IGLESIA PENTECOSTAL UNIDA DE COLOMBIA LA PINTADA ANTIOQUIA COLOMBIA

SOMOS UNA PAGINA CRISTIANA PARA LA HONRA Y GLORIA DE JESUCRISTO

martes, 21 de septiembre de 2010

YO Y EL PADRE UNO SOMOS

Yo y el Padre Uno Somos - La Unicidad de Dios

Por Zoilo Alvarado Flóres

TEXTO MEMORIAL: “Yo y el Padre una cosa somos” (Juan 10:30).

INTRODUCCIÓN:  En esta lección Hablaremos de la Unicidad de Dios, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento; con el propósito de enseñar, que solamente hay un Dios, un único Ser en la Divinidad, y que Jesucristo es ese único Dios y no hay más.

I.  ISAÍAS HABLA DE LA UNICIDAD DE DIOS 

Creemos que hay un solo Dios que se ha manifestado al mundo en distintas formas o roles, a fin de revelarnos algo de su Ser maravilloso. Él es llamado el Padre porque es el Creador de todas las cosas y porque por medio del nuevo nacimiento nos hace sus hijos. Se manifestó como Hijo (o como un hombre perfecto) en la redención de la humanidad. Le conocemos como Espíritu Santo, por su naturaleza espiritual y santa, y por su capacidad de derramarse en los corazones de los creyentes. Dios no está limitado a estas tres manifestaciones o roles, pues hay también otras muchas maneras en las que Él se ha revelado a la humanidad, como por ejemplo, El Buen Pastor que cuida de su pueblo escogido. 

“El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es” (Mr.12:29; Dt. 6:4). “Nosotros empero no tenemos más que un Dios…” (1ª  Co. 8:5). “…para que me conozcáis y creáis, y entendáis que Yo mismo soy; antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después  de mí.  Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve” (Is. 43:10).

Con un profundo agradecimiento en nuestros corazones, glorificamos al Señor Jesús por esta revelación tan especial que hemos recibido de parte de Él, respecto a su Nombre y su Poder. Se debe a una revelación directa que Dios ha dado a su Pueblo Escogido desde el principio. Esto de conocer, creer y entender que Él Mismo es el que desde el principio se manifestó a Abraham, a Moisés y a todos los profetas, y que se ha manifestado en carne en estos días, es para nosotros de grande bendición.

Cuando Isaías dice: “…Yo mismo soy…” habla de la Unicidad de Dios de una manera clara y convincente. Luego añade, “…antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.” Este texto destruye todo argumento que enseña que Cristo es un “Dios engendrado”, un “Dios Hijo” o una “Segunda Persona” de una supuesta trinidad, pues Cristo es Dios bendito por los siglos (Ro. 9:5). No son dioses aquellos que el hombre labra con sus manos, o aquellos que inventa con su  imaginación (Is. 44:9-20), como el supuesto dios trino, del que nunca habla la Biblia en alguna de sus páginas.
  
El Profeta Isaías dice otra vez: “…No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno”  (Is.  44:8).  Por ello creemos que hay un solo Dios, un Fuerte y no dos. Y si Él dice que no conoce a ninguno, el hombre menos debería atreverse a decir que hay dos o tres componiendo la Deidad, como deseando saber más que Dios mismo. Isaías el Profeta pudo explicar la Unicidad de Dios, de una manera muy sabia cuando dijo: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre (habló del nombre de Jesúscristo) Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Is. 9:6).  Debemos notar lo bien que Isaías habló de la Unicidad de Dios en Cristo, poniéndolo en el lugar que le corresponde, y no como algunos “teólogos” que ponen a Cristo en segundo y a veces en último lugar. Isaías también anunció diciendo: “…mas sobre ti nacerá Jehová y sobre ti será vista su gloria”  (Is. 60:2; Versión Antigua).

II. JESÚS COMO HOMBRE, HABLA DE LA UNICIDAD DE DIOS

“Yo y el Padre una cosa somos” (Jn. 10:30). Esta declaración del Señor causó consternación entre los judíos.  Ellos le dijeron: “Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios” (v. 33). Pero ellos no pudieron creer que siendo Dios se manifestó como un hombre; y que por eso era natural que Él hablara de sí mismo como el único Dios.  Cristo les dijo: “…creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí y yo en el Padre” (vs. 38).

