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domingo, 12 de diciembre de 2010

LA NAVIDAD PORQUE LA IGLESIA NO LA DEBE CELEBRAR?


¿Por Qué la Iglesia no Debe Celebrar la Navidad?

Por Felipe Chicas
"Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aún negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas." (2 Pedro 2:1-3).

Para muchos cristianos la Navidad es la celebración del nacimiento del Señor Jesucristo; es la fiesta de su cumpleaños. Por esta razón, la Navidad es considerada como una época de paz, de amor y de regocijo, ya que recuerda la llegada de la "natividad" o sea el nacimiento del “Niño Dios”.

El mes de Diciembre ofrece al mundo entero, cristiano y no cristiano, un tiempo de amor y paz; una época de regocijo y de regalos. Los centros comerciales se llenan de multitudes que corren de aquí para allá buscando qué comprar. Es en esa época cuando muchos se acercan al pueblo cristiano, especialmente a nosotros los Pentecostales del Nombre de Jesús, para hacernos la siguiente pregunta: ¿Por qué ustedes no celebran la Navidad siendo que es una fiesta cristiana?

Muchos de nuestros hermanos no saben que responder ante esta pregunta, o al menos, no saben cómo responder. Algunas de las respuestas que comúnmente se dicen son:

"La iglesia donde me congrego no acostumbra celebrarla, por lo tanto yo tampoco"

"Nosotros no acostumbramos celebrar la Navidad"

"La Navidad es un negocio del mundo"

"La Navidad es una fiesta pagana".

Como verá, estas respuestas no son realmente una buena explicación a tan importante pregunta.

Como cristianos necesitamos tener fundamentos sólidos del por qué no participamos de ciertas fiestas que se celebran mundialmente. De esta manera podremos dar una respuesta clara y concreta. Es por eso que Dios puso en mi corazón el escribir este pequeño artículo, cuya finalidad es dar una explicación bíblica e histórica del por qué los cristianos no deben celebrar la fiesta de la Navidad.

LA APOSTASÍA

La Segunda Epístola de Pedro, según los historiadores fue escrita alrededor del año 64 d.C. La tradición nos dice que éste fue el año en que el apóstol Pedro fue martirizado por el emperador romano Nerón. También sabemos que este fue uno de los años en los cuales la iglesia fue intensamente perseguida. Seguramente el apóstol estaba persuadido que su fin estaba muy próximo, por lo cual, al escribir su segunda epístola tomó el sumo cuidado de advertir a la iglesia de los peligros de la apostasía.

Pedro advierte a la iglesia que vendría un tiempo cuando se levantarían falsos maestros, los cuales introducirían dentro de la iglesia herejías destructoras. Para inculcar firmemente este pensamiento en la mente de los cristianos, él hace una comparación entre el pueblo de Israel y la iglesia. Cuando él dice: "hubo falsos profetas entre el pueblo" se está refiriendo a Israel y cuando dice: "como habrá entre vosotros falsos maestros" se está refiriendo a la iglesia.

Lo que Pedro está tratando de decir, es que así como en Israel hubo falsos profetas que introdujeron la apostasía, incluyendo la adoración al sol, a la luna, el culto a Baal, y otras cosas que eran abominables delante de Dios, y así como en Israel hubo hombres que se propusieron introducir el paganismo dentro del pueblo, así también sucedería con la iglesia. Falsos maestros se levantarían e introducirían herejías destructoras.

Notemos el término que el apóstol Pedro usa. Él no se estaba refiriendo a cualquier tipo de enseñanzas, sino a "herejías destructoras". El objetivo de estas enseñanzas sería la destrucción del pueblo del Señor, o sea la iglesia.

EL ORIGEN DE LA APOSTASÍA

El apóstol Pablo en 2 Timoteo capítulo tres, también advierte a la iglesia del problema de la apostasía. Aquí leemos que la apostasía es revelada en su última etapa. Cuando Judas escribió su epístola, él reveló las diferentes etapas de la apostasía. Para el año 90 d.C. cuando el apóstol Juan nos escribe la primera epístola, ya encontramos la apostasía a un nivel muy elevado, negando la doctrina de Cristo.

Si notamos, en todos estos tres libros casi no se hace mención de cómo se introduciría la apostasía dentro de la iglesia. Es el apóstol Pedro el que nos revela claramente cómo es que esto sucedería. Pedro dice que la apostasía no vendría por imposición del gobierno, sino que se introducirían falsos maestros los cuales introducirían "encubiertamente herejías destructoras". Note el término "encubiertamente" o sea un tipo de enseñanza disfrazada, tapada, con apariencia de verdad, pero falsa.

Es así como muchas de las falsas enseñanzas que la iglesia practica hoy en día, han sido introducidas no por errores que los hombres temerosos de Dios hayan cometido, sino por los falsos maestros o falsos líderes que se han pasado por cristianos. Así encontramos falsas enseñanzas tales como la adoración de imágenes, la práctica de ciertas fiestas paganas, como "el Día de la Coneja" y la Navidad, que es el tema de este artículo.

¿PORQUE LA IGLESIA NO DEBE CELEBRAR LA NAVIDAD?

La Navidad es una fiesta que se celebra anualmente el 25 de diciembre para supuestamente conmemorar el nacimiento del Señor Jesús. Vayamos ahora al título de este artículo: ¿Por qué la iglesia no debe celebrar la Navidad? La respuesta a tan importante pregunta la encontramos en las siguientes razones:

1. Una razón bíblica

2. Una razón histórica.


1. LA RAZÓN BÍBLICA

La razón número uno por la cual la iglesia no debe celebrar la Navidad es porque la Biblia no lo ordena. La iglesia debe entender que todo lo que practique y enseñé debe de estar basado en la Santa y Bendita Palabra de Dios. De lo contrario es una herejía, una falsa enseñanza, es algo que no proviene de Dios y cuyo objetivo es destruir la iglesia del Señor.

En Efesios 2:20 leemos: "Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo". Aquí encontramos la base de toda enseñanza bíblica. Todo lo que nosotros practiquemos debe estar basado en la Palabra de Dios.

1.a. La Evidencia de los Cuatro Evangelios

Cuando nosotros estudiamos los cuatro evangelios, encontramos que Mateo y Lucas son los únicos que mencionan el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo (San Mateo 1:18-2:12; Lucas 2:1-20). La razón por la cual ellos mencionan el nacimiento, no es con el propósito de establecer la celebración de la fiesta de la Navidad, sino de demostrar como las profecías que el Antiguo Testamento mencionaba respecto al nacimiento del Divino Maestro tuvieron su cabal cumplimiento.

En los Evangelios encontramos las ordenanzas del Maestro, tales como la institución del bautismo en agua en el nombre del Señor Jesucristo y la celebración de la Santa Cena. Sin embargo, no se hace ninguna mención a la celebración de la Navidad. Esto nos dice que Jesús no estaba interesado en que se celebrará el día de su nacimiento sino su muerte y resurrección, ya que esto es lo más importante y fundamental para nuestra salvación; ahí radica la base del Nuevo Pacto.

1.b. La Evidencia en el Libro de los Hechos

El libro de los Hechos de los Apóstoles es un libro muy importante porque cubre la historia de la iglesia original durante los primeros 30 años. En todo ese tiempo encontramos a la iglesia interesada en cumplir cada una de las ordenanzas del Maestro; de ahí su importancia para los cristianos, porque nos muestra lo que la iglesia primitiva creía y practicaba.

En este libro leemos que cuando las almas se arrepentían, eran bautizadas según lo establecido por el Señor; cuando la iglesia se reunía, se celebraba la eucaristía o santa cena y así todo lo establecido por el Señor Jesús. No obstante, en todo el libro no se encuentra ninguna mención de que la iglesia celebrara la Navidad. Esto deja bien claro que Jesús no la estableció, como tampoco era parte de lo que la iglesia primitiva practicaba, o de lo contrario, Lucas, el escritor, lo hubiera anotado.

1.c. La Evidencia en los Escritos del Apóstol Pablo

El apóstol Pablo escribió trece libros del Nuevo Testamento. Estos libros fueron dirigidos a diferentes congregaciones con el propósito de solucionar los problemas que habían surgido en dichas iglesias. En ellos se tratan casos de problemas en matrimonios, problemas entre hermanos, adulterios, el surgimiento de las herejías, el uso de los dones del Espíritu. En fin, todos los libros o cartas de Pablo nos enseñan a cómo tratar y solucionar los problemas de la iglesia.

Además, en los escritos de Pablo también se hace alusión a las diferentes fiestas o ceremonias que la iglesia celebraba en el primer siglo de nuestra era. Lo sorprendente es que no se encuentra ninguna cita bíblica que haga referencia a la celebración de la Navidad.

De esta manera queda claro que la iglesia no debe celebrar la Navidad, por la sencilla razón que la Biblia no lo enseña ni establece.


2. LA RAZÓN HISTÓRICA

2.a. La Historia de los Primeros Trescientos Años de la Iglesia

El periodo de tiempo después de la muerte del apóstol Pablo en el año 68 d.C. hasta el año 120 d.C. es conocido como la Edad Sombría. La razón por la cual recibe este nombre, es porque durante este periodo no hay ningún registro histórico de la iglesia. A partir del año 120 d.C., la narración de la historia se reanuda con los “Padres de la Iglesia”. Lo interesante es que cuando se reanuda la historia, la iglesia siguió su marcha con las mismas normas y costumbres de la Iglesia Apostólica primitiva. No hubo cambios mayores, como tampoco se menciona en esa historia, el establecimiento de la fiesta de la Navidad.

