en términos abstractos de naturaleza, sustancia, persona, relación, circumincessio, misión…". No obstante, inventa que ellos "presentan en su propio estilo las ideas detrás de estos términos". Para su infortunio, no puede presentar ninguna prueba que sostenga semejante afirmación ya que no existe.

Como todo trinitario, Edmund Fortman reinterpreta la Escritura poniéndose las gafas oscuras del Credo de Atanasio, por lo cual tuerce la Escritura para "armonizarla" con ese escrito extrabíblico. Esa es la razón por la cual ignora por completo que la Escritura habla de un solo Dios que es Espíritu y que fue manifestado en carne, cuyo nombre es Jesús. Esa es también la razón por la cual él reinterpreta la Escritura para referirse torpemente a Dios como "ellos" y para imaginarse que los términos Padre, Hijo y Espíritu Santo, son tres coordinaciones situadas "en el mismo nivel… en lo que tiene que ver con divinidad y personalidad".

Segunda declaración:

"En las Escrituras, aún no hay ningún término por el cual las Tres Personas Divinas sean denotadas juntas. La palabra trias (de la cual su traducción latina es trinitas) fue primeramente encontrada en Teófilo de Antioquía cerca del año 180 D.C. El habla de "la Trinidad de Dios (el Padre), su Palabra y su Sabiduría" ("Ad. Autol", II, 15). El término, era usado antes de su tiempo. Más tarde, aparece en su forma Latina de trinitas en Tertuliano ("De pud". C. Xxi). En el siglo siguiente, la palabra tiene uso general. Se encuentra en muchos pasajes de Orígenes ("In Ps. Xvii", 15). El primer credo en el cual aparece es aquel del pupilo de Orígenes, Gregorio Thaumaturgus. En su Ekthesis tes pisteos compuesto entre los años 260 y 270" [Enciclopedia Católica. Santísima Trinidad. G. H. JOYCE. Traducido por Carolina Eyzaguirre A.
http://www.enciclopediacatolica.com/t/trinidad.htm]

Sí, en la Biblia nada indica una pluralidad de personas en la Deidad. Tuvieron que pasar muchos años para que la "doctrina" de la trinidad apareciera, y eso ocurrió cuando algunos hombres perversos cambiaron al Dios de la Biblia por un dios falso llamado trinidad.

Tercera declaración:

"La Trinidad es una parte importante de la doctrina cristiana tardía, está claro que el término no aparece en el Nuevo Testamento. Igualmente, el concepto desarrollado de tres compañeros iguales en la Deidad encontrada en las formulaciones de los credos tardíos no puede descubrirse claramente dentro de los confines del canon. Los creyentes posteriores sistematizaron las diversas referencias a Dios, Jesús, y el Espíritu, encontradas en el Nuevo Testamento, con la finalidad de luchar contras las tendencias heréticas de cómo los tres se relacionan. La elaboración del concepto de la Trinidad también sirve para defender la iglesia de las acusaciones de bi o triteísmo. Debido a que los "cristianos adoraban a Jesús como un dios" (Plinio, Epístolas 967), cómo podían reclamar ser la continuación de la tradición monoteísta del Dios de Israel". Varias respuestas son sugeridas, debatidas, y rechazadas como heréticas, pero la idea de una Trinidad, un Dios subsistiendo en tres personas y una sustancia, finalmente prevaleció. Mientras que los autores del Nuevo Testamento dicen bastante sobre Dios, Jesús y el Espíritu de ellos, ningún escritor del Nuevo Testamento se expande en la relación entre los tres con los detalles que los escritores cristianos de épocas posteriores lo hicieron. La primera evidencia neotestamentaria por una fórmula está en 2 Corintios 13.13... Una formulación más conocida se encuentra en Mateo 28:19... Mateo registra un conexión especial entre Dios el Padre y Dios el Hijo, pero no llega a proclamar que Jesús es igual a Dios. Es el Evangelio de Juan el que sugiere la idea de igualdad entre Jesús y Dios .... El cuarto Evangelio comienza con la afirmación de Jesús como el Verbo y terminan con la confesión de Tomás de que Jesús es Señor y Dios..." [Daniel N. Scholwalter. Compañía Oxford de la Biblia. Trinity. pág. 782. Bruce M. Metzger y Michael D. Coogan, Editors]

Daniel N. Scholwalter, reconoce que "está claro que el término no aparece en el Nuevo Testamento" y que de igual manera, "el concepto desarrollado de tres compañeros iguales en la Deidad encontrada en las formulaciones de los credos tardíos no puede descubrirse claramente dentro de los confines del canon".

Reconoce que en los siglos inmediatamente posteriores al establecimiento de la iglesia cristiana, se dieron varias controversias en torno a la naturaleza de Dios, al decir que "Varias respuestas son sugeridas, debatidas, y rechazadas como heréticas".

Afirma que aquellos hombres que desarrollaron la trinidad, se expandieron en consideraciones de relaciones entre tres personas divinas, cosa que no hicieron los escritores del Nuevo Testamento, cuando dice que: "ningún escritor del Nuevo Testamento se expande en la relación entre los tres con los detalles que los escritores cristianos de épocas posteriores lo hicieron".

Finalmente, el escritor reconoce que con el transcurrir del tiempo, la gran mayoría de personas que llegaron a denominarse cristianas, aceptaron la idea de tres compañeros iguales en la Deidad, a pesar de que ese concepto no puede descubrirse claramente en la Biblia. Estas son sus palabras: "pero la idea de una Trinidad, un Dios subsistiendo en tres personas y una sustancia, finalmente prevaleció".

Lo interesante de estas declaraciones, es que afirman que el concepto desarrollado de la trinidad no se puede encontrar en ninguna parte del canon (texto revelado) sino en un tiempo muy posterior. El escritor afirma que la "doctrina" de la trinidad llegó a ser importante para la cristiandad tardía. El asunto es que para el tiempo en que la trinidad fue inventada, muchos de los que se llamaban cristianos, habían apostatado de la fe. Por eso, el hecho de que aceptaran una doctrina falsa, que enseñaba a un dios falso, era algo apenas natural.