Otra gran declaración del Señor respecto a la Unicidad de Dios, son sus famosas palabras: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn. 14:6) Con mucha exactitud y claridad Cristo dijo: “…nadie viene al Padre”, pero no dijo: “nadie va al Padre”, como si el Padre fuera otro diferente. Y añade: “Si me conocieses, también a mi Padre conocerías; y desde ahora le conocéis y le habéis visto”. Si se recuerda, todas estas palabras las usó el Profeta Isaías (conozcáis y creáis), pues estamos hablando del conocimiento pleno o sea del conocimiento de la verdad (1ª Ti. 2:4). 

Felipe carecía de este conocimiento y le dijo: “Señor, muéstranos al Padre, y nos basta” (Jn. 14:8)  Jesús le dijo: “¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿Cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?” (vs.9). Este pasaje en verdad deja atónitos a muchos que desean que la Biblia no dijera así.  Esto me recuerda de un hombre trinitario, que aferrado a su creencia extrabíblica, me decía que los apóstoles se habían equivocado, ya que el mandamiento sobre el bautismo estaba en Mateo 28:19; mientras que yo le explicaba que el cumplimiento de ese mandamiento está en Hechos 2:38. No cabe duda que es el Señor el que se manifiesta así mismo y se revela según su santa voluntad (Mt. 11:27).

III.  PABLO HABLA DE LA UNICIDAD DE DIOS.

“Porque en Él (Cristo) habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad…” (Col. 2:9). Este es uno de los textos principales en la doctrina de la Unicidad de Dios, porque indica claramente que en Cristo habita todo Dios y todo lo de Dios. Cristo es la manifestación perfecta visible de Dios, y es el único Dios. En Cristo, el Dios invisible se hizo visible. La carne del Hijo de Dios, fue el velo tras el cual Dios se reveló. El Dios invisible se dio a conocer en la carne, y por eso el que ha visto a Cristo ha visto verdaderamente al Padre (Jn. 1:18, 12:45, 14:8). Jesús es la gloria de Dios manifestada (Is. 40:5) y si no fuera por su manifestación en carne, sería imposible para el hombre ver la gloria de Dios. Esa gloria se pudo ver en parte en el Monte de la Transfiguración, cuando Cristo se transformó delante de sus discípulos escogidos (Mt.  17:1-8). Pablo habla de la Unicidad de Dios con firmeza y confianza, cuando dice: “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne…” (1ª  Ti. 3:16).

Pablo dice que no hay discusión. Si alguien quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios (1ª  Co. 11:16)  Aunque habla aquí de otro tema, creo que se aplica a este también; pues nosotros debemos estar convencidos en nuestra fe. No nos debe mover cualquier viento de doctrina, sino que debemos estar arraigados y cimentados en la verdad.  “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él; arraigados y sobreedificados en Él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias” (Col. 2:6-7).  Pablo añade: “Yo sé a quién he creído” (2ª  Ti. 1:12). Este conocimiento es indispensable para afirmarnos en la verdad.  Quienes no se afirman bien, el viento se los lleva.

Tal vez algunos estén todavía confusos y aun como Felipe que siendo discípulo no sabía la verdad. Este es el tiempo en que usted puede venir al conocimiento de la verdad.  Pues Jesús es el que salva y sana. En su Nombre hay perdón de pecados, ya que él (en su condición de hombre) fue el que murió voluntariamente en rescate por muchos, “…para que todo aquel que en él cree no se pierda más tenga vida eterna” (Jn. 3:16).

Cristo es  el Creador (Jn. 1:10), Él es el Padre (Is. 9:6), Él es el Hijo (Jn. 1:34), Él es el Espíritu Santo (Col. 1:27), Él es el Buen Pastor (Sal. 23:1, Jn. 10:11), Él es el Todopoderoso que al mundo ha de venir (Ap. 1:8). Él es Uno y Uno es su Nombre (Zac. 14:9). En él estamos completos (Col. 2:10); Él es Jehová Dios del Antiguo Testamento manifestado en carne. No hay dos ni tres personas divinas y distintas; sólo hay un Dios verdadero (Jn. 5:20).

CONCLUSIÓN:  He aquí esta breve exposición sobre la Unicidad de Dios. El Profeta visionario Isaías  nos habla muy claramente de este tema tan hermoso. Él es uno de los profetas mayores que más se distingue sobre cosas semejantes. Para Isaías Dios es Uno y fuera de Él no hay quien salve.  Cristo como hombre, nos enseña de la Unicidad de Dios, y él sabe de esto mejor que nadie, pues Él (en su humanidad) salió de Dios y vino al mundo (Jn. 8:42).

Sin embargo, debemos entender que Cristo no vino exclusivamente a decir que Él era Dios; porque el mundo no sólo necesitaba a un Dios, sino a un Salvador que lo redimiera del pecado y de la muerte; esa es la misión que como Hijo de Dios, Cristo vino a hacer, y la hizo.

Finalmente, el Apóstol Pablo nos habla de la Unicidad de Dios. Él fue el apóstol agraciado con una revelación directa de Dios. La virtud del Señor operaba maravillosamente en él, y él hizo honor a esa revelación guardándose íntegro en todo. Su ejemplo es para nosotros un camino a seguir. Pablo dice: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro Gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos…” (Tito 2:11-14).

Etiquetas:

LA SANTIDAD EXTERNA

LA SANTIDAD EXTERNA

El señor Jesucristo nos enseña en el nuevo testamento que no solo hay que limpiar lo de afuera del vaso, sino primero lo de adentro; esto quiere decir que tampoco se debe dejar olvidado lo de afuera, hay quienes dicen “Dios no ve lo de afuera” pero este versículo de Mateo 23:26 y otros más no dicen eso.

La santidad debe ser completa para que podamos estar en el centro de la perfecta voluntad del Señor.

El hombre y la mujer de Dios desean agradarle también externamente a su Señor y su apariencia personal es pulcra, limpia, ordenada, recatada y sin ostentaciones, sin ser desaliñado ni mojigato o “anticuado”.

no usa modas que inciten el deseo de las demás personas hacia las partes íntimas o pudorosas de sus cuerpos, tampoco estimula el erotismo, ni provoca la voluptuosidad, ya que no buscamos como cristianos despertar instintos en los demás, ni la exaltación o la gloria propia, sino que en todo lo que hacemos, lo que nos colocamos o como nos movemos, nuestra motivación principal es darle la gloria a Dios.
El verdadero seguidor de Jesús no atiende a lo que el mundo le dice en cuanto a su manera de vestirse, ya que sin ser una imposición de su iglesia el atenderá lo que dice la biblia, para así honrar en todo el nombre de su Señor.

La persona recién convertida en la congregación, no debe ser vituperada, criticada, señalada, u observada como si fuera el peor de los pecadores, por su manera de vestirse, por su pelo corto, por usar pantalón, usar aretes collares o maquillarse y en el caso de los varones por llevar su pelo largo, ropas algo sugestivas o modas extrañas, por que esto no le agrada al Señor; pues él acepta al pecador que viene a él, como está.

Pero un verdadero hermano que quiere estar en la perfecta voluntad del señor empezará a atender cuanto antes, y en cuanto sus posibilidades económicas se lo vayan permitiendo a lo que dice la escritura respecto del correcto modo de presentarse como cristiano, ya que según nos dice el Señor, que todos los convertidos a Cristo somos sacerdotes de Dios (Apocalipsis 1:6 ; 5:10 y 1a. Pedro 2.9).

Una cosa es el legalismo ( estar viviendo bajo la ley ), y otra es buscar al máximo la santificación y la obediencia aunque estemos viviendo bajo la gracia, y eso no es que busquemos ganar la salvación por obras.

Esta parte del estudio de la santidad externa no corresponde de ninguna manera a normas humanas o preceptos de alguna denominación, como decía el apóstol pablo en colosenses 2:20-22: “20Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos 21tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques 22(en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?.

vemos que no se trata de esto, sino de algo maravilloso que dice la escritura, que el Espíritu Santo vive dentro de todo creyente, su cuerpo humano por lo tanto pasa a ser templo del Espíritu de Dios.

1 corintios 6:19-20:“19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Esto me dice que yo no puedo hacer con este cuerpo o vestir este templo como a mi me plazca sino como conviene al templo de Dios.
Lo que vamos a exponer tiene respaldo tanto en el nuevo como en el antiguo testamento.



LOS HOMBRES CRISTIANOS
El hombre de Dios que quiere ser mas usado por Dios y ser un miembro de testimonio externo tanto como interno, atenderá a la palabra en lo siguiente:




EL CABELLO Y LA CABEZA

Ezequiel 44:20
20No se raparán la cabeza ni se dejarán crecer el cabello; solamente lo recortarán. “

I corintios 11:14:
“ 14La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?” .
Levítico 19:27
No se debe hacer tonsura( peladura en forma de coronilla) en la cabeza
I corintios 11:4:
4Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, deshonra su cabeza.” ( Cristo).
Aclarando que es conveniente no tener nada sobre la cabeza cuando se ora o profetiza.




TINTURAS:
Aunque en la época de Jesús ya tenían la posibilidad de pintarse el cabello, él mismo Señor dijo lo siguiente:
Mateo 5:36:”Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.”

Esto ademas de la enseñanza sobre el juramento y que un hombre no puede hacer que le salga pelo negro o blanco por su propia voluntad, indica que a él no le gusta que se cambien el color del cabello que él mismo les creó.




LOS TATUAJES:
levítico 19:28:No haréis incisiones en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo, Jehová.
Lo único que él quiere que llevemos como una marca en nuestro brazo es su amor es decir con mucha fuerza (cantares 8:6). El diablo esta acostumbrando a la gente de los últimos días a que se tatúen y reciban marcas, preparandolos así para que reciban la marca del anticristo (Apocalipsis 13:16). fijate que la mayoria de los tatuajes se relacionan con el ocultismo.




ARETES ( ZARCILLOS):
Jueces 9:24,25:
24Y les dijo Gedeón: Quiero haceros una petición; que cada uno me dé los zarcillos de su botín (pues traían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas). 25Ellos respondieron: De buena gana te los daremos.

Aquí vemos como los enemigos de Dios usaban aretes y el pueblo de Israel los entregó con gusto de su botín.



LAS MUJERES CRISTIANAS
De igual manera las hermanas que quieren ser de mayor testimonio y más bendecidas por el señor atenderán a la palabra con fidelidad, haciendolo todo no por obligación sino de corazón.

Yo era un poco incrédulo en esta área, ya que pertenecí durante trece años a una comunidad cristiana muy liberal, por haber realizado estudios universitarios, haberme movido en el mundo de los negocios y la “cultura" y "la sociedad” juzgaba todo esto como fanatismo y legalismo, pero Dios me hablo más de tres veces que esto era importante hacerlo.
Pero hoy en día se mueve más que nunca antes, el espíritu de Jezabel; Que incita a las mujeres a ataviarse como lo hacia la Jezabel pagana y mundana del antiguo testamento para atraer al pecado a otros.
2 Reyes 9:30:
30Vino después Jehú a Jezreel; y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos con antimonio, y atavió su cabeza, y se asomó a una ventana.

Vemos que ella murió despues al ser arrojada desde la ventana y luego los perros devoraron su cara ataviada y las manos que usó para el pecado, tal como Dios lo había profetizado a través de Elías.

El señor me habló un día en el templo, acerca de este espíritu que hace que sus hijos se aparten sutilmente de la santidad, debido a la influencia de la vanidad y la identificación de muchos cristianos con las costumbres, adornos y modas mundanas.

El señor nos habló también de muchas hermanas “tibias” que aunque se vestían como a él le agradaba, en su interior anhelaban estar como las mujeres del mundo.

Tal vez alguien diga, “yo conozco una hermanita muy ungida, habla en lenguas, es predicadora, se pinta , se corta el cabello como un hombre, usa pantalón y Dios la usa...”.

Jamas podríamos nosotros juzgar a alguien como ella, ni a ninguna otra persona por esto, ni decirle que se va a condenar, pues esta persona busca a Dios y él la ama y también la bendice, pero esta hermana está en la VOLUNTAD PERMITIDA DE DIOS, pero no está en LA PERFECTA VOLUNTAD DE DIOS.
Si ella quisiera ser ujier en mi congregación yo le diría: ”hermana usted no está obedeciendo todo lo que la palabra enseña respecto de su presentación personal”.
Ella es responsable de obedecer o no; el pecado de la desobediencia en un creyente se compara con el pecado de la idolatría . Solo los que estén en obediencia y en una permanente santificación del alma, espíritu y cuerpo se irán en el arrebatamiento de la iglesia. Toda mujer creyente que se guarde plenamente, debe vestir honestamente y sin adornos ostentosos:
1 Pedro 3:3:
3Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
1 timoteo 2:9:
9Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,

La mujer en la perfecta voluntad de Dios en su vestir diario se abstendrá de vestidos escotados, sin mangas, con aberturas pronunciadas, minifaldas, ropa apretada a su cuerpo o notoriamente sensual, modas estrafalarias, pantalón, shorts, aretes, pulseras, brazaletes, collares, cabello corto, tinturados, maquillajes y esmaltes.




EL DEPILADO DE LAS CEJAS
Mira que curioso, dicen los científicos que el pelo de las cejas protege los ojos de los rayos solares que deteriorarian la visión si no estuvieran ahí, pero al quitarlos permanentemente el cuerpo tratará de defenderse haciendo abultar y crecer entonces de manera anormal la zona de las cejas.
por eso toda mujer que se razura las cejas totalmente se le ve un bulto crecido en esta parte en lugar de los pelos de las cejas. por vanidad le hacemos daño a nuestro cuerpo y ofendemos a Dios pues todo lo que el hizo es perfecto y sabe por que ha puesto cada cosa en su lugar.
El pantalón fue una moda que escandalizó a la sociedad americana tan solo hace cuarenta años y la minifalda apareció como parte de la liberación sexual de los años 60 e inventada por una inglesa.
En otras palabras son los últimos estragos causados por esta última generación decadente influida grande y sutilmente por Satanás, antes del regreso de nuestro Señor Jesucristo.
Deuteronomio 22:5:
No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
¿podrá una hermana con pantalón ajustado a sus formas decir que cuando se arrodilla en un grupo de oración donde detras de ella quedan hermanos varones tiernos en el evangelio, decir que lo hace para la gloria y honra de Dios y no creer que por ella satanas va a atacar a los más debiles?

Sin ir con ánimo inquisitorio a medir el largo del cabello o la ropa, el tipo de joya, adorno, etc. Que un cristiano porte, se trata de un asunto donde el Espíritu Santo nos redarguye de vanidad y falta de pudor.
Hablando de Israel en el sentido espiritual como una mujer, Dios mismo la engalanó, pero él mismo dice el efecto negativo que esto tuvo en un pueblo que no es verdaderamente santo, ni obediente, por eso dice que esto ya no debe ser mas.

Ezequiel 16:12,13:
12Puse joyas en tu nariz, zarcillos en tus orejas y una hermosa corona en tu cabeza. 13Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido bordado era de lino fino y seda. Comiste flor de harina de trigo, miel y aceite. Fuiste embellecida en extremo y prosperaste hasta llegar a reinar.

Ezequiel 16:15,16:
15»Pero confiaste en tu belleza, te prostituiste a causa de tu fama y derramaste tu lujuria sobre cuantos pasaban. ¡Suya fuiste! 16Tomaste de tus vestidos, te hiciste diversos lugares altos y fornicaste sobre ellos. ¡Cosa semejante nunca había sucedido ni volverá a suceder!

El porque de esto lo vemos claro en Exodo 32:2-4, Satanás inspiró a Aarón a pedirles los aretes a todo el pueblo para fabricar el becerro de oro. Todos estos adornos fueron y han sido puertas para la idolatría. Dios les concedió todas esas joyas para que tuvieran con que ofrendar, para construir el tabernáculo y para la obra de Dios, Exodo 35:21,22.

Incluso mucho antes de la ley cuando Jacob va a ofrecer culto a Dios en Bet- el, hace que todos se purifiquen y ordena quitar todos los aretes de sus orejas.
Génesis 35:4:
4Ellos entregaron a Jacob todos los dioses ajenos que tenían en su poder y los zarcillos que llevaban en sus orejas, y Jacob los escondió debajo de una encina que había junto a Siquem.

Para que vamos a insistir en usar algo que el señor mismo quitará cuando él venga, por que no está en su perfecta voluntad.
Isaías 3:18-23:
“18Aquel día quitará el Señor el adorno del calzado, las redecillas, las lunetas,19los collares, los pendientes y los brazaletes,20los turbantes, los adornos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos,21los anillos y los joyeles de las narices, 22las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas,23los espejos, el lino fino, los turbantes y los tocados. “

El cabello de una mujer se diferencia claramente en la biblia del cabello del varón.
Apocalipsis 9:8:
8tenían cabello como cabello de mujer y sus dientes eran como de leones;
El cabello largo en la mujer sobre su cabeza y hombros es señal de sometimiento a la autoridad del varón y a la autoridad de Cristo.
1 corintios 11:10:
10Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.
Atendamos a la palabra del Señor, andemos en su perfecta voluntad, y no en vanidades que para nada aprovechan.

Omar Enrique Vargas Manosalva.

Etiquetas: