La Seriedad de La Predicación de la Palabra de Dios COMO PREDICAR EN RADIO.
La Seriedad de La Predicación de la Palabra de Dios COMO PREDICAR EN RADIO.
En un discurso común es muy probable que el orador utilice cualquier cosa para mantener a su audiencia entretenida, sin embargo aquí, voy a mencionarte unos aspectos que como predicadores deben tomarlos muy en cuenta. Así que vámonos de una vez para allá…
De preferencia, dile No a la Bromas o Chistes en el mensaje. En algunas ocasiones, decir algo humorístico puede ayudar a que nuestros oyentes se sean atraídos de nuevo a la atención del mensaje, el problema surge cuando se abusa de ese recurso, hacer bromas o contar chistes, no solamente distraen a la audiencia sino que además se pierde la seriedad de lo que es La Predicación bíblica. Quizás algunos pensarán que esto suena algo anticuado, sin embargo cuando primero tú te sumerges en la Palabra de Dios y luego eso lo transmites a tus oyentes, olvídate, no vas a tener necesidad de estar haciendo esas otras cosas.
Controla tu temperamento. Este es un punto muy importante. El predicador no debe ser ruidoso, ni con su voz (gritos) ni con sus gestos, ni movimientos. En cuanto a su voz, ésta debe ser lo más moderada posible y por supuesto, de manera agradable, y de un volumen adecuando al local y el número de la audiencia. Además como predicadores, no debemos ser exagerados en nuestros movimientos, al grado de convertirnos en un espectáculo sensacionalista. Esto también puede distraer a la audiencia. En vez de poner atención al mensaje de Dios, la gente pondrá su atención en el predicador y su manera de expresarse.
Sé sabio, en cuanto al tiempo a utilizar. Se ha dicho que la máxima capacidad de la atención de la audiencia es de 20 y 40 minutos y que después de este tiempo, generalmente la audiencia pierde interés, se cansa o se distrae fácilmente. No obstante, debo ser claro en esto, de que tampoco podemos ser rígidos en este aspecto, dado que surge algo cuando el siervo de Dios está fielmente exponiendo el Mensaje y lo está siendo bajo la Unción del Espíritu Santo, es Dios quien tiene el control del tiempo. Por ello siempre insisto en la Guianza del Espíritu.
El predicador del Evangelio, proclama la palabra de Dios por mandato divino. Los mensajes deben buscar el interés y la finalidad de Salvación de los hombres. Por ello, debe ser hombre convertido, debe haber descubierto su vocación ministerial como Predicador del Evangelio y aún amar profundamente a los perdidos.
Por otro lado debes ser capaz de comunicar el mensaje de la Biblia, a su vez informar, convencer y persuadir a la audiencia, no olvidando que somos llamados los embajadores de Cristo.
Nunca pierdas de vista de que todo tu mensaje debe ser puesto delante de Dios en oración de antemano. Además, permíteme recordarte lo que ya mencioné en otro artículo de que, un Predicador del evangelio por definición, es una persona que lucha por algo, que predica con fuertes convicciones espirituales, es un hombre que en su predicación lucha por tales convicciones que aun moriría por ellas si fuera necesario. Tales convicciones producen en el predicador una actitud apasionada por lo que está diciendo!. El predicador no puede perder de vista que todo debe ser puesto antes en oración.
Que Dios te siga bendiciendo en la Predicación de su Palabra, y oro por ti, para que Dios te guarde y te fortalezca cada momento. Sigue Adelante con Jesucristo!
Publicación Otra Onda Radio12 - July - 2010
Lo primero es saber exactamente sobre que quiere predicar y tener una porción de escritura que lo explica. Además, el texto que utiliza debe ser una porción conocida. Si no lo es, usted corre el riesgo de estar interpretando mal los versículos escogidos.
Evite predicar sobre una idea de interés limitado y luego tratar de forzar un versículo a apoyar su idea, usándola fuera de contexto
2. Descubra los puntos.
Estudie los versículos de su texto escogido hasta encontrar el mensaje, el orden de presentación, y su lógica. Esos son los puntos para formular un bosquejo sencillo del orden en que usted puede presentar los argumentos de su sermón.
Estudie los versículos de su texto escogido hasta encontrar el mensaje, el orden de presentación, y su lógica. Esos son los puntos para formular un bosquejo sencillo del orden en que usted puede presentar los argumentos de su sermón.
3. Escoja los puntos.
Siguiendo las instrucciones de cómo descubrir los puntos de un texto o tema, pronto se dará cuenta de que tiene más información de lo que se necesita para el sermón. Ahora usted tendrá el lujo de escoger cuales puntos, preguntas o versículos mejor se relacionan el uno con el otro, cuales serán mejor para su público, y cuales descartar.
Siguiendo las instrucciones de cómo descubrir los puntos de un texto o tema, pronto se dará cuenta de que tiene más información de lo que se necesita para el sermón. Ahora usted tendrá el lujo de escoger cuales puntos, preguntas o versículos mejor se relacionan el uno con el otro, cuales serán mejor para su público, y cuales descartar.
4. Poner en orden los puntos.
El propósito del sermón debe de ser el ganar almas o motivar a las personas a hacer una decisión específica. Con ese fin se tiene que poner los puntos o argumentos de su sermón en un orden lógico.
El propósito del sermón debe de ser el ganar almas o motivar a las personas a hacer una decisión específica. Con ese fin se tiene que poner los puntos o argumentos de su sermón en un orden lógico.
5. Use ilustraciones.
Cuando pueda, respalde e ilustre a cada punto con una ilustración breve. Con una buena ilustración al principio del sermón se puede captar la atención del público.
Cuando pueda, respalde e ilustre a cada punto con una ilustración breve. Con una buena ilustración al principio del sermón se puede captar la atención del público.
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