Cuarta declaración:

"1) La Sagrada Escritura no ha desarrollado teología trinitaria alguna en el sentido de esa descripción. Pero constituye la base de la misma porque, sobre el fundamento del monoteísmo veterotestamentario, habla de Dios en el nuevo Testamento como Padre, Hijo y Espíritu Santo, a la vez que presenta los primeros planteamientos para un razonamiento sobre ese misterio al hacer ciertas afirmaciones sobre las relaciones del Padre y del Hijo, y de ambos con el Espíritu Santo.
2) La doctrina trinitaria en sentido estricto se inicia históricamente con el problema de cómo puede conciliarse el monoteísmo del Antiguo Testamento (y de la filosofía) con la revelación bíblica de que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Pero, sobre todo, intenta exponer la relación dialógica de Jesucristo con el Padre de forma que se mantenga la unidad de Dios. Eso ocurre siempre eliminando las concepciones mentales insatisfactorias."
[Beinert, Wolfgang. Diccionario de Teología Dogmática. pág. 211. Versión castellana de Claudio Gancho. Editorial Herder, Barcelona 1970]

La afirmación anterior, trae declaraciones bastante interesantes. Afirma que en la Santa Escritura no se ha desarrollado ninguna "doctrina" trinitaria. Sin embargo miente cuando afirma que la Escritura es la base para la "doctrina" trinitaria. La Escritura no es la base para ninguna "doctrina" trinitaria porque nosotros debemos conformarnos únicamente con lo que está escrito. Pensar más allá de eso es simplemente ignorar las Escrituras y el gran poder de Dios (Mateo 22:29). El Nuevo Testamento habla de Dios y lo llama Padre porque él es nuestro Padre Eterno. También lo llama Espíritu porque Dios es Espíritu, y lo llama Hijo porque Dios fue manifestado en carne. Nada de eso indica ninguna trinidad para que uno llegue a pensar eso.

El escritor afirma que históricamente el asunto de la trinidad se inicia con un problema. Ese problema consistió en como "armonizar" el monoteísmo bíblico con el supuesto monoteísmo filosófico. La verdad es que las dos cosas no se podían armonizar sin caer en la desgracia de la mentira, pues el supuesto monoteísmo filosófico estaba manchado de paganismo. ¿Por qué estos hombres se dieron a la tarea de supuestamente armonizar el monoteísmo bíblico con la filosofía? Sencillamente, porque no le quisieron creer a la Palabra Bendita y no se conformaron con lo que está escrito, sino que adulterando la Sagrada Escritura, inventaron doctrinas extrañas para su propia perdición. (Para mayor información vea el Capítulo 3. La Tradición y la Filosofía en el Desarrollo de la "Doctrina" Trinitaria)

"Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina." (2. Pedro 2:1)

FUE UN DESARROLLO GRADUAL

Dado que la "doctrina" trinitaria no se encuentra en ninguna parte de las Sagradas Escrituras, su invención, desarrollo y ajuste, se debió a un proceso gradual que se concretó muchos años después de que la Biblia fue escrita (En el capítulo 3. La Tradición y la Filosofía en el Desarrollo de la "Doctrina" Trinitaria, se hace una exposición más amplia de este asunto).

¡Hasta los mismos teólogos trinitarios saben eso! Por ahora vamos a mostrar cuatro declaraciones de algunos teólogos trinitarios de las ramas católica y protestante que ratifican esta situación.

Primera declaración.

"La presentación acumulada intelectualmente del misterio divino es algo trascendente a nuestras categorías mentales que es difícil hacerlo sin entrar en la categoría del hombre. A lo que no puede menos que añadirse el choque que podía producir en la mentalidad del pueblo judío con su celoso, pero estrecho monoteísmo, y por otra parte, el peligro de ser mal entendido y confundido con alguna de las formas de politeísmo más o menos purificado adoptada en el ambiente pagano de aquellos tiempos. Fue, pues, providencial que la formulación del dogma trinitario en los esquemas de los símbolos de la fe fuese dejada al trabajo de la Iglesia, que buscó una inteligencia de ella bajo la asistencia del Espíritu de la verdad, ocasionalmente movida por las herejías y errores que oponían la fe sencilla de la cristiandad primitiva, ya la incomprensibilidad del misterio, ya principalmente las contaminaciones del sincretismo filosófico-religioso de la época.

Por tanto, en la exposición del misterio de la Trinidad en la Sagrada Escritura no debemos buscar un formulado conceptual equivalente en su aspecto exterior a las fórmulas de los símbolos posteriores; sino más bien a los elementos que constituyen la sustancia del misterio, que a su vez ha sido llamado con razón por los padres antiguos Substantia Novi Testamenti. Y también por lo dicho es obvio que sean mucho más numerosos los pasajes en que se habla en particular de alguna de las divinas personas, que los que nos presentan el misterio en su totalidad." [Enciclopedia de la Biblia (Sexto Volumen Q-Z). pág. 1106. Ediciones Garriaga, S.A. Barcelona, Segunda Edición, 1969]

En la cita que acabamos de mostrar, dicho escritor afirma que el asunto de la trinidad no se encuentra en las Sagradas Escrituras. La explicación que nos da, es que sí esa enseñanza hubiera quedado inmersa en el Nuevo Testamento, hubiera atentado nada más y nada menos que contra el estricto monoteísmo de los judíos, por lo cual habría chocado contra la mentalidad de ellos. Además, afirma que si la enseñanza trinitaria hubiera quedado plasmada en la Escritura, podría haber sido confundida con politeísmo. Por eso dice que el desarrollo, la formulación y los esquemas de esas doctrinas tuvieron que ser desarrollados por la iglesia.

Pero ¿Por cuál iglesia fue desarrollada la "doctrina" de la trinidad? De hecho no fue por la verdadera iglesia cristiana que se ha aferrado y creído a la Escritura con un amor inmenso y entrañable, sino por la cristiandad apóstata que no amó la verdad y adulterando la Palabra se inventó a otro dios. La verdadera iglesia jamás ha tenido que pensar más allá de lo que está escrito, pues la Biblia es su confianza y es su Palabra profética más segura. La falsa iglesia cristiana que no ha querido conformarse solamente a la Escritura, desarrolló una "doctrina", en la que no fue dirigida por el Espíritu Santo, sino por el espíritu de error, y por eso el resultado fue una "doctrina" que presenta a otro dios y enseña otro evangelio.

"Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema." (Gálatas 1:8-9)

El Nuevo Testamento no es ninguna sustancia para la falsedad de la trinidad (Substantia Novi Testamenti) sino la verdad revelada que debemos creer. Cuando alguien afirma que el Nuevo Testamento no contiene toda la verdad, sino que es el origen o la base de una verdad aún mayor, ha demostrado que no ama la Escritura y que la considera insuficiente. En el Nuevo Testamento encontramos la verdad que la "teología" trinitaria no ha querido creer, y es que el único y sabio Dios fue manifestado en carne como un hombre para redimirnos de toda iniquidad. No hay allí ninguna idea trinitaria, sino la más hermosa declaración de amor, pues Dios amó tanto a la humanidad, que él mismo y no otro vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. El Nuevo Testamento proclama que sólo Jesús es Dios, que Jesús es el único Dios.