El primer registro histórico de la celebración de la Navidad data del siglo IV. Si nosotros tenemos en cuenta la historia de la iglesia, encontraremos que en el año 313 d.C. el emperador Constantino hizo al cristianismo la religión oficial del Imperio Romano. Esto permitió que unos años más tarde la iglesia se casara con el Estado. Cuando esto sucedió, muchas de las doctrinas de la iglesia primitiva fueron cambiadas y reemplazadas por falsas herejías, impulsadas por aquellos que aceptaron el cristianismo por conveniencia.

Según la tradición de la Iglesia Católica Romana, fue el Papa Julio I (337-352) quien estableció la Navidad como celebración litúrgica fija, siendo desde entonces su conmemoración el 25 de diciembre. Según testimonio preciso, tanto de Ambrosio como del cronógrafo del 354, fue el pontificado de su sucesor Liberio (352-366) quien la estableció. Vemos así, que si los Apóstoles y los “Padres de la Iglesia” ignoraron tal festividad, ¿por qué deberíamos nosotros prestarle atención?

2.b. La Cronología del Nacimiento de Cristo y el 25 de Diciembre

Sobre la cronología del nacimiento del Mesías, no hay acuerdo entre las diversas fuentes históricas. La fecha tradicional, que coincide con el principio de la nueva era después de Cristo, quedó fijada en el siglo VI después de largos cálculos, por el monje Dionisio el Exiguo, que la hizo remontar al año 754 de la fundación de Roma. Sin embargo, ésta fecha no concuerda con la fecha de Mateo, que sitúa el nacimiento de Jesús durante el reinado de Herodes el Grande, muerto en el 750 de Roma, es decir 4 años antes del cómputo fijado por Dionisio.

Son también inciertas las noticias relativas al censo hecho por el legado Quirino (Lucas 2:2), que sería el que determinó el viaje de María y José a Belén. Los historiadores mencionan únicamente el de 6-7 d.C., mientras que investigadores católicos sostienen que Lucas alude a otro censo realizado entre el 8-6 a.C., durante el viaje a Oriente del mismo Quirino.

¿CUANDO NACIÓ JESUCRISTO?

Como dije antes, en el siglo VI el monje Dionisio expuso que el nacimiento de Jesucristo sucedió en el año 754 de la fundación de Roma, pero la fecha no es exacta, ya que Herodes murió en 750, y se supone que Herodes ordenó la matanza de inocentes tras la llegada del Mesías. En realidad, Jesús tuvo que haber nacido antes de la primavera del año 4 a.C., que es la fecha de la muerte de Herodes. Seguramente usted ya notó que hay una aparente contradicción en esto, pues es como afirmar que Cristo nació en la época antes de Cristo. Lo que sucede es que la cronología de la era cristiana tampoco es exacta, pues está basada en las cuentas que hizo Dionisio.

A pesar de todo, no existen referencias precisas sobre el nacimiento de Jesucristo. Aunque usted no lo crea, en los primeros tres siglos del cristianismo se señalaban como fechas del nacimiento de Jesús los días 6 de enero, 25 ó 28 de marzo, 19 de abril, y 133 fechas más. Fue en el año 351 cuando el Papa Julio I designó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Esta fecha arbitraria, fue escogida con base en la antigua creencia pagana de que los dioses nacen tres días después del solsticio de invierno, que marca el renacimiento de la luz entre las tinieblas. El solsticio de invierno ocurre del 21 al 22 de diciembre, por lo que el Papa católico-romano, escogió el día 25. De este modo al relacionar el renacimiento de Cristo con el ciclo solar, de alguna manera el gran suceso de la Natividad se renueva cada año.

Después de tantos números y cálculos, la fecha del nacimiento de Jesús no es tan importante como lo fueron las grandes enseñanzas que de cualquier manera Jesucristo dejó a la humanidad: el gran amor de Dios a los hombres como el de un padre hacia sus hijos, el perdón, el hacer por los demás lo que quisiéramos para nosotros, en fin... el Amor.

Como usted se puede dar cuenta, la cronología que nosotros tenemos no es exacta sino incierta; ¿por qué entonces celebrar un cumpleaños (o un nacimiento) en una fecha incierta? Por otra parte, tenemos que la fecha del 25 de diciembre es una fecha establecida por un Papa de la Iglesia Católica Romana y que coincide con una fiesta pagana romana; ¿no cree usted que hay algo raro en esto? ¿Será esta fiesta un engaño del diablo para que los cristianos nos veamos envueltos en una práctica pagana?

LA ELECCIÓN DEL 25 DE DICIEMBRE

La elección del 25 de Diciembre y el título de la fiesta tienen su origen directo en el calendario romano. Entre las fiestas paganas que celebraban los romanos, había una llamada "Día Natal del Sol Invicto" (Dies Natalis Solis Invicti). Dicha fiesta se hacía en honor a los emperadores romanos en decadencia. En ella, estos hombres se hacían venerar como la encarnación del Sol Invicto. Esta fiesta unía en el plano mitológico a las divinidades con el ciclo anual del Sol, que durante el solsticio invernal gracias al posterior alargamiento progresivo del día, parecía volver sobre la Tierra como por un renacimiento.

Esta simbología solar que llevaba consigo la celebración del 25 de diciembre, fue ciertamente adoptada por el cristianismo para calificar "luminosamente" la figura de Cristo. Sin darse cuenta, al celebrar la fiesta de la Navidad, muchos cristianos están participando de una fiesta pagana romana en honor de los emperadores.

EL ÁRBOL DE NAVIDAD

El árbol de Navidad que adorna la mayoría de los hogares de todo el mundo, con sus adornos multicolores y sus luces resplandecientes, en cuya cúspide aparece la estrella de Belén; es nada menos que otra de las fiestas paganas que se celebraban en la antigüedad. No se puede dar una razón lógica del por qué un árbol en cuyo tronco aparecen el niño Jesús, José, María, los pastores y los animales. La Biblia no menciona que hubiera un árbol en el establo donde nació Jesús. Tampoco se sabe desde cuando se comenzó a asociar este extraño árbol con el nacimiento del Señor.

Donde sí encontramos luz sobre este árbol de la Navidad, es en la historia de los países escandinavos y la Roma primitiva, donde se han encontrado huellas de su uso en ciertas ceremonias. En la Enciclopedia Ilustrada Cumbre, Tomo 10 y página 71, encontramos la siguiente información:

"Las tribus paganas del norte europeo rendían culto a los árboles, en los que veían la encarnación de extrañas deidades; al convertirse al cristianismo, conservaron en el árbol de Navidad un resabio de su antigua superstición. Adornaban un pino o cualquier otro árbol de hojas perennes con objetos brillantes y velas que simbolizaban el sol, la luna y las estrellas, y danzaban y cantaban alrededor del extraño símbolo. Muchos pueblos han adoptado el árbol sin conocer su origen pre-cristiano".

Como vemos la gran mayoría de cristianos no se dan cuenta que la realidad de todo, es que al celebrar la fiesta de Navidad, se están envolviendo en muchas fiestas paganas que lentamente se fueron introduciendo dentro del cristianismo. Ciertas prácticas que comenzaron con la Iglesia Católica Romana, han ido siendo adoptadas por todas aquellas iglesias que se dicen ser protestantes del catolicismo.

EL GORDO SANTA CLAUS,  UNA MENTIRA MUY GRANDE

Indudablemente, la de Santa Claus es la leyenda más exitosa (en lo que al comercio se refiere) y difundida no solamente en la Navidad, sino entre todas las celebraciones de todo el año, como también es la mentira más grande que muchos padres le hacen a sus hijos, haciendo que ellos crean que es ese personaje el que les trae los regalos.

Aunque es nebuloso el origen del gordo chapeado, vestido de satín rojo terminado con una cenefa de armiño y fajado con un cinturón negro; la realidad es que cada diciembre, en el supuesto aniversario del nacimiento de Jesucristo, la figura casi mitológica de este personaje regresa a repartir regalos a los niños del mundo, en recuerdo del día en que los magos, cargados de presentes, siguieron la ruta de la estrella de Belén para ofrendar a su nuevo Rey.

Pero, ¿quién es Santa Claus? ¿De dónde llegó? ¿Cómo es realmente? La leyenda cuenta que nunca se ha dejado ver por nadie cuando mágicamente hace caber su inmensa humanidad a través de una chimenea, una rendija o la cerradura de la puerta para dejar los regalos.

Pues bien, se dice que este amado y ansiosamente esperado personaje, no es otro que Nicolás, nacido hace muchos años en la ciudad-puerto de Patara en Asia Menor. Llegó a ser obispo de Myra, y como tal desarrolló una importante labor social repartiendo regalos entre los niños desprotegidos y ayudando a las mujeres viudas. Al paso de los años, la Iglesia Católica Romana lo elevaría a “Santo” por sus buenos actos.

La figura de San Nicolás reapareció muchos años después de su muerte en Holanda, donde se decía que en la víspera de su día (6 de diciembre) recorría la ciudad misteriosamente repartiendo regalos a niños desamparados y menesterosos. A partir del siglo XVI empezó a realizar sus visitas en la Noche Buena con el nombre de SintirKlass.

Sus primeras visitas al continente americano, se registraron también en el día de San Nicolás, para traer regalos a los niños de las colonias holandesas de Nueva York. Sin embargo, dado que la mayor influencia norteamericana es inglesa y que en Inglaterra pronunciaban su nombre como Santa Claus, es así como se conoce en Estados Unidos y en toda América Latina.

Ahora bien, no en todas partes del mundo San Nicolás asume la misma apariencia ni lleva el mismo nombre. En Francia se hace llamar Pére Noël; en Alemania es Kriss Kringle (Niño Cristo) y está personificado por un hada masculina; y en Rusia es Abuelo Invierno. En Italia, aparece en la persona de la Bruja Befana, que según la leyenda barría su casa cuando pasaron los “Reyes Magos” hacia el pesebre de Belén y la invitaron a ir con ellos. No los acompañó, pero tanto se ha arrepentido, que cada año sale a repartir regalos en busca del “Niño Dios”.

¿ Y CÓMO ES SANTA CLAUS?

Ciertamente, la imagen de Santa Claus no es precisamente la de un Santo. Como nadie pudo saber con certeza cuáles eran las características de su persona porque nunca se dejó ver, la imaginación y creatividad de los hombres hicieron su estampa.

A principios del siglo XIX no tenía una fisonomía definida ni usaba la indumentaria con que actualmente se le identifica. Igual podía ataviársele con una túnica larga tipo sacerdotal, chaqueta guarnecida de pieles o cualquier ropa propia de la época, pues era su papel de dispensador de regalos el que daba la significación especial.

Como primer antecedente de nuestro Santa Claus, tal como lo conocemos, está el libro "Cuentos del antiguo Nueva York", en el que su autor Washington Irving, reseña las tradiciones holandesas traídas a América. Entre ellas la del legendario personaje que viajaba sobre un vagón por las copas de los árboles y dejaba caer juguetes por las chimeneas.

Una influencia definitiva para dar fisonomía al Santa Claus que conocemos, fue sin duda el poema "El relato de una visita de San Nicolás", que un poeta aficionado de nombre Clement Clark Moore escribió a sus hijos. En esta obra, publicada primero en un periódico de la ciudad de Troya y más tarde, en diciembre de 1823, en Nueva York, se describe al personaje que reparte juguetes como un duende, sí, pero gordo, de barbas blancas y con las facciones que hoy nos son tan familiares.

Finalmente, fue el caricaturista Thomas Nast, alemán residente en Nueva York, quien hacia 1880 creó al gordinflón del gorro rojo con una enorme borla blanca, que viajaba sobre un trineo tirado por los renos Saltador, Bailarín, Bromista, Veloz, Zalamero y Alegre. Reno, el de la nariz roja, llegó tiempo después al grupo.

Sea como sea y de cualquier manera que se llame, la importancia de Santa Claus es la imagen comercial que se ha creado para incentivar el consumismo y el interés material de las compañías que saben aprovechar este personaje para engordar a sus dueños.

CONCLUSIÓN

Lo antes mencionado son referencias que justifican el porqué los cristianos no debemos celebrar la Navidad. Tenemos que tener en cuenta que la Biblia está escrita en un orden divino, y en ningún momento se contradice. Si en los Evangelios se menciona algún mandamiento u orden, en el libro de los Hechos y en las Epístolas se ven esos mandamientos u ordenanzas poniéndose en práctica, de esta manera nos damos cuenta que la iglesia procuró siempre hacer la voluntad de Dios. Esto nos dice que si Dios hubiera deseado que se celebrara el nacimiento del Señor Jesús, por lo menos en alguno de estos tres grupos se hubiera mencionado la celebración de esta práctica por la iglesia primitiva.

La iglesia celebraba el bautismo, la Santa Cena (para conmemorar la muerte y la resurrección del Señor), hacían énfasis en las enseñanzas del Señor Jesús, sus milagros y su ascensión a los cielos. Pero en ningún pasaje del Nuevo Testamento se menciona que la iglesia celebrara o enseñara la celebración del nacimiento del Señor Jesús. Un pasaje de las Cartas Apostólicas que menciona o hace alusión a su nacimiento es Gálatas 4:4, pero en este caso la referencia al nacimiento del Señor está relacionada con el propósito que Dios tenía para con él.

Por otra parte, la historia nos dice qué tipos de fiestas eran las que se celebraban en esta fecha. Fiestas paganas, que hoy se siguen celebrando en una forma más sofisticada.

Como pueblo del Dios Viviente, tenemos que tener mucho cuidado de cómo le honramos, no sea que por honrar a Jesús estemos adorando al paganismo antiguo. Algunos dicen: "No importa lo que diga la historia, lo que importa es el espíritu con que lo hagamos". Tengamos cuidado con lo que pensamos, porque nuestro Dios es un Dios celoso.

"Cada uno eche de si la abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios" (Ezequiel 20:7).


BIBLIOGRAFÍA

1.    Un artículo titulado "NAVIDAD" por Elsa Canto y J. Marín (Panama Top Com)
2.    Enciclopedia Alfabética, por Plaza y Janes, Tomo 8 página 2918
3.    Enciclopedia Ilustrada Cumbre, por Marcia Pasco, Tomo 10, páginas 70-73.

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NAVIDAD PAGANA


La Navidad es Pagana

Por Cohen Gary Reckart

Introducción

El nacimiento del Mesías es un hecho histórico. El lugar de su nacimiento es bien conocido. La historia entera se encuentra en el libro de Lucas. Lo que no se encuentra allí es la historia de la navidad. Por navidad nos referimos al árbol de navidad, Santa Claus, el reno, el trineo, los juguetes, los duendes, el muérdago, las flores de pascua, el intercambio de regalos, el beber alcohol, el ir a prostíbulos, las fiestas decembrinas, y el convertir las casas e Iglesias en templos paganos.

Los cristianos siempre se han enorgullecido de vivir por la Biblia. Si la navidad no es una celebración bíblica que fuera practicada por los apóstoles y los primeros cristianos, entonces ¿cómo estas costumbres paganas entraron en la Iglesia? Cualquiera puede ir a una biblioteca y hallar esta información, pero pocos se toman el tiempo o nunca desean saber. Muchos practican el paganismo de la navidad por pura ignorancia. Ellos simplemente no conocen bien. Ellos siguen las costumbres de su familia o de una Iglesia.

Dado que los verdaderos apostólicos no practicamos el paganismo, con frecuencia somos acusados de no creer en el nacimiento del Mesías ¡Esto es falso! Los apostólicos predicamos más sobre el nacimiento del Mesías que cualquier otro grupo. Lo que nos rehusamos a predicar es la mentira de que Jesús nació el 25 de diciembre. Lo que también nos rehusamos a aceptar, es el paganismo ahora asociado con el nacimiento del Mesías. Los apostólicos encontramos aberrante tomar falsos dioses e ídolos y traerlos a la historia del nacimiento de Jesús. La entera celebración de la navidad es una mentira. Empieza afirmando que el Mesías nació el 25 de diciembre y termina con Santa Claus, los árboles de navidad, la doctrina de Balaam y la doctrina de la reencarnación. Aún cuando las mentiras de la navidad suelan estimular a los niños y darle a los adultos una excusa para ser paganos por una temporada, todo esto es el pecado de la idolatría.

Es tiempo para que los cristianos remuevan las falsedades de la historia del nacimiento de Jesús Mesías. Cuando esto se lleve a cabo, podremos adorar a nuestro Señor en espíritu y en verdad. No hay verdad en que Jesús nació el 25 de diciembre. Practicar el error de la navidad es apostatar de las Escrituras y cometer idolatría durante la temporada de navidad. Esto conduce a la práctica de la doctrina de Balaam, que consiste en comer cosas sacrificadas o conmemoradas a los ídolos y cometer fornicación (inmoralidad sexual) (Apocalipsis 2:14).

Quebrantar el primer mandamiento celebrando fiestas paganas, incluye el comer las mal llamadas comidas "santas", la decoración con colores y flores rojas (el color de la túnica de los zoganos, que eran las figuras principales del festival religioso conocida como la sakaia, celebrado anualmente en la antigua Babilonia), la música grosera que se difunde durante las festividades decembrinas, el bailar, el beber alcohol, los fuegos “sagrados”, las velas, el ir a prostíbulos, el dar regalos, y otras muchas cosas, incluso sacrificios humanos.

El Nacimiento de Jesús Mesías

María era una joven virgen hija de Elí, de la casa y linaje del rey David. Elí era el verdadero rey de Israel pero no era reconocido como tal, porque los romanos habían instalado a Herodes, un gentil pagano, como rey sobre los judíos. Elí no tuvo hijos y María era la hija mayor. Cuando Elí y su esposa murieron, María heredó el trono de David como la reina no reconocida. Sólo reinas dan a luz reyes, así que por nacimiento Jesús nació con el derecho al reino proveniente de su madre reina (si esto no es verdad, Jesús no tuvo linaje real ya que él NO era hijo biológico de José).

José y María estaban desposados, es decir, ellos estaban comprometidos para casarse. A diferencia de los matrimonios modernos, cuando un hombre y una mujer judíos deseaban casarse, ellos se desposaban. En la ceremonia del desposorio se tomaban todos los votos matrimoniales. Todo lo que faltaba, era que el novio viniese a la casa de la novia y se la llevara para ser su esposa con todas las de la ley.

José y María hicieron los votos del desposorio y cada uno se fue para su casa a esperar el día en que el novio llegara para llevarse a su novia. Este evento tomó lugar en la 65ª semana y 4º año de la profecía de las 70 semanas de Daniel. María se emocionó y partió para la casa de su prima Elisabet (cerca de Jerusalén) para contarle las nuevas. Antes de su partida, un ángel visitó a María y le dijo que ella iba a dar a luz un hijo. María le preguntó cómo sería esto posible ya que ella no había conocido varón:

“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35).