Segunda declaración:

"Aunque la Biblia enseña la verdad de la Triunidad de Dios de una manera implícita tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, el desarrollo y delineamiento de esta doctrina fue dada debido al surgimiento de grupos heréticos o de maestros que negaban ya sea la deidad de Cristo o la del Espíritu Santo. Esto llevó a la Iglesia primitiva a cristalizar la doctrina de la Triunidad. De hecho, Tertuliano, en 215 DC fue el primero en manifestar esta doctrina utilizando el término, Trinidad." [Earle E. Cairns. Cristianismo a Través de los Siglos. pág. 122. Zondervan, Grand Rapids. 1967]

Ya hemos visto que la "teología" trinitaria utiliza el falso argumento de que la trinidad está implícita tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, pero nada de eso es cierto. La trinidad no se encuentra en la Escritura ni de manera implícita ni de manera explícita, sencillamente porque no es una doctrina bíblica.

La Iglesia primitiva nunca cristalizó la "doctrina" de la trinidad, pues la Iglesia primitiva simplemente creyó a lo que dice la Escritura. Contrario a lo que dice el escritor que acabamos de mencionar, la enseñanza trinitaria no surgió para defender la deidad de Cristo o la del Espíritu Santo, sino que surgió para negarla. Toda la Biblia nos enseña la Deidad de Cristo. La Biblia dice que Cristo es el Dios santo manifestado en carne (Mateo 1:23, Colosenses 2:8-10). La trinidad dice lo contrario, dice que Cristo es una segunda persona de Dios. La trinidad no solo atacó a la doctrina bíblica de un solo Dios, sino que rebajó la Deidad de Jesús, pues negó que Jesucristo fuera él único Dios, es decir el Padre Eterno manifestado en carne. El trinitarismo presenta una imagen distorsionada acerca de Jesús, pues aún cuando dice que Jesús es Dios, afirma que hay otros dos que son tan Dios como él. De esa manera, la "teología" trinitaria le quita mérito a la plenitud de la Deidad de Cristo como está descrita en la Biblia.

La Biblia enseña que Dios es Espíritu y es Santo, por esa razón uno de los títulos de ese único Dios, es Espíritu Santo. Sin embargo la trinidad en contravía a la Escritura, afirma que el Espíritu Santo es una tercera persona, y que hay otros dos que son tan Dios como él. Tal como se puede apreciar, el trinitarismo no surgió como producto de una defensa a la Deidad del Espíritu Santo como el único Dios que es, sino que surgió para negarla.

Tercera declaración:

"En relación a la batalla que la iglesia primitiva tuvo que llevar a cabo, Walter Martín escribe:

A medida que el Nuevo Testamento fue completado hacia el cierre del primer siglo, la tierna iglesia batallaba por su vida en contra de viejos adversarios –– la persecución y el error doctrinal. Por otro lado estaba el imperio Romano, el Judaísmo Ortodoxo, y las hostiles religiones paganas, y por el otro lado estaban las herejías y las doctrinas que causaban división. El Cristianismo Primitivo fue realmente un período peligroso.

Probablemente ninguna doctrina fue objeto de más controversia en la iglesia primitiva que la de la Trinidad. Ciertamente la enseñanza de "un solo Dios en tres Personas" fue aceptada en la iglesia primitiva, pero solamente al ser desafiada esta enseñanza fue que emergió una doctrina sistemática de la realidad." [J. Hampton Keathley, III, Th.M. Artículo: La Trinidad. Citando a Martin, págs. 22-23
http://www.bible.org/foreign/spanish/discipleship/camino1/trinidad.htm]

Dicho escritor nos dice algo verdadero. El Nuevo Testamento fue completado al terminar el siglo primero. Durante ese tiempo la Iglesia primitiva batallaba contra la falsa doctrina. Había muchos peligros. En efecto, la doctrina de más controversia fue la de la trinidad, no porque fuera la doctrina bíblica, sino precisamente porque la verdadera iglesia se dio cuenta de que esa era una enseñanza falsa a la que tocaba atacar con todas las fuerzas.

La enseñanza de "un solo Dios en tres personas" es sencillamente un absurdo y contradice a la Palabra de Dios. Esa enseñanza jamás fue aceptada por la Iglesia primitiva. Esa enseñanza surgió dentro del seno de la cristiandad apóstata. Con el desarrollo de la trinidad, no emergió ninguna doctrina sistemática de la realidad, sino que realmente surgió una gran herejía.

Cuarta declaración:

"Cairns discute de esta manera aquel tiempo de controversia teológica en la iglesia primitiva y el extremo cuidado que se le dio a este asunto:

Fue una era en la que los principales dogmas de la Iglesia cristiana fueron desarrollados. La desfavorable connotación que lleva la palabra "dogma" en una era de laxitud doctrinal, tal como la presente, no debe oscurecer el valor del dogma para la Iglesia. La palabra "dogma" vino a través de la forma latina de la palabra Griega dogma, la cual se derivó del verbo dodeo. Esta palabra significa pensar. Los dogmas o doctrinas formulados en este período fueron el resultado de un intenso pensamiento y búsqueda del alma con el fin de interpretar correctamente el significado de las Escrituras acerca de los puntos disputados y evitar las opiniones erróneas (doxai) de los filósofos." [J. Hampton Keathley, III, Th.M. La Trinidad. Citando a Cairns, pág. 141.
http://www.bible.org/foreign/spanish/discipleship/camino1/trinidad.htm]

De acuerdo a lo que hemos leído en esta declaración, el escritor afirma que los dogmas de la iglesia, fueron desarrollados en el periodo de controversias doctrinales de la edad post apostólica. Pero ¿sería la verdadera iglesia la que estaba desarrollando dogmas? Ciertamente no. La iglesia verdadera tiene y ha tenido toda su confianza en la Escritura. La fe fue dada una vez a los santos (Judas 3) y está plasmada en la Santa Escritura. La invención de los dogmas que surgieron de un "intenso pensamiento" fueron el resultado de la adulteración que hiciera de la Biblia, la cristiandad apóstata, y que trajeron consigo la aceptación del dogma de la trinidad. Juntamente con esta aceptación, se desarrollaron otros dogmas, tales como la adoración de imágenes, la veneración a María y a los santos, el bautismo de niños, y muchas otras doctrinas que van en contravía de la Palabra de Dios.

FUE DESARROLLADA EN LOS CONCILIOS ECUMENICOS

La declaración definitiva de la trinidad, tal y como la conocemos el día de hoy, se dio sólo hasta el final del cuarto siglo, después de ser desarrollada en los llamados concilios ecuménicos del cuarto siglo. Asimismo, fue perfeccionada en el Credo de Atanasio, escrito a finales del quinto siglo.