María recordó las palabras de los profetas concernientes a la venida del Mesías. Todas las hijas vírgenes de Israel deseaban ser la madre del Mesías. Esto era un tema frecuente comentado en Israel por aquellos días. Lo que muchos fallaron en comprender, era que el Mesías iba a venir a través de la línea de la simiente del rey David y no de las otras familias. María no era sólo de la línea de la simiente de David, sino que su padre Elí era el verdadero rey del linaje de David. Ella era la única virgen que calificaba para dar a luz al Mesías, el Príncipe. María aceptó la voluntad de Dios y ella concibió esa misma noche por la acción milagrosa del Espíritu Santo.

En la colina de Judea, Elisabet, la prima de María, también había recibido un milagro. Ella no había podido tener hijos. Su marido Zacarías era sacerdote de la orden de Abías, el 8º de los 24 cursos sacerdotales (1. Crónicas 24:10). Lo cual quiere decir que él tenía que servir en el Templo durante la 8ª semana después del Pentecostés (Pentecostés era el inicio de los cursos anuales).

 
1er Mes
2do Mes
3er Mes
Abib - Nisán
(Marzo - Abril)
Zif - Iyyar
(Abril - Mayo)
Sivan
(Mayo - Junio)
Primera
Semana
Joiarib (1)
Seorim (4)
Todos los Sacerdotes
(Pentecostés)
Segunda
Semana
Jedaías (2)
Malquías (5)
Abías (8)
Tercera
Semana
Todos los Sacerdotes
(Fiesta de Panes Sin Levadura)
Mijamín (6)
Jesúa (9)
Cuarta
Semana
Harim (3)
Cos (7)
Secanías (10)

Así que mientras Zacarías estaba en el Templo a la mitad de junio, un ángel le visitó y le dijo que su esposa Elisabet tendría un hijo. Este hijo iba a ser nazareo desde su nacimiento hasta su muerte. El ángel también dijo que este hijo sería el predecesor del Mesías:

“E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto” (Lucas 1:17).

Zacarías regresó a casa, y Elisabet quedó encinta en algún momento durante el siguiente mes.

Según las Escrituras, ella entonces se recluyó en su casa durante cinco meses. Fue en el sexto mes de la maternidad de Elisabet, que el ángel Gabriel vino a visitar a María:

“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María” (Lucas 1:26-27).

De mediados de junio hasta mediados de noviembre, hubo cinco meses. Entonces, en el mes de diciembre, el sexto mes, María fue visitada por el ángel Gabriel y ella quedó encinta por el poder del Espíritu Santo. María inmediatamente fue a la colina de Judea para contarle a su prima Elisabet de su desposorio y de la visita del ángel.
Mes Judío
Comienza la
luna Nueva de
Juan el Bautista
Jesús
1. Abib / Nisan
Marzo-Abril
Nacimiento de Juan
15 de Nisán
  4
2. Zif / Iyyar
Abril-Mayo
 
 5
3. Sivan
Mayo-Junio
Concepción de Juan
después del 3er Sabáth
  6
4. Tammuz
Junio-Julio
1
  7
5. Ab / Av
Julio-Agosto
2
  8
6. Elul
Agosto-Septiembre
3
  9
7. Ethanim / Tishri
Septiembre-Octubre
4
Nacimiento de Jesús
¿15 de Tishri?
8. Bul / Marheshvan / Heshvan
Octubre-Noviembre
5
 
9. Chisleu / Chislev / Kislev
Noviembre-Diciembre
6
Concepción de Jesús
¿25 de Kislev?
10. Tebeth / Tevet
Diciembre-Enero
7
  1
11. Shebat / Shevat
Enero-Febrero
8
  2
12. Adar
Febrero-Marzo
9
  3

Cuando ellas se reunieron, el Espíritu cayó sobre ellas y Elisabet fue llena con el Espíritu Santo. Juan, que aún estaba en la matriz de Elisabet, también fue lleno con el Espíritu Santo (Lucas 1:15, 1:41). Elisabet profetizó:
-
“¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?” (Lucas 1:43).
-
Hubo emoción, y ambas, tanto Elisabet como Maria, se edificaron y confortaron la una a la otra, por Juan (el bautista) y por el Mesías venidero. La expresión de Elisabet al decir “MI SEÑOR”, no puede significar otra cosa que “MI REY”. María se quedó con Elisabet hasta marzo (como tres meses) y se regresó a su casa en Nazaret:
-
“Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa” (Lucas 1:56).
-
¡Ve! ¡Busca a María!
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Fue a mitad de año que el emperador romano decretó que los judíos pagaran un impuesto especial que caería en el tiempo anual de la siega. Cada familia debía volver a la ciudad de la cual descendían sus familias. Ambos, José y María, descendían del rey David, así que ambos debían ir a Belén para pagar sus impuestos. Fue en ese momento en que José decidió ir a buscar a María como su novia, pensando que así ellos podrían tener su luna de miel en Belén.
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Cuando José vino a buscar a María, había un hermoso bulto en su barriga, indicando que el Mesías iba a nacer pronto. Ella le dijo a José que no le había sido infiel y que su maternidad era un milagro de Dios. Ella no dudo en explicarle sobre la visita del ángel Gabriel. Quizá María derramó muchas lagrimas cuando su novio se alejó de ella diciendo que no consumaría el matrimonio, sino que se iba a divorciar de ella (la inmoralidad sexual después de los votos esponsales, era considerado adulterio o un quebrantamiento de los votos del pacto).
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Esa noche, mientras José pensaba en estos eventos se quedó dormido. María indudablemente estaba orando por su desposado marido:
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“Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es” (Mateo 1:20).
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José se levantó la mañana siguiente y regresó a buscar a María. Uno se puede imaginar los tiernos abrazos y la emoción que floreció entre ellos mientras empacaban para el largo viaje a Belén. Debido a que uno de los requisitos del Mesías era el nacer de una virgen, José y María no estuvieron juntos sino hasta después de que Jesús nació:
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“Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS” (Mateo 1:24-25).
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Dado que muchos estaban viajando para pagar sus impuestos, los lugares de hospedaje de Belén estaban llenos. El tiempo fue cumplido y ahora nos encontramos en la 65ª semana y 5º año de la profecía de las 70 semanas de Daniel. El nacimiento del Mesías ocurrió 9 meses después de la visitación de María en diciembre, por lo cual debió acontecer en el mes de septiembre (quizá en el mismo día de la expiación, para significar que el nacimiento del Mesías quitaría los pecados del mundo).
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Esto es probado no sólo por el hecho que María quedó embarazada en el sexto mes de la maternidad de Elisabet, sino por otros dos hechos. Primero, Jesús tenía treinta y tres años y medio cuando él fue crucificado. Él fue crucificado en la celebración de la Pascua durante el mes hebreo de nisán (o en nuestro mes de marzo). Contando seis meses hacia adelante o hacia atrás, se llegaría a que el mes del nacimiento de Jesús es septiembre. Segundo, había pastores que permanecían en los campos la noche en que Jesús nació. El mes de Octubre trae la lluvia y un viento helado del norte. Los rebaños eran sacados de los campos hacia el final de septiembre. Esto prueba que es imposible una fecha de invierno del mes de diciembre para el nacimiento del Mesías. Otro punto de importancia es, que si María quedó embarazada en el mes de diciembre, el sexto mes de la maternidad de Elisabet, ¿cómo podría Jesús también nacer en Diciembre?
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Los Sabios de Oriente Llegaron a una Casa, No a un Establo
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Después que Jesús nació, él fue puesto en un pesebre. Los Ángeles anunciaron a los pastores:
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“os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor” (Lucas 2:11).
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Recién nacido, los pastores vinieron y le adoraron. Sin embargo, los sabios de oriente no encontraron a Jesús en el pesebre o en el establo. Ellos vinieron aproximadamente dos años después del nacimiento de Jesús Mesías, y lo encontraron en una casa.  
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“Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño [no a un recién nacido] con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra… Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos [la referencia es a hombres sabios, no a hombres supersticiosos], se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos” (Mateo 2:10.11, 2:16).
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Las Escrituras dicen que los hombres sabios entraron en una casa, no en un establo. Enseñar que los sabios entraron a un establo, y representar juegos o relatos cortos y satíricos para mostrar esa falsedad, es contar una mentira. La navidad hace mentirosos a pastores, iglesias, miembros de iglesias y padres. Usted notará además, que la Biblia no dice que hubo tres hombres sabios. Esto es también una mentira. El oro, el incienso y la mirra, no representan un regalo por cada sabio, sino que cada uno del número indeterminado de sabios, dio todos los tres regalos. Cuando los sabios no informaron a Herodes sobre la ubicación del nuevo Rey, Herodes ordenó que todos los niños varones de dos años y menores de dos años que vivieran en esa área, fueran asesinados. Esto prueba que los magos visitaron a Jesús dos años después de su nacimiento, o Herodes se habría enfocado en asesinar a niños mucho más menores.
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Esta es la historia bíblica del nacimiento del Mesías. Por favor note que no había árbol de navidad asociado con ella. No hubo Santa Claus. No hubo trineo volador lleno de juguetes. No hubo Señora Santa Claus, ni una banda de duendes trabajando ansiosamente en el Polo Norte. Los sabios no intercambiaron regalos entre sí, ellos se los dieron a Jesús. No hubo ebrios hablando obscenidades, ni hombres y mujeres teniendo fiesta alrededor de la representación de un pesebre. José y María no cocinaron cabezas de jabalís salvajes para una lujosa comida de quijadas de cerdo o sesos de marrano.
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La idea de una maravillosa barba con “un ojo que todo lo ve", hace a Santa Claus no sólo un dios espíritu que está en todas partes observando al bueno y al malo, sino que él realmente reemplaza a Jesús Mesías y se levanta superior a él durante la celebración pagana de la navidad.
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Cuando Jesús nació, fue un evento tan santo que Dios se cercioró de que los pecadores no lo testificaran. Los pecadores deben testificar al Mesías en la cruz, no en el pesebre. La escena del pesebre no invoca la condenación del pecado, y por esta razón los pecadores practicarán la navidad y negarán la obra de la cruz y la salvación año tras año. Ellos están atrapados en el “espíritu de la Navidad”, sabiendo plenamente que éste no es el Espíritu Santo, y que el Espíritu Santo no aviva aquella fiesta pagana entre la sociedad, y entre los comerciantes y distribuidores de licores.
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¿De Dónde Vino Esta Paganalia?
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¿Si el paganismo de la Navidad no comenzó con el nacimiento del Mesías, y si no fue practicado por los apóstoles y por los primeros cristianos, entonces de dónde vino? Usted podrá asustarse en conocer que la paganalia de la navidad tiene sus raíces en misterio Babilonia. Si eso no le asusta, entonces lea Apocalipsis capítulo 17 y vea los juicios de Dios sobre aquellos que están sumergidos en misterio Babilonia justo antes de la segunda venida del Mesías.
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Todo aquel que intente justificar el paganismo de la navidad por cualquier excusa, ciertamente se encontrará algún día de pie ante Dios y será cuestionado por idolatría. Este escritor no puede juzgar quién irá o quién no irá al infierno por este tópico. Pero una cosa si sé; si un hombre o una mujer recibe el conocimiento de la verdad sobre el paganismo pero lo rechaza, ya no queda más sacrificio por los pecados (Hebreos 10:26) ¡Es mejor tener cuidado!
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Este estudio bíblico no ha sido escrito para juzgar a aquellos que ya están muertos. Si aquellos que están muertos supieron sobre el paganismo de la navidad y no se arrepintieron ni lo abandonaron, entonces Dios debe juzgarlos como idólatras. Si el muerto no supo y nunca se le dijo sobre el paganismo de la navidad, entonces Dios le juzgará basado en la fe que ellos habrían seguido si lo hubieran llegado a conocer. Dios conoce la fe y la sinceridad que cada persona tenga por el amor a la verdad. Este estudio bíblico es escrito para los vivos, para que ellos no sigan las prácticas de sus antepasados muertos que nunca pudieron haber conocido la verdad. Nuestra salvación no está en la idolatría de nuestros antepasados muertos, sino que está en la verdad que nos salvará a través de nuestro Señor Jesús Mesías. Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Muchos irán al infierno, porque ellos rechazaron la verdad de que la navidad es una celebración pagana.
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La Evidencia lo Probará
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La evidencia probará a cualquier corazón honesto que la navidad es pagana y que no tiene lugar dentro de la Iglesia del Nombre de Jesús. ¿Pueden los cristianos convertirse en paganos durante los veintiún días de la Navidad y olvidar el primer mandamiento de no tener otros dioses?
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Con frecuencia se alega que el paganismo de la navidad es bueno para los niños, pero esto es falso. ¿Debería enseñarse a los niños de los hogares cristianos a seguir el paganismo? ¿Estaban los niños judíos durante el tiempo de la Ley, privados de participar de las festividades idólatras paganas de Baal? ¿Acaso no se les mandó a las familias judías que no practicaran las fiestas paganas de los incrédulos gentiles de su alrededor? ¿Dónde hay un solo pasaje bíblico que permita la mezcla del paganismo con los caminos de Dios? ¿Si algún paganismo es aceptable, entonces por qué no lo es todo el paganismo? ¿Acaso no se nos dice que salgamos de en medio de ellos (de los paganos) y que no toquemos las cosas impías profanadas por la idolatría? ¿Si nosotros debemos estar separados y así ser un pueblo santo, cómo podremos mantener este testimonio uniéndonos a la paganalia idolatra, ir a fiestas embriagantes, colocar ídolos en nuestras casas, y colgar las tejedurías de los sodomitas como guirnaldas en nuestras puertas (2 Reyes 23:7)? Las guirnaldas en las puertas simbolizaban que alguien había muerto o que los ocupantes estaban lamentando una muerte. ¿Cómo llegó la guirnalda de la muerte a ser asociada con el nacimiento, excepto en los misterios de la paganalia donde se celebraba al fallecido Baal-Nimrod como regresando de los muertos y renaciendo, celebrado también como el renacimiento del sol de los declinantes y muertos días del invierno? Todos los símbolos de la paganalia deben ser examinados para ver lo que ellos simbolizan.
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Con esta información, un individuo puede entonces determinar si él es pagano, en parte pagano, o si es un verdadero cristiano. Una cosa es cierta; nadie que complete este estudio bíblico puede decir que nunca lo supo, y por favor no me escriba su negativa y justificación para ser pagano, diciéndome que usted va a adorar a Dios juntamente con el paganismo.
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Cada ministro debe librar de sus manos la sangre de las almas proclamando la verdad, aún cuando esto le incomode a quienes lo escuchen. Cada padre debe tomar la vigilancia de su casa y santificarla para la gloria del Mesías. Así como Dios prohibió que el Tabernáculo fuera lleno de paganismo, así cada padre debe guardar su casa como un tabernáculo sagrado dónde su familia esté apartada de todo mal. La casa es el santuario de la familia. ¡No la contamine, o si no el Mesías no es el Señor de su hogar! Si una persona decide permanecer indiferente y sin respeto por la Palabra de Dios, y continuar en la práctica del paganismo de la navidad, el no tiene lugar en la casa de Dios para hacerse contar con los santos del Altísimo.
Los Santos son santos. Ellos poseen conducta piadosa o como la de Dios. Ellos son santos por virtud de la justicia de Dios imputada a ellos. Estos individuos sirven a Dios en la hermosura de la santidad y amor de la verdad. Ellos no seguirán el camino del pecado o paganalia. Ellos son ovejas de Dios y Él es su Pastor. Ellos no darán o compartirán la gloria de Dios con el paganismo. Al vencer victoriosamente al pecado, al mal y al paganismo, a ellos les serán dadas ropas blancas de justicia cuando lleguen al cielo.
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El Arbusto de Nimrod


El dibujo de arriba, está en un pequeño sello de de barro de forma cilíndrica encontrado en Babilonia. Éste retrata a Adán y a Eva sentados frente al árbol del conocimiento del bien y del mal. Hay dos frutos “regalos” bajo el árbol, uno para cada uno. La serpiente está detrás de Eva susurrándole en su oído que tome el regalo del fruto que está bajo el árbol y se lo de a Adán como un regalo amado. Aquí el diablo está actuando como un instructor y consejero espiritual, instruyendo a Eva sobre cuán buenos y hermosos parecen los regalos bajo el árbol. Aquí está la primera vez en la Biblia donde se celebra el "dar regalos" involucrando a un árbol. Note que incluso el árbol tiene la apariencia de un árbol de Navidad de hoja perenne. La celebración del dar regalos asociado con árboles, no se puede negar que empezó como se ilustra en la pintura anterior sobre ese antiguo sello. ¿El diablo está involucrado en los días de fiesta y cultos religiosos centrados alrededor de árboles de hoja perenne? En el Antiguo Testamento, la adoración al árbol continúa este antiguo misterio que se encuentra por todo lugar (Jeremías 10). Dios mandó que los Israelitas no plantasen algún árbol cerca del altar, a fin de prohibir el repromulgamiento de esta paganizada ceremonia en la religión de Dios. Si alguien se atreve a tratar de decir que tiene la sabiduría o la habilidad de cristianizar este paganismo, y que la forma de santificarlo es inyectando en él el nacimiento de Jesús, que tal persona sea anatema. Maranata.

El árbol de navidad tiene una historia antigua que data de muchos siglos antes de que el Mesías naciera. La veneración y adoración de árboles asimilándolos como seres humanos fallecidos reencarnados, es tan antigua como Babilonia, el lugar de inicio de la falsa religión.

En la Biblia, la adoración de estos árboles sagrados es llamada la adoración del árbol para Asera. Los paganos construían sus templos en lugares altos y luego plantaban los árboles sagrados representando la reencarnación cerca de sus altares. El “hexa” o “hexagrama”, se convirtió en el símbolo de sus lugares altos. Esto ha permanecido así en el ocultismo, que hasta este mismo día traza ese símbolo en sus emblemas y rituales que provienen de esa antigua religión. Todo esto fue estrictamente prohibido por Dios:

“No plantarás ningún árbol para Asera cerca del altar del SEÑOR tu Dios, que tú te habrás hecho” (Deuteronomio 16:21).

Podemos notar por el verso anterior, que nunca debía haber un árbol plantado (o puesto) cerca del altar de Dios. Esto era para impedir que los pensamientos relacionados con ídolos paganos y falsos dioses reencarnando en árboles, tuvieran lugar cerca del culto del Dios verdadero.

Desde el tiempo de la teología liberal moderna (mediados de 1800), el árbol para Asera se entendía como varios árboles de hoja perenne plantados en circulo, con un templo construido en la forma de un hexágono (vea Stonehenge), y allí adentro promulgaban nuevamente los misterios que ellos creían comenzaron en el Edén con la serpiente y Eva. Así que estos lugares altos y aquellos árboles para Asera, eran un falso Edén. Ciertos ministros de pecado, que se adherían a la teología liberal, cambiaron la interpretación de los árboles para Asera, de los árboles sagrados de hoja perenne a la de un ídolo erigido. Debido a esto, muchos diccionarios y comentarios bíblicos escritos desde mediados de 1800, han llevado ignorantemente a muchos a adoptar el arbusto de Baal-Nimrod como el símbolo de la reencarnación que debe ser colocado al lado del pesebre del Mesías.

Culto del Árbol de Asera

En el libro Las Dos Babilonias, página 98, Hislop reporta:

"El árbol de navidad, como ha sido declarado, era generalmente en Roma un árbol diferente, incluso el abeto; pero la mismísima idea que estaba implícita en la palmera estaba implícita en el abeto de navidad. . . Ahora, el leño de navidad es uno de los objetos asociados a Nimrod, deificado como el dios del sol, pero cortado por sus enemigos; el árbol de navidad es Nimrod revivido, el dios asesinado que viene a la vida nuevamente" (reencarnado).

El culto al árbol de Asera o árbol sagrado de Baal-Nimrod, fue reprendido en Israel como vemos en numerosos lugares de las Escrituras:

“Hizo también sacar la imagen de Asera fuera de la casa del SEÑOR, fuera de Jerusalén, al valle del Cedrón, y la quemó en el valle del Cedrón, y la convirtió en polvo, y echó el polvo sobre los sepulcros de los hijos del pueblo. Además derribó los lugares de prostitución idolátrica [de los homosexuales y lesbianas] que estaban en la casa del SEÑOR, en los cuales tejían las mujeres tiendas para Asera” (2. Reyes 23:6-7).

En el solsticio de invierno, el árbol sagrado era cortado y decorado en memoria de la muerte de Nimrod, así como un rey se adornaría. Así que el árbol representa a Nimrod y decorarlo es un símbolo de adoración al dios pagano vestido con los adornos de un rey. Cuando el árbol moría (las hojas se caían y quedaba desnudo), todos los fuegos en el pueblo eran extinguidos. . . apagados. Los adoradores se reunían y el árbol de Baal era echado en el fuego. En las llamas se preparaba una "comida santa". El fuego sagrado de este sacrificio era llevado de vuelta a casa para re-encender la chimenea, como un recordatorio del renacimiento (reencarnación) de Nimrod y su soberanía sobre el hogar. Este es el significado del fuego de leña de las navidades. Los paganos tomaban el residuo del árbol quemado y tallaban un ídolo de éste. Parte de esta práctica incluso se menciona en las Escrituras:

“Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto al dios fuego; y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Sálvame, porque mi dios eres tú” (Isaías 44:16-17).

Aunque los paganos decían que todo aquel que no adoraba o veneraba al arbusto de Nimrod estaba en peligro de enfermedad o muerte, los profetas calmaban los temores del pueblo de Dios, anunciando que evitar a estos ídolos de Baal no les traería maldición o daño. Tergiversando las palabras de los profetas de que no hay peligro de que estos arbustos traigan sobre el pueblo de Dios enfermedad o muerte, algunos seguidores de la teología liberal moderna, están enseñando ahora que es permisible tener estos arbustos de Nimrod (arbolitos), en el hogar y en la casa de Dios. Ellos están enseñando que puesto que ninguna maldición del árbol puede dañarnos (porque nosotros estamos protegidos por el Espíritu de Dios), es aceptable decorar el arbusto de Baal-Nimrod con oro y plata como los paganos, contrariando al profeta Jeremías que advirtió a los judíos a no imitar o seguir dicha práctica. Lea cuidadosamente lo que el profeta Jeremías escribió concerniente a la antigua práctica de decorar el árbol de Baal. Recuerde que éste no se llamaba árbol de navidad, hasta que la Iglesia Católica le dio ese nombre:

“Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel. Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de los signos del zodiaco tengáis temor, aunque las naciones las teman. Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril. Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva. Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder” (Jeremías 10:1-5).

Los versos anteriores identifican la antigua práctica de los adoradores del arbusto de Baal. Hoy, esta práctica es exactamente reproducida con el árbol de navidad. Si el árbol de navidad no estuvo en el nacimiento del Mesías y no fue usado por los apóstoles y por los primeros cristianos, ¿cómo fue que esta práctica pagana de erigir o conmemorar a un dios falso entró a las Iglesias? Ésta vino desde la Iglesia Católica Romana y todo el mundo sabe esto. Esta idolatría es mucho peor que la herejía de la trinidad, aún así esta recibe poca o ninguna atención de los supuestos estudiosos y escritores de la doctrina de la Iglesia. ¿Por qué?

Se afirma que Martín Lutero fue el primero que trajo la celebración del árbol de navidad del paganismo del pueblo alemán  y lo introdujo en la Iglesia Protestante. Esto no puede probarse y es en efecto falso. El árbol de Baal era usado en celebraciones católico-romanas siglos antes de Martín Lutero. Los primeros rastros del uso del árbol de hoja perenne entre los católicos, proviene de la adopción de la fiesta de la saturnalia de los antiguos romanos paganos. La palabra “saturnalia” proviene del planeta Saturno del cual toma nombre nuestro día sábado. Según Alexander Hislop, Saturno era también Nimrod, como lo hallamos en su libro Las Dos Babilonias en las páginas 31 y 32. La saturnalia es la fiesta romana de Nimrod, la cual era celebrada en el solsticio de invierno. Duraba cinco días e incluía el 25 de Diciembre, el gran día de Baal.

Zoganos, El Señor del Desorden Vestido de Rojo

En la antigua Babilonia se celebraba el festival religioso conocido como sakaia. Durante estos cinco días de Paganalia, la embriaguez de ambos, hombres y mujeres era normal. Éste era el único tiempo del año en que era permitido que una esposa o un esposo cometieran adulterio con un vecino, un extraño, cualquier pariente político, e incluso incesto, y no se consideraba como una violación de sus votos matrimoniales. Todo esto se hacía para la adoración del espíritu de Baal. Los esclavos eran puestos en libertad y los señores o amos se convertían en sirvientes para los esclavos durante esta apóstata celebración.

Uno de estos esclavos se vestía con un vestido rojo o púrpura y era llamado el "señor del desorden". Este hombre vestido de rojo era llamado Zoganos (un nombre para el diablo). El diablo era dibujado la mayoría de las veces vistiendo un traje rojo similar. Los manifestantes intercambiaban regalos y un ramo de hoja perenne, como un símbolo de desearle al otro una feliz y buena reencarnación. El barreño, ahora llamado entre nosotros, la "ponchera" de la navidad, se llenaba de licores condimentados con especias. La borrachera de la saturnalia y navidad, no es nada más que el misterio Babilonia adoptado por católicos y protestantes, usando el nacimiento del Mesías para camuflar y cubrir el misticismo oculto.

Debido a que Tamúz fue asesinado por un jabalí salvaje, el cerdo era sacrificado en represalia contra esa especie. La cabeza y el pernil del jabalí eran comidos con gran triunfo. La prohibición de comer carne de cerdo en la antigua Torá, era la forma en que Dios evitaba a los Israelitas que celebraran las fiestas de Baal. La carne de cerdo no era mala en sí, lo malo era que se había convertido en algo básico de los sacrificios paganos y estaba prohibido comer aquello sacrificado a los ídolos. El cerdo era el sacrificio central de la celebración de Baal. Profanar el templo judío con el sacrifico de un cerdo, era entonces convertirlo en un templo de Baal.

El cerdo, asesino de Tamúz, es re-asesinado (sacrificado) cada navidad, cuando muchos preparan jamón para la cena familiar, y el jamón es comido en celebración a la fiesta de Baal. Ellos no saben por qué el comer jamón está asociado con la cena de navidad, pero la verdad está allí para que cualquier persona la descubra si le echa un vistazo. Empiece con el libro de Alexander Hislop en la página 99. Se decía que el árbol de navidad brotó de la tumba de Tamúz. Los paganos babilónicos creían que Nimrod reencarnó como Tamúz. Durante el tiempo de navidad, era costumbre de los paganos golpear la madera si ellos no querían que algo sucediera, y así lo suplicaban en la presencia del árbol de Baal (arbusto de Nimrod). Ahora, no estamos diciendo que es pecado comer jamón, chuletas de cerdo o tocino, porque aquella Ley terminó el día en que Jesús fue clavado en la cruz. Lo que estamos diciendo, es que la práctica pagana de sacrificar y comer carne de cerdo era el aspecto central de las festividades de Baal, y continúa hasta nosotros hoy, por lo cual este fue el propósito de la Ley al prohibir comer la carne de cerdo.

El nacimiento del Mesías fue contaminado con costumbres paganas que se camuflaron y recibieron aprobación de parte de la Iglesia Católica. No es nada equivocado despojar al nacimiento del Mesías del paganismo de la navidad. Apártese de Baal y derrote al papado católico en sus corrupciones. El afán de mantener al Mesías en la navidad, es la triste mendicidad de los simpatizantes católicos, que aún desean una cubierta y una excusa para celebrar la "fiesta de los necios".

El árbol de navidad simboliza la doctrina pagana de la reencarnación y permanencia de un dios. El árbol es el símbolo de una falsa doctrina y la presencia de un dios falso. Dicho símbolo se encuentra en contra de la verdad, pues la presencia del árbol de navidad intenta enseñar que no está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, según como lo dice la Escritura en Hebreos 9:27. Es erróneo unir el árbol de navidad con el nacimiento de Jesús en un pesebre o incluso asociarlo como el propio nacimiento del Mesías. El árbol de navidad es un símbolo que enseña que la reencarnación es el camino para la vida eterna, pero la Biblia enseña que el Mesías es el ÚNICO CAMINO (Juan 14:6).

El nacimiento de Jesús Mesías representa la verdad de que la humanidad está perdida y que nuestra única esperanza está en el plan de salvación de Hechos 2:38. El árbol de Navidad es entonces una mentira. Su presencia habla de una mentira. El mensaje del árbol de navidad es un mensaje del diablo, en el que se pretende decir que Jesús Mesías no es el Camino, la Verdad y la Vida, sino que hay otro camino, otra verdad y otra vida que ha sido traída de misterio Babilonia, y que por medio de la reencarnación todos pueden obtener la vida eterna sin el Mesías. Los judíos adoradores de Nimrod llaman a esta reencarnación “gilgul”. El árbol de navidad no tiene cabida en el hogar de los cristianos.

El árbol de navidad tiene una conexión directa con los árboles de Asera que eran plantados en los lugares altos alrededor del altar de Baal. El pastor Reckart informa que: "Los adoradores paganos plantaban los árboles de Asera para reconstruir un simbólico huerto del Edén, donde según los misterios babilónicos, la serpiente cometió adulterio con Eva y este adulterio era promulgado nuevamente en el ritual de Baal". Esto es exactamente lo que se practica en los aquelarres de la brujería de la actualidad.

Los paganos se reunían dentro de un gran círculo dibujado alrededor del ídolo (o ídolos). Ellos se tomaban de las manos, bailaban y se desnudaban mientras cantaban y entonaban temas de sexo, vida, muerte y reencarnación. En un momento del ritual, después de que un niño era sacrificado sobre el cuerpo desnudo de una mujer (el altar), el sacerdote y su sacerdotisa abrían el místico círculo y los adoradores se echaban divididos en parejas para cometer inmoralidad sexual entre los árboles de Asera (árboles de navidad). Hoy se desconoce cuánto adulterio y perversión sexual está asociado con la celebración de Baal, pero sabemos que el adulterio, la fornicación y la apostasía sexual, corren desenfrenados durante la fiesta del "espíritu de Baal", llevándoles arrastrados a la gruesa estupidez, destruyendo hogares, matrimonios, familias y autoestima.

Una imagen del místico árbol de la vida era colocada entre los árboles de Asera. El fruto de este árbol simbolizaba el primer "fruto regalo" bajo el árbol que Eva le dio a Adán, y que ahora representa la promiscuidad (descaro) y la vida eterna a través de la reencarnación sexual. La doctrina secreta sobre el árbol, fue judaizada en el sefirot de la cábala. Este misticismo intenta reemplazar a Jesús Mesías, quien es el verdadero Árbol de la Vida representado en el Menorá, el candelabro de siete brazos del tabernáculo. La navidad pagana original involucraba mucho a los niños, ya que miles de ellos murieron a lo largo de los siglos, sacrificados en los fuegos de navidad a Nick (Nick significa diablo, busque su diccionario).

¿Santa Claus sólo pretende ser un hombre anciano gracioso que desciende por la chimenea o se introduce a través de la cerradura de una puerta? ¿Él es el "padre", originador de esta fiesta pagana? ¿La evidencia prueba que él no tiene conexión con la cristiandad o el nacimiento del Mesías?

Según la mayoría de los libros, Nick es una creación fantasiosa. Él toma su papel de un supuesto sacerdote católico llamado Nicolás. Se afirma que este Nicolás visitaba a los niños pequeños durante esta paganalia y les daba regalos. Supuestamente esta práctica se popularizó y la Iglesia Católica y las familias católicas comenzaron a adoptar el mismo espíritu del dar regalos, proveniente de la fiesta de la saturnalia. Cuando los protestantes se sublevaron contra el papado, se dice que ellos también rechazaron la celebración de la navidad y el folclor del viejo San Nicolás.

De hecho, los puritanos que vinieron a los Estados Unidos, prohibieron estrictamente a cualquier persona celebrar la navidad. Según el libro "El Hombre, Mito y Magia" volumen 4, página 480: "Los puritanos llegaron al poder en el siglo 17. La navidad fue atacada como el día en que los antiguos paganos festejaban a su dios Saturno".

Estos son los mismos puritanos que iniciaron el primer Día de Acción de Gracias. No fue sino hasta 1836, en Alabama, que la navidad fue declarada un día feriado en los Estados Unidos. Desde ese tiempo, casi todas las Iglesias protestantes se han vuelto a la tradición católica de la navidad, que fue tomada prestada de la pagana saturnalia romana y de la "fiesta de los necios".

Sin embargo, Santa Claus tiene más historia, ya que su folclor se deriva de un no probado sacerdote llamado Nicolás. Según la fuente previa, en la misma página, se dice de la navidad:

"Incluso en el continente, el festival continuó mostrando muchos rasgos heredados de la saturnalia. En particular, ‘la Fiesta de los Necios’ era un salvaje libertinaje recordativo del pasado pagano. Cuando los normandos invadieron a Inglaterra en 1066, introdujeron a un maestro de ceremonias en la navidad inglesa. Conocido como ‘el señor del desorden’, su colega en Escocia era llamado ‘el abad (santo) de la insensatez’. ‘El falso rey’, aseguraba que la navidad se llevara a cabo dentro de las líneas tradicionalmente paganas".

Este ‘señor del desorden’ vestía con atuendo rojo o púrpura, y guiaba al pueblo en cantos, bailes, bebidas y orgías sexuales. Como ‘el falso rey’, él recompensaba al pueblo con regalos. Maridos y padres también se vestían y seguían a este ‘santo de la insensatez’, en un gran desfile por las calles del pueblo. En la noche, algunos se disfrazaban y un gran tiempo de conducta impura y lujuriosa era disfrutada por todos. Debido a que el adulterio era permitido en este festival, todos se desordenaban. Hoy el mismo “espíritu” de navidad invade la tierra y hay más adulterio en esta época del año que en todas las demás. La pregunta aquí es ¿por qué las iglesias y los cristianos desearían que tal símbolo estuviese asociado con el nacimiento del Mesías? Esta prueba de amor por la verdad no es nueva. Los judíos se enfrentaron con las mismas decisiones en el Antiguo Testamento. Los festivales y fiestas de Baal eran casi una copia exacta de nuestra moderna navidad. Dios prohibió estrictamente a los judíos, tener algo que ver con estas costumbres paganas e impías (Jeremías 10:1-5), y mezclarlas con los días santos de la Ley. Los judíos no debían aprender los caminos de los gentiles y volverse de su salvación para unirse a los paganos en sus fiestas. Los cristianos deben tomar esto como una lección de que Dios rechazará que el mismo paganismo sea traído a la Iglesia en el disfraz de la conmemoración del nacimiento del Mesías.

La Fiesta de los Necios

Santa Claus es un falso rey, y en Escocia ‘el santo de la insensatez’. Él es el ‘señor del desorden’, el líder de la ‘fiesta de los necios’, y no tiene lugar en el nacimiento del Mesías. Cualquier ministro o creyente que celebre la fiesta de los necios, ha traído una vergüenza abierta al evangelio del Mesías. Nosotros no podemos comer de ambas, de la mesa de la fiesta del diablo y de la mesa de la fiesta del Señor:

“No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios” (1. Corintios 10:21).

Los que participamos de la mesa del Señor en la comunión, estamos comprometiéndonos a no participar de la mesa del diablo. Todo aquel que participa de una fiesta pagana después de recibir la Cena del Señor, ha mentido. Ellos no han discernido la sangre y el cuerpo del Señor. Debido a esto, algunos hombres y mujeres notables han muerto y Dios los juzgará. ¡La mesa del Señor no fue lo suficientemente buena para ellos! Ellos consideraron la mesa del diablo un deleite del que no se abstendrían durante las celebraciones de Baal. Durante los veintiún días de la navidad, éstos han tenido en nada el mandamiento bíblico de no unirse en yugo desigual con los incrédulos (2. Corintios 6:14). Ellos consideran estúpido o retrogrado que los profetas declaren que no hay concordia entre el templo de Dios (nuestros cuerpos) y los ídolos de la navidad. Aquellos que celebran la navidad, están enseñando que sí hay concordia entre el templo de Dios y los ídolos durante los veintiún días de navidad, ya que cada uno toma el espíritu de Nick (‘San Nicolás’), el intercambio de regalos y el decorar los corredores con ramas de acebo.

Dado que los niños eran usualmente molestados, violados y sus órganos sexuales eran separados de sus cuerpos durante los sacrificios a Baal (todavía se hace esto en la brujería negra), no es de extrañar que durante la navidad, la molestia y el abuso a los niños aumente dramáticamente. Hubo cientos de casos de abuso sexual a niños reportados a las agencias protectoras de menores en el paso del año 1994 a 1995. ¿Deberían los cristianos contribuir con este mal, tomando el "espíritu de la navidad" y promoviendo la lujuria que acompaña a esta fiesta pagana?

La navidad, de cualquier manera es un fraude. ‘Santa’ (o Santa Claus) es tan malo, como cualquier vendedor que llegara a una puerta intentando engañar a los confiados compradores. A los niños debe enseñárseles la verdad sobre Santa Claus y cómo este personaje se inmiscuyó en la historia del nacimiento del Mesías. ¿Enseñar esta verdad es algo malo?

Navidad, Lo Que Dicen Los Libros

Los libros nos dirán que la Biblia no contiene la historia de la navidad, con árboles de navidad, Santa Claus, fiestas de ebrios, adulterio, fornicación, homosexualidad, abuso de niños o el dar regalos. Las celebraciones paganas que pre-existieron a la navidad, luego practicadas y llamadas navidad, son condenadas en la Biblia. Podemos comenzar con la simple prohibición contra la idolatría (Gálatas 5:20). De esto nos podemos mover a la embriaguez la cual también es condenada (Gálatas 5:21). Toda inmoralidad sexual es condenada (Gálatas 5:19). El abuso y sacrificio de niños son condenados (Deuteronomio 18:10). El dar regalos asociado con el culto pagano de ídolos y la celebración de fiestas paganas es condenado (Ezequiel 20:39). El colocar un árbol de Baal es condenado (Jeremías 10:1-5). Por lo tanto, todo aquel que use la Biblia, verá que todo este Santo Libro condena la navidad en toda forma y modelo.

Los Diccionarios: En inglés, navidad es “Christmas”, contraído de “Christemasse” o “Cristis masse”, que literalmente significa “la Misa de Cristo”. Así que “Christmas” es la unión de dos palabras: "Cristo y misa". La primera palabra describe a Jesús. La segunda, la misa, describe al ritual pagano de la Iglesia Católica, en el cual es celebrada la eucaristía. La misa es un ritual especial, en el cual se dice que el pan y el vino se convierten milagrosamente en la verdadera carne y sangre del Señor. La misa va más allá, pues se dice que realmente es la re-crucifixión del Mesías en forma simbólica. Supuestamente, el sacerdote re-crucifica al Mesías en cada misa para que así haya sangre y carne frescas para los comulgantes. La palabra “Christmas” es entonces un oxímoron... ésta significa tanto el nacimiento como la muerte del Mesías.

La misa misma, es un ritual pagano que no se encuentra en ningún lugar de la Biblia. Fue tomado prestado de los templos paganos. El crucifijo con un anillo alrededor del ápice es puesto en el lugar del hexágono y representa al disco solar (a veces llamado la estrella ardiente), que sombreaba la cabeza del ídolo Nimrod (aureola que es vista detrás de las cabezas de los santos en los cuadros y pinturas católicas). La aureola no es nada más que el símbolo del sol y también de Nimrod, con el poder de lucifer sobre él como su unción. Los cristianos nunca deben usar una aureola para ningún propósito.

Las oraciones a los ídolos fueron alteradas, quitando el nombre de los falsos dioses e insertando el nombre del Mesías. En algunos casos, la palabra “Baal” fue sustituida por “señor” para ocultar que se le oraba o cantaba a un ídolo pagano (recuerde que los Beatles cantaban “Mi Dulce Señor” al dios hindú Krishna, y los cristianos pensaban que era para Jesús y se la pasaban cantando aquella canción en sus iglesias como especial). La Iglesia Católica cambió los cantos y oraciones, para que uno pensara al escucharlas, que estaban dirigidas a Jesús, cuando en realidad no era así. (Para una revisión más completa del sacrificio de la misa, vea el libro de Alexander Hislop, Las Dos Babilonias, páginas 156-165. El mismo uso de la palabra “Christmas”, para significar algo santo, es una conducta profana).

Los Peregrinos, fundadores del Día de Acción de Gracias: En “el libro de los Santos y Extraños”, de George Willison, página 104, él nos informa sobre las palabras de John Robinson en “Una Justa y Necesaria Apología (1619) Contra la Iglesia Holandesa Reformada”, donde dice: "Y no es posible que los holandeses puedan ser verdaderos cristianos, mientras que ellos sigan vehementemente celebrando la pascua de resurrección y la navidad, para las cuales no hay garantía en la Escritura".

En la página 160, él reporta: "El trabajo comenzó en serio el lunes 25 de diciembre, el cual por supuesto era navidad, pero esto daba lo mismo para los peregrinos, porque ellos despreciaban la navidad catalogándola omo una "invención humana", otra "corrupción romana”, una supervivencia de los días paganos, como en efecto lo era".

En la página 377, el Sr. Willison reporta: “Y mantener a los anglicanos en su lugar, era ahora un delito que previamente había sido sólo un error social, por lo bastante serio que era celebrar la navidad absteniéndose de obras, festejos o de cualquier otra cosa".

La Enciclopedia de lo Oculto de Lewis Spence, página 67, dice: "No hay garantía Bíblica para la celebración del nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, ni existe un preciso indicio del día en los relatos del nacimiento en los evangelios de Lucas y Mateo... La mención en el Occidente de un festival en la ahora fecha tradicional, está en un almanaque del 354 d.C., el cual Furio Dionisio Filocalo, un calígrafo, iluminó para el uso de los cristianos en Roma... Esta era además la fecha en el Calendario Juliano del solsticio de invierno, el día en el cual el sol renace, también celebrado por los adherentes del culto oriental del dios sol Mitra".

El Diccionario de Misticismo de Nevill Drury, dice: “La celebración de la Navidad el 25 de diciembre, data del 336 d.C., cuando la fiesta pagana del natalis solis invicti (nacimiento del sol invencible) establecida por el emperador Aureliano en el siglo tercero d.C., fue convertida en un día cristiano santo, refiriéndose "al sol de justicia" como el Mesías”.

Alexander Hislop, dice en Las Dos Babilonias:

Página 93; "Que la Navidad era originalmente una fiesta Pagana está más allá de la duda. El tiempo del año, y las ceremonias con las cuales aun se celebra, prueban su origen... Hombres rectos se esforzaron por refrenar la corriente, pero a pesar de todos sus esfuerzos, la apostasía continuó, hasta que la Iglesia, con la excepción de un pequeño remanente, se sumergió en la superstición pagana".

Página 97; "El árbol de navidad, ahora tan común entre nosotros, era igual de común en la Roma pagana y en el Egipto pagano".

Página 98; "El árbol de navidad es Nimrod revivido, el dios asesinado que viene a la vida nuevamente" (reencarnado).

Página 102; "No puede haber duda entonces de que la fiesta pagana del solsticio de invierno, en otras palabras la navidad, se llevaba a cabo en honor del nacimiento del mesías babilónico".

Ya ha sido mostrado que Santa Claus está directamente relacionado con Nimrod. Santa Claus es entonces un falso mesías. Como falso mesías, él no ofrece ningún plan de salvación. Él no está en contra el pecado o del mal. Él nunca señala al Mesías como el verdadero Dios que vino manifestado en carne para salvar pecadores. Santa Claus nunca es representado como un santo o una persona santa. Él nunca admite alguna doctrina del Nuevo Testamento. Él es símbolo de la embriaguez, de la reencarnación, es un dios falso, un rey falso y un vendedor ambulante de todos los productos impíos e insalubres.

El árbol de Navidad también ha sido exhibido como el ídolo que éste es. Algunos han dicho que no lo adoran y que por lo tanto no pecan teniendo a aquel ídolo. ¿Qué marido permitiría que en su habitación conviviera otro hombre, en tanto que su amada esposa no tuviera intimidad con ese otro hombre? Del mismo modo, el primer mandamiento no menciona la adoración, aunque tener un ídolo es una forma de adoración. Simplemente dice NO TENDRÁS dioses ajenos delante de mí. ¿Es Dios un Dios celoso? ¿Por qué entonces traer a otro dios al santuario del hogar? Límpiese de eso para que el Reino de Dios se establezca en su corazón,  porque la habitación de la que hablamos es su CORAZÓN.

“No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3).

Todo aquel que tiene un árbol de navidad, o cualquier otro dios en cualquier forma o modelo, es un idólatra. Pablo dijo que los tales no heredarán el Reino de Dios. La idolatría es la equivalencia espiritual del adulterio. Por esta razón, cualquier cristiano que practica o celebra la navidad, está diciendo que el adulterio es perfectamente legal e incondenable.

Conclusión

Al igual que con cualquier pecado, la navidad es difícil de detener para hacer el ajuste apropiado. La navidad, junto con otras fiestas paganas son sólo un hábito, una mala costumbre, y aquellos que nos rodean quieren que creamos que estamos siendo exagerados y difíciles al respecto. Así como es mofado y ridiculizado por sus compañeros de vicio, el adicto al alcohol o a las drogas que anuncia que ya es suficiente y que desea apartarse, así recibe el mismo trato la persona que se pone en pie entre sus amigos que practican las fiestas paganas y anuncian que las abandonan. El dejar fiestas paganas ha incluso dividido familias.

El paganismo, así como el alcohol, la droga, y el tabaco, es ahora visto como santidad. Incluso muchas Iglesias ya no predican más contra el pecado del paganismo. ¿Pero esto hace que dicho pecado sea aceptado por Dios? ¿Si todas las iglesias renuncian a predicar contra el paganismo, la ausencia de esa predicación lo haría santo y puro? Es erróneo que practiquemos las fiestas paganas en nuestras casas y en nuestras iglesias, representando la muerte y resurrección de Nimrod. ¿Acaso adorar al ÚNICO DIOS, no es la única fe verdadera de los cristianos?

La navidad es una celebración adictiva, porque todo el mundo parece tropezar en los pecados permitidos por las costumbres paganas. Esta fiesta es un hábito anual que pasó hasta nosotros por ancestros que también fueron engañados. El diablo no tiene más gozo que el de dar a las mentes humanas la ilusión de que el mal es bueno. Aquellos que renuncian a celebrar las fiestas paganas, están dando sólo un mensaje a aquellos a su alrededor. Ese mensaje es que ellos aman a Dios con todo su CORAZÓN, MENTE Y ALMA. ¿Cómo podría tener Baal cabida en ellos?

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