Primera declaración:

"todo esto subraya el punto que la Cristiandad primitiva no tenía una doctrina explícita de la Trinidad como se elaboró como consecuencia en los credos de la iglesia temprana" [James L. Barrer. Apostasía en la Divina Iglesia. pág. 44. Salt Lake City UT, 1960]

La anterior declaración, ratifica que la cristiandad primitiva no conoció la "doctrina" de la trinidad. ¿Por qué no la conoció? Porque confiaba únicamente en la Escritura y nada más que en la Escritura. Dicho escritor afirma, que la doctrina explícita de la trinidad se elaboró en los credos de la iglesia temprana. Pero ¿cuál era esa iglesia temprana que elaboró esos credos? Nuevamente tenemos que decir que no fue la Iglesia verdadera, pues esta confió únicamente en lo que la Biblia enseña. La invención de esos credos a los cuales se les ha dado más valor que a la misma Biblia, no fue el trabajo de la verdadera iglesia del Señor, sino que fue el trabajo de la cristiandad apóstata.

Segunda declaración:

"la iglesia católica enseña el misterio incomprensible de que Dios se ha revelado a la humanidad como una trinidad de personas -- el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Tres Personas, Un Dios. El misterio de la trinidad es la doctrina central de la fe católica. Sobre él se basan el resto de enseñanzas de la iglesia. La iglesia estudió el misterio con gran cuidado y, después de cuatro siglos de clarificación, decidió indicar la doctrina de esta manera: En la unidad de la divinidad hay tres personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, verdaderamente distintos cada uno de los otros." [El Manual Católico. 1988]

Cómo lo dice este escritor, para que existiera una verdadera "doctrina" trinitaria tuvieron que pasar cuatro siglos. Fue por el cuarto siglo cuando por fin se hizo una declaración explícita de la trinidad. La Biblia terminó de ser escrita por el año 100, y el dogma trinitario fue formulado hasta el cuarto siglo. Ciertamente la trinidad no es la enseñanza original que tuvo la Iglesia primitiva acerca de Dios, en efecto, la trinidad es un dios falso inventado por la cristiandad apóstata.

"Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma." (Jeremías 6:16)

Tercera declaración:

"El punto, entonces, es simplemente este: Mientras que el termino Trinidad nunca es utilizado específicamente ni la doctrina explicada específicamente en la Escritura. No obstante esta implícitamente establecida. Los concilios de la iglesia, en su lucha en contra de la herejía, se vieron forzados a pensar a través de lo que la Biblia decía acerca de cómo Dios existe. El resultado fue la doctrina de la Triunidad, pero permítanme enfatizarlo, el desarrollo de esta doctrina estuvo basado en un cuidadoso estudio de las Escrituras." [J. Hampton Keathley, III, Th.M. Artículo: "La Trinidad"
http://www.bible.org/foreign/spanish/discipleship/camino1/trinidad.htm]

Este escritor ratifica que la "doctrina" de la trinidad no está en la Escritura, pero se atreve a afirmar que el desarrollo del dogma trinitario estuvo basado en un cuidadoso estudio de las Escrituras. Eso sencillamente no es cierto. El desarrollo de la "teología" trinitaria no estuvo basado en un cuidadoso estudio de las Escrituras sino en un trabajo artificial, en el cual se mezcló paganismo filosófico y religioso con la verdad revelada, lo cual dio como resultado la aparición de muchas doctrinas falsas, entre ellas la más notable, la de la trinidad. Los concilios de la iglesia que desarrolló el dogma de la trinidad, no fueron concilios de la verdadera Iglesia del Señor, sino de la iglesia Católica.

Cuarta declaración:

"…En el curso de su refutación se precisó la doctrina de la Trinidad cristiana y halló su formulación la ortodoxia de la fe en esta materia. La culminación de este proceso tuvo lugar ante todo en los dos primeros concilios ecuménicos de la historia de la iglesia, Nicea (325) y Constantinopla I (381). El segundo asignó al Espíritu lo que el primero le había atribuido al Verbo; estos dos concilios, apoyados en la floreciente reflexión teológica de la época (desde Atanasio hasta los padres capadocios), establecieron la doctrina esencial frente a las herejías que desnaturalizaron el dogma trinitario." [Paul Pourpard. Diccionario de las Religiones. Versión Castellana de DIORKI de la obra dirigida por el cardenal Paul Poupard, Dictionnaire des Religions, Presses Universitaires de France, Paris. pág.1784. Editorial Herder, S.A. Barcelona 1987]

El escritor afirma, que la "doctrina" trinitaria solo tomó una forma explícita hasta el concilio de Constantinopla en el año 381. En el año 325 ya se había dado una primera aproximación pero no estaba completamente ajustada. Así, creer a los credos ecuménicos, es darle mayor valor a enseñanzas ajenas a las Escrituras que a la misma Palabra de Dios. La "teología" trinitaria ha cometido el error de enseñarle a sus fieles, que por encima de los escritores sagrados – que recibieron la doctrina directamente de Dios – hubo personas que fueron capaces de enseñar la doctrina de una mejor manera. Esa "teología" no se ha conformado ni se ha ajustado a la Biblia sino con los credos inventados por hombres inicuos que no amaron la verdad.

Nosotros, los verdaderos cristianos, los pentecostales apostólicos del nombre, consideramos un honor, el hecho de estar por fuera de esos credos ecuménicos, a fin de estar dentro de la Biblia.

"El celo que siento por ustedes proviene de Dios, pues los tengo prometidos a un solo esposo, que es Cristo, para presentárselos como una virgen pura. Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo. Si alguien llega a ustedes predicando a un Jesús diferente del que les hemos predicado nosotros, o si reciben un espíritu o un evangelio diferentes de los que ya recibieron, a ése lo aguantan con facilidad" (2. Corintios 11:2-4 - NVI).

lunes 28 de septiembre de 2009


Miqueas 5:2 y la Reinterpretación Trinitaria

Por Alfonso M. Suárez



"Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad" (Miqueas 5:2).
Saludos cordiales en el Admirable, Glorioso y Amoroso nombre de Jesús el Cristo, (Ha-Shem, Yeshu'a Ha Mashiaj), nuestro "... gran Dios y Salvador..." (Tito 2. 13).

Uno de nuestros estudiantes del Instituto Bíblico Apostólico del Nombre Virtual Hechos 2:38 - IBANv HECHOS 2.38, nos hízo una pregunta acerca de la distorsión que la retórica trinitaria ha enseñado por siglos acerca del texto bíblico inspirado de Malaquías 5.2, cuando ha proclamado erróneamente que el Hijo (separándolo del Padre y del misterio de la voluntad de Dios) es "eterno", interpretando erróneamente la frase que dice que "... sus salidas son desde la eternidad ..."

Vamos a explicar este texto diciendo primero que, en Las Sagradas Escrituras no existen, ni jamás han existido, profetas “trinitarios” ni mensajes proféticos “trinitarios”.

Por lo tanto, 100% seguros, Miqueas, ni ningún profeta de Israel enseñaron la supuesta “existencia” de un Hijo de Dios “eterno” antes de que naciese en Belén.

El contexto de Miqueas 5.2, ha sido violado, distorsionado y manipulado por la propaganda trinitaria de los católicos romanos y de los evangélicos trinitarios, para tratar de “probar” que el Hijo ya existía literalmente en la eternidad al lado del Padre, y que por lo tanto era eterno (antes de venir a Belén), según la acomodación que ellos hacen de este pasaje, apoyándose en la definición que ellos mismos inventaron y acomodaron de las “…tres personas divinas y distintas, co-iguales y co-eternas…” (o la trinidad), que se anida en sus mentes, cada vez que leen y citan las Escrituras inspiradas, y no les permite entender la verdad de un Sólo Dios.

Miqueas en este capítulo 5 de su libro, no estaba mencionando a ninguna "persona" de una supuesta trinidad. Lo que mencionó fue los dos lugares de procedencia del Hijo de Dios o el Ungido de Dios (o Mesías): un lugar celestial y el otro terrenal.

El terrenal, o primer lugar, (siguiendo la lectura del texto), de acuerdo a la promesa hecha a Israel, quien más tarde sería conocido como el Cristo, mencionando por su nombre la ciudad en donde nacería y la posición que desempeñaría, la de Señorear o gobernar a Israel en el tiempo en que Israel fuera restaurado mundialmente y para siempre (tiempo conocido como el Reino de los mil años); pues, en su primera venida, no lo reconocieron: “… A lo suyo vino, __(a cumplir su propósito eterno)__, y los suyos,__(su propio pueblo)__ no le recibieron …” (Juan 1.12).

El segundo lugar, la eternidad, para demostrar que fue allí donde se originó todo lo relacionado con el propósito de Dios, que realizó consigo mismo en el Misterio de su voluntad, en cuanto a su propia imagen (o la imagen del Dios invisible), que en el tiempo del hombre sería conocida como el Señor Jesucristo (el mismo Dios de la eternidad, “… manifestado en carne…” 1ª Timoteo 3.16).

Por eso dice: “sus salidas son desde la eternidad”; es decir, toda la actividad creativa de Dios, después de haber realizado su plan Divino, cuando comenzó a crear (ángeles, universo, tierra, etc.) , es atribuida a Jesucristo, no como un “Hijo eterno”, ni una “segunda persona divina y distinta” junto a Dios, sino como el mismo Dios que creaba todo por sí y para sí mismo.

Como consecuencia, las Escrituras le atribuyen todo acto de creación al Señor Jesucristo:
“…Todas las cosas por él, _(Autor y causa)_, fueron hechas; y sin él, nada de lo que es hecho, fue hecho …” (Juan 1.3).

Es en se sentido que, "... sus salidas (incluyendo su origen) son desde el principio ".... desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad ...", sin hacerlo un Hijo "eterno", expresión o enseñanza que no aparece en las Sagradas Escrituras, y como lo corrobora Pablo en Colosenses 1. 16:

"El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por él y para él. Y él es antes de todas las cosas ..." (Colosenses 1.15-17).

"...Primogénito de toda creación ...", porque desde la eternidad, Dios tuvo al Hijo en mente (teniendo en cuenta el contexto del misterio de la voluntad de Dios realizado en ese Solo o Único Dios que habitaba la eternidad). Así que "Primogénito de toda la Creación", no significa "... la primera criatura creada ...", como lo distorsionan los "testigos de Russell", al usar también Apocalípsis 3.14: "... el principio de la creación de Dios ...", sino que significa que él es el origen, la causa de todo, por la cual toda la creación fue posible. Ningún texto bíblico dice que el Hijo haya sido la "primera criatura" creada, lo cual ya es una añadidura, que se convierte en una "eiségesis".

Por último, lo que los "exégetas" y "teólogos" trinitarios, no escriben en sus libros ni enseñan en sus sitios en la Internet, es que el capítulo anterior (Miqueas Cap. 4), revela al mismo tiempo, que el que vendrá para establecer la restauración total y definitiva de Israel, reinando y juzgando a todas las naciones para ser el Señor de toda la tierra, será EL MISMO JEHOVAH DIOS, de su pueblo escogido.

En resumen, Miqueas cap. 4, revela que es el mismo Dios de la eternidad y de Israel, el que vendrá, salvará y restaurará a Israel para siempre, "... porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente ..." (Isaías 52.6), y "... en sus dias será salvó Judá, e Israel habitará confiado: y este será su nombre con que le llamarán: JEHOVAH, JUSTICIA NUESTRA ...", (Jeremías 23.6), y ¿quien no sabe que esto se cumplirá únicamente en Jesucristo?; por esto, Jehovah Dios del Antiguo Testamento, es el mismo Jesús del Nuevo Testamento.

Miqueas cap. 5, revela que la venida, reino y restauración de Israel, será resultado de la venida y manifestación de su Mesías prometido, o de la "...simiente ..." prometida a Abraham, (Génesis 17. 7,8; Gálatas 3.16).

Esto nos enseña, Hnos y Hnas, que no debemos permitir por ningún motivo, que las Sagradas Escrituras se lean o se estudien, usando la reinterpretación y redefinición que han hecho los católicos romanos y los evangélicos trinitarios modernos, pues "... ninguna profecía de las Escrituras es de interpretación privada...", o particular (2a Pedro 1.20), y no debemos pensar más allá de lo que está Escrito (1. Corintios 4:6).

jueves 7 de mayo de 2009


La Palabra era Acerca de Dios

Por Julio César Clavijo S.


En el principio ya era la Palabra, y la Palabra era acerca de Dios, y Dios era la Palabra. Efta era en el principio acerca de Dios” (Juan 1:1-2) [Biblia del Oso, 1569 - Casiodoro de Reina]
-
El prólogo del evangelio de Juan, está lleno de majestuosidad literaria, pero ante todo, de una grandiosa exposición teológica, que nos enseña que antes de crear todas las cosas, Dios tuvo el deseo de revelarse o darse a conocer al hombre por medio de su Palabra. En el principio ya era la Palabra. Desde la eternidad, la Palabra era acerca de Dios, se refería a Dios, o estaba relacionada con Dios, del mismo modo que la palabra (o razón) de un hombre pertenece a ese hombre.
-
El vocablo griego ‘logos’ (λόγος), traducido al idioma latín es ‘verbum’, y su equivalente español es ‘palabra’. Así, las versiones bíblicas españolas que han vertido ‘λόγος’ como ‘verbo’, no han hecho una verdadera traducción, sino más bien una acomodación de ese vocablo latino, que brota de las reminiscencias de la versión de la Biblia llamada ‘La Vulgata Latina’, versión que fue usada durante la edad media, cuando el latín era el idioma más importante en el mundo. Vale la pena destacar, que Casiodoro de Reina, el célebre traductor de la Biblia al idioma español, hizo una verdadera traducción al verter ‘logos’ como ‘palabra’. Esa traducción se mantuvo por unos 293 años, hasta que en 1862, Lorenzo Lucena Pedrosa, al revisar la Versión Reina-Valera, desmejoró la traducción, y haciendo un retroceso, cambió ‘palabra’ por ‘verbo’. En el año de 1909, las Sociedades Bíblicas Unidas tomaron el trabajo de Lucena, le hicieron unas pequeñas revisiones, y por eso la versión RV60, que es actualmente la versión más usada en el mundo hispanoparlante, dice ‘verbo’ en lugar de ‘palabra’.
-
El término griego ‘logos’, significa (1) Un pensamiento o concepto y (2) la expresión o declaración de ese pensamiento. La concordancia exhaustiva de Strong, presenta λόγος como: “algo dicho (incl. el pensamiento); por impl. tema (sujeto del discurso), también razonamiento (facultad mental) o motivo; por extens. cálculo; espec. (con el art. en Juan) la Expresión Divina (i.e. Cristo):- noticia, palabra, plática, pleito, predicar, pregunta, propuesta, razón, sentencia, tratado, verbo, arreglar, asunto, cosa, cuenta, decir, derecho, dicho, discurso, doctrina, evangelio, exhortar, fama, frase, hablar, hecho, mensaje”. [James Strong. Concordancia Exhaustiva de Strong, con el significado de las palabras en hebreo y griego. Tomado del Programa electrónico E-Sword].
-
Así, en Juan 1, La Palabra (en griego: logos, en latín: verbum) es la manifestación de la voluntad de Dios o la Palabra reveladora de Dios, que estuvo con Dios desde la eternidad como su plan eterno acerca del hombre, y que lo fue revelando desde el momento en que Dios lo creó todo pronunciando su palabra (Génesis 1:3, 1:6, 1:9, 1:11, 1:14, 1:20, 1:24, 1:26), “porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió” (Salmo 33:9) y por eso “las cosas invisibles de él, su eterno poder y Deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas” (Romanos 1:20). La Palabra también lo reveló, en la medida en que él se fue dando a conocer progresivamente en los tiempos del Antiguo Testamento (Lucas 1:44). La revelación definitiva y más grande de la Palabra, se ha dado por medio del Hijo, quien es la Palabra (o revelación de Dios) hecha carne (Juan 1:14), porque Dios habló muchas veces y de muchas maneras en el tiempo antiguo por medio de los profetas, pero en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1:1-2). El Hijo es quien ha dado a conocer el propósito de Dios para la humanidad (Juan 1:18). El Hijo es el varón perfecto (Efesios 4:13) y el segundo Adán (Romanos 5:12-21).
-
La forma griega de la frase “y la Palabra era acerca de Dios”, es “kai ό λόγος ήν πρòς τòν θεόν”. La segunda parte de esta cláusula está expresada en el caso acusativo. La preposición pros (gr. ‘πρòς’) en el caso acusativo, puede significar “hacia, a, en relación a, contra, para, cerca de” [Jaime Bereger Amenos. Atenea: Método de Griego. Duodécima Edición. Casa Editorial Bosch, Barcelona, 1972. Pág. 136]. Cuando Casidoro de Reina tradujo: “y la Palabra era acerca de Dios”, él estaba aceptando que “la Palabra se refiere a Dios” o que “la Palabra está relacionada con Dios”. ‘Acerca’, es una locución preposicional “sobre aquello de que se trata, en orden a ello” [Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, Vigésima Edición].
-
Lamentablemente Lorenzo Lucena Pedrosa, también desmejoró esa traducción, al cambiar ‘acerca’ por ‘con’. Sin embargo, toda turbación es alejada, cuando comprendemos que ‘con’, en algunos de sus usos, expresa la idea de relación, como en la frase “No habla ‘con’ su novia”.
-
La clave para entender el plan de Dios, es Cristo Jesús (la Palabra hecha carne), pues toda la revelación divina gira en torno a Él. La Palabra es la razón y el lenguaje de Dios para con el hombre. Cristo “es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación” (Colosenses 1:15). Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios (1. Corintios 24), Cristo es Dios mismo manifestado en carne (Romanos 9:5, 1. Timoteo 3:16). Cuando nosotros hablamos, enseñamos o predicamos la Palabra de Dios (el plan de Dios para con el hombre), realmente estamos hablando, enseñando, o predicando a Jesucristo, quien es la revelación completa de Dios para la humanidad, ya que Dios mismo tomó forma de siervo y condición de hombre para venir a salvar (Filipenses 2:5-8).
-
La gran verdad proclamada por la Santa Escritura, es que Dios mismo se convirtió en nuestro Salvador (Isaías 35:4, 53:22), cuando se manifestó en carne como el Hijo de Dios (Lucas 1:35) o el hombre perfecto (Efesios 4:13), a fin de mostrarnos con su ejemplo la forma en la que Él quiere que vivamos (1. Pedro 2:22), y para poder pagar el precio de nuestros pecados (Hebreos 2:14, 9:22). El Padre Eterno, tomó un tabernáculo de carne (un templo de carne – Juan 1:14, Juan 2:20) para habitar en medio de nosotros (Mateo 1:23). El Hijo, fue el verdadero tabernáculo que levanto el Señor y no el Hombre (Hebreos 8:2). Por eso Jesús es verdaderamente el Padre y el Hijo. Es el Padre porque Él es el único Dios eterno, y es el Hijo porque Dios mismo se manifestó en carne como un hombre. Jesús, como Hijo, afirmó que el Padre moraba en Él (Juan 14:9) recalcando que Dios fue manifestado en carne (1. Timoteo 3:16). El apóstol Pablo lo ratifica al decir que en Cristo, habita corporalmente toda la Plenitud de Dios (Colosenses 2:9), ya que el Padre habita en el Hijo (Juan 14:9).
-
Cuando Dios se manifestó en carne, nos revelo su nombre Admirable (Isaías 52:6), y por eso Jesús es el nombre sobre todo nombre (Hechos 4:12, Filipenses 2:9-10). Jesús es el único nombre de Zacarías 14:9, que comprende e incluye todos los otros nombres de Dios dentro de su significado. Por eso Jesús, significa verdaderamente Emanuel (o Dios con nosotros), Luz del Mundo, El Camino, La Verdad, La Vida, Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz, Rey de reyes, Dios de dioses, etc.
-
La enseñanza de la Biblia es sencilla pero profunda: ¡El único Dios vino a salvar! Dentro de su plan, auto-revelación o Palabra que él tuvo para con el hombre, estaba predeterminado que en un tiempo preciso Él mismo se manifestaría en carne. Él mismo, como todos los demás hijos (los demás hombres) participaría de carne y sangre, convirtiéndose en un verdadero Hijo (Hebreos 2:14), en el hombre perfecto (Efesios 4:13).
-
Sin embargo, sectas como los trinitarios (en sus distintas ramas católica romana, protestante y ortodoxa griega) y los llamados “Testigos de Jehová”, han querido ocultar esa verdad, inventando cosas que no se encuentran en el texto sagrado del evangelio según Juan, fantaseando que el único Dios y Padre, antes de crear todas las cosas, estaba acompañado de alguien más, que según los trinitarios era tan Dios como él (o una persona divina), y que según los “Testigos de Jehová” era un semidiós. Ninguna de esas dos exposiciones tiene base Escritural, y son simplemente producto de las antiguas especulaciones neoplatónicas y gnósticas. Ambos, el trinitarismo y el arrianismo, tienen sus raíces en esas especulaciones filosóficas, pero no en la Biblia.
-
-
Nota:Para mayor información sobre Juan 1, el logos, el verbo, la Palabra de Dios, lea estos otros artículos en la megapágina apostólica Pentecostales del Nombre de Jesucristo:
-
Juan 1:1-2 y el Logos, el Verbo o la Palabra
Por Julio César Clavijo S.
-
La Tradición y la Filosofía en el Desarrollo de la "Doctrina" Trinitaria
Capítulo 3 del Libro Un dios Falso Llamado Trinidad
Por Julio César Clavijo S.

La Palabra se Hizo Carne

Por David K. Bernard
Tomado del Libro: The Oneness View of Jesus Christ

En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios… Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad (Juan 1:1, 14, NKJV)

El mensaje de la Biblia es que nuestro Creador se convirtió en nuestro Salvador. Jesucristo es "Dios con nosotros" que vino a "salvar a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1:21, 23). "Dios estaba en Cristo, reconciliando consigo al mundo" (2. Corintios 5:19).

El Evangelio de Juan, expresa esta hermosa verdad de una forma única, hablando de Jesús como "la Palabra" hecha carne. Desafortunadamente, algunos han interpretado sus declaraciones, en el sentido de que Jesús es una segunda persona divina. Pero ¿Qué es lo que realmente dice la Biblia?

En el Antiguo Testamento, la Palabra de Dios (dabar en hebreo) no era una persona distinta, sino que era Dios hablando, actuando, o revelándose a sí mismo. "Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina"(Salmo 107:20). "Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié" (Isaías 55:11). La Palabra de Dios fue la expresión de la mente de Dios, de su pensamiento y su propósito, que es Dios mismo.

Nada de esto comprometió la Unicidad absoluta de Dios. (Véase Deuteronomio 6:4). Los hebreos sabían que Dios estaba solo y creó todo por sí mismo: Nadie está al lado de Él, nadie es como él, nadie es igual a Él y nadie le ayudó a crear el mundo (Ver Isaías 44:6, 8, 24; 45:5-6; 46:5, 9). Él es el único Creador y el único Salvador (Isaías 37:16; 43:11).

En los tiempos del Nuevo Testamento, la palabra (logos) era un concepto filosófico popular. En la cultura griega del Imperio Romano Oriental, la palabra significaba la razón como principio controlador del universo. El griego logos podía significar pensamiento (expresado por medio de la palabra), así como la oración o la acción (expresada en palabras). Por ejemplo, podría referirse a una obra tal como fue concebida en la mente del dramaturgo, tal como está escrita en el guión, o incluso en su etapa de actuación.

Para el apóstol Juan, un judío capacitado en el Antiguo Testamento, el trasfondo hebreo de "la Palabra" fue sin duda el más significativo. Al mismo tiempo, él de seguro, sabía el uso que los paganos le daban en ese momento. Bajo la inspiración divina, él utilizó de manera única ese término, para acercar a ambos, judíos y gentiles a Jesucristo.

Juan no contradice el concepto judío de la unicidad absoluta de Dios (nunca considerado como una distinción de personas). De hecho, registró la declaración de Cristo a la mujer samaritana, de que los judíos recibieron el concepto correcto de Dios: "Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos" (Juan 4:22). Pero Juan buscando revelar la identidad de Jesús como el único Dios encarnado, presentó como verdaderas las palabras de Tomás, un ilustre judío, que confesó a Jesús como "mi Señor y mi Dios" (Véase Juan 20:28-31).

Juan utiliza el término griego "la Palabra" como una referencia para sus lectores, pero a diferencia de los filósofos griegos, hizo evidente que la Palabra que era eterna, era en realidad Dios, y fue revelada en la persona humana de Jesucristo. La Palabra es nuestro Creador, nuestra Fuente de Vida, la Luz del Mundo y nuestro Salvador (Juan 1:3-13).

Por el contrario, Filón, un filósofo judío de Alejandría, trató en el primer siglo d.C. de mezclar el pensamiento judio con el griego, hablando de la Palabra como un agente impersonal de Dios, que Él uso para crear el mundo y que se relacionaba con él. Del mismo modo, Justino, un filósofo que vivió a mediados del segundo siglo y se “convirtió” al cristianismo, trató de expresar al cristianismo en términos de la filosofía griega. Él describe la Palabra como una segunda persona subordinada, que fue engendrada por Dios en algún momento antes de la creación y que se convirtió en agente de la creación de Dios. Las ideas de Justino, fueron compartidas por algunos otros escritores del segundo siglo, que han sido llamados los apologistas griegos, quienes influyeron en el desarrollo de la doctrina de la trinidad durante los siglos tercero y cuarto.

El uso de Juan es claramente incompatible con esas ideas. La Palabra no fue engendrada en un momento determinado, sino "en el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios". Por otra parte, la Palabra no es un agente subordinado, una criatura, o un ser engendrado: "la Palabra era Dios". El orden de las palabras griegas elegidas por Juan es enfática, lo que significa que "La Palabra era el mismo Dios" (Biblia Amplificada).

Una explicación trinitaria de Juan 1:1 es insuficiente y requeriría de un cambio mental de la definición de "Dios". ¿Es Dios el "Padre" (como lo establece 1. Corintios 8:6)? Si es así, "la Palabra era con [el Padre], y la Palabra era [el Padre]. ¿Es Dios "la trinidad"? Si es así, "la Palabra era con [la trinidad], y la Palabra era [la trinidad]". Pero los trinitarios tratan de ponerlo en ambos sentidos, diciendo: "La Palabra era con Dios [el Padre], y la Palabra era Dios [el Hijo]". Esta interpretación es incoherente y errónea.

Juan 1:1 es en realidad una fuerte declaración de la deidad de Jesús y de la prioridad de la encarnación y de la expiación en la mente de Dios. Desde el principio, Dios previó la necesidad de la expiación y planificó su encarnación. (Véase 1. Pedro 1:19-20; Apocalipsis 13:8.) En el principio, la Palabra de Dios (su mente, su razón, su pensamiento, su plan) estaba con Él. Aquí la preposición griega es pros, que no es la palabra normalmente usada para significar “con”, sino una palabra que ha sido traducida con más frecuencia "en cuanto a". La connotación no es la de una persona sentada al lado de otra, sino la de la Palabra de Dios que le pertenece o está relacionada con él.

La Palabra de Dios no es una persona distinta, así como la palabra de un hombre no es una persona diferente a él. Por el contrario, la Palabra de Dios es la suma total de su mente, razón, pensamiento, plan, y expresión, que es Dios mismo; al igual que la mente de un hombre es el verdadero y mismo hombre.

En la plenitud de los tiempos y exactamente según el plan predeterminado por Dios, la Palabra de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. Dios promulgó su plan. Se pronunció a sí mismo. La Palabra Eterna se expresó en carne humana, y en el espacio y el tiempo. En síntesis, la Palabra de Dios, es Dios autodeclarado o Dios autorevelado.

Es interesante comparar estas conclusiones con los comentarios del renombrado estudioso cristológico Oscar Cullman sobre la Palabra en Juan 1:1:

“El propósito del autor es precisamente contrarrestar la idea de una doctrina de dos dioses, como si el Logos fuera un dios aparte de un Dios superior. La 'Palabra' que es Dios, no es un ser separado de Dios mismo, sino que "estaba con Dios"… Tampoco el Logos está subordinado a Dios, porque simplemente pertenece a Dios. No está subordinado a Dios, ni es un segundo que está al lado de Dios… No se puede decir theos en pros ton logon (Dios estaba con la Palabra), porque el Logos es Dios mismo en la medida como Dios habla y se revela. El Logos es Dios en su revelación. De este modo, la tercera frase del prólogo realmente puede proclamar kai theos en ho logos (y la Palabra era Dios). Nosotros no deberíamos reinterpretar esta frase, con el fin de debilitar su absoluta nitidez...
... El evangelista quiere decir literalmente, que él llama al Logos 'Dios'. Ello se ve confirmado también por la proclamación del Evangelio, cuando el creyente Tomás le dijo al Jesús resucitado, "Señor mío y Dios mío" (Juan 20:28). Con esta última prueba testimonial, el evangelista completa el círculo y regresa a su prólogo...
Se puede decir de este Logos que 'Él es Dios', pero al mismo tiempo también tenemos que decir, 'Él está con Dios'. Dios y el Logos no son dos seres, y sin embargo, tampoco son simplemente idénticos. En contraste con el Logos, Dios puede ser concebido (al menos en principio) aparte de su acción reveladora, aunque no debemos olvidar que la Biblia habla de Dios sólo en su acción reveladora…El Logos es la auto-revelacion de Dios - Dios en acción. Esta acción sólo es objeto del Nuevo Testamento… Por la propia naturaleza del Nuevo Testamento, no se puede hablar del Logos, aparte de la acción de Dios. [Oscar Cullman, La Cristología del Nuevo Testamento (Londres: SCM Press, 1963), 265-66].

En griego, la palabra "habitó" en Juan 1:14 es skenoo, que significa literalmente "tabernaculizó" o "acampó". La Palabra eterna fue encarnada en una humanidad verdadera. El Espíritu de Dios no fue transmutado en carne, sino que "Dios se manifestó en carne" (1. Timoteo 3:16). A través de esta encarnación (personificación humana), tenemos acceso a la gloria divina, a la gracia y a la verdad. La Palabra encarnada, muestra la gloria de Dios, comunica la gracia de la salvación de Dios, y declara la verdad eterna de Dios.

Los trinitarios utilizan los términos "Hijo" y "Palabra" como si fueran totalmente intercambiables, pero la Biblia habla del Hijo sólo en referencia a la encarnación. Jesús es el Hijo de Dios, porque el Espíritu de Dios ocasionó milagrosamente su concepción en la matriz de la Virgen María (Lucas 1:35). El Hijo fue "nacido de mujer, y nacido bajo la ley" (Gálatas 4:4), y por tanto, fue engendrado en un cierto día (Hebreos 1:5). El Hijo es "la imagen del Dios invisible" (Colosenses 1:15). La Biblia nunca habla de un Hijo eterno, sino del Hijo unigénito (Juan 3:16). Por el contrario, la Palabra es Dios en su libre revelación, sin que necesariamente sea una referencia a la encarnación, y por tanto, es eterna e invisible.

Los dos términos, entonces, están estrechamente relacionados pero son distintos. La Palabra se hizo carne en la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios. Sólo en ese momento la gente vio "su gloria, gloria como del unigénito del Padre". La Palabra se reveló en el Hijo. En otras palabras, el Dios invisible se hizo visible en el Hijo, quien como un hombre, tiene la relación más cercana posible, o compañerismo con Dios. "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer" (Juan 1:18).

En 1. Juan 1, el apóstol Juan utiliza los mismos temas de la Palabra eterna y el Hijo engendrado, identificando a "la Palabra" como la vida eterna del Padre. La vida estuvo siempre con el Padre, pero no como una persona distinta, así como la vida de un hombre no es una persona diferente a él. Y esa vida se manifestó a nosotros en el Hijo. Por lo tanto, disfrutamos de la vida espiritual de hoy, no sólo porque Dios nuestro Padre nos creó, sino porque Él siempre tuvo un plan de salvación para nosotros a través del Hijo. "Lo que fue desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos visto, y nuestras manos han palpado con relación a la Palabra de vida -la vida se puso de manifiesto, y la hemos visto, y damos testimonio, y declaramos que la vida eterna que estaba con el Padre se manifestó a nosotros- lo que hemos visto y hemos oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo" (1. Juan 1:1-3, NKJV).

De acuerdo con Juan 1 y Juan 1:1, entonces, Jesús es el plan de Dios promulgado, la mente de Dios revelada, la vida de Dios manifestada. En resumen, Jesús es Dios revelado en carne para nuestra salvación. Él explicó, "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto" (Juan 14:6-7). Cuando vemos a Jesús, vemos al Padre en la única manera en que el Padre puede ser visto, ya que el Padre invisible habita en el hombre visible Jesús (Juan 14:9-10). Cuando aceptamos y aplicamos la obra expiatoria de Jesús, el Hijo de Dios, entonces la eterna Palabra de Dios se revela a nosotros. Encontramos el camino, la verdad, y la vida, y por tanto, somos reconciliados con el único Dios verdadero, nuestro Padre.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

DEJANOS TU COMENTARIO

